Capitulo VI

-De q**ue estas hablando??? ¿Por qué vendría aquí a pedirle que me ayude con algo así?**

Yun sintió una punzada de decepción en el pecho, no entendía el porqué, pero le molestaban las palabras del Alfa.

-Entonces porque esta en mi casa a las nueve de la noche Sr. Presidente?

-El Señor Park me comento que el Secretario Yun había renuncia a la empresa.

Yun no entendió a que se refería y luego recordó que le había mencionado solo a una persona sus intenciones y maldijo para sus adentros. – ***Tae*** - pensó.

-Es acaso una razón para irrumpir en la casa de un empleado a estas horas?

El tono sarcástico de Yun era algo nuevo para el Alfa, nunca se había enfrentado a alguien así, como era posible que su Padre le haya dicho que era una persona amable y tranquila, claramente el hombre que tenia frente a el era todo lo contrario.

-Creo que esta equivocado Secretario Yun, yo no he irrumpido en su casa, además debo recordarle que quien me apunto en la nuca con un arma fue usted.

Yun sintió vergüenza ante el reclamo del Presidente – Yo realmente lamento eso, no sabia que era el Presidente quien había entrado. – el Omega decidió respirar y bajar un poco la guardia.

-Por favor tome asiento prepare té.

El Alfa, se sorprendió ante el cambio de actitud, pero por el momento decidió tomar asiento, además aun sentía que le temblaban las piernas y quería ser lo más cauteloso posible.

-Gracias. – respondió el Alfa.

Mientras Yun hervía agua, preparo la mesa de manera elegante y perfecta, las pequeñas tasas contrastaban con la personalidad del hombre, Jean se sorprendió nuevamente. Junto al té acompaño galletas y unos lindos dulces. Jean observaba su comportamiento tranquilo y cómodo, no era la persona que había visto en la compañía, se veía indefenso y frágil, quería protegerlo lo quería solo para él.

-Presidente se encuentra bien? -  Yun se acerco con el agua caliente y vertió un poco en cada taza, luego tomo asiento frente al Alfa.

Jean quería salir de ese lugar, estaba a nada de perder la compostura, las sensaciones que estaba experimentando eran tan nuevas que un miedo desconocido se estaba apoderando de él, aun no entendía como en un impulso llego a la puerta del mismo Omega que horas antes lo había dejado solo en un Hospital.

-Es cierto que renuncio?

La pregunta repentina dejo en blanco a Yun, la actitud del Alfa era extrañamente vulnerable.

-Es una posibilidad. – respondió de manera ambigua el Omega, ciertamente no quería irse de la empresa, amaba su trabajo y se sentía seguro allí… hasta la llegada del nuevo Presidente claro.

-Cual es el problema? ¿Su salario no es suficiente? ¿O las condiciones no son de agrado? 

-Sr. Presidente no tengo inconvenientes con lo que menciona, pero lo que sucedió hoy es… - pero antes que Yun pudiera seguir hablando el Alfa hablo.

-Sr. Yun, creo que le debo una disculpa. – Yun no podía creer lo que escuchaba. – pero debo aclararle que…. Yo … yo soy un Alfa recesivo y no puedo emitir feromonas alguna… creo que el Dr. Michell ya le comento algo de esto… pero por una extraña razón yo reaccione a sus feromonas lo cual provoco …. – Jean bajo la mirada y tosió discretamente– posiblemente el inicio de mi RUT, pero no fue mi intención liberar feromonas así, solo me atrajo el aroma que usted libero en el baño.

La habitación quedo en silencio, Jean no podía subir la mirada, no quería mirar a ese Omega, ya era bastante vergonzoso disculparse por algo involuntario, pero no podía dejar que el Secretario renunciara.

Fue el Omega quien hablo primero – Sr. Presidente no tiene que disculparse por nada… además…. – pero Yun no pudo terminar de hablar.

-Secretario Yun, antes que tome una decisión precipitada, déjeme decirle que no puedo permitir que usted renuncie.

-Que?! – el Omega no entendía las palabras del Presidente. – Pero ….

-Secretario Yun, estoy aquí porque necesito de su ayuda… por favor dígame que necesita para no renunciar…. Pagare cualquier precio para que me ayúdeme.

-En que específicamente necesita de mi ayuda?

Yun levanto una ceja ante y su cara era claramente de desconcierto, se imagino mil escenarios, donde el hombre frente a él, le pedía que fuera su amante o algo peor.

-No me mal entienda por favor, solo necesito que me ayude para iniciar un tratamiento de feromonas, si esta de acuerdo podemos ir al Hospital y el Dr. Michell le explicara con detalles de que se trata.

-ahhhhh ….. Yun suspiro y el Alfa se sorprendió por la reacción. – Lamento decirle Sr. Presidente, pero soy un Omega defectuoso, y no puedo emitir feromonas…. Ni siquiera soy recesivo como usted, simplemente mi cuerpo no es capaz de producirlas, asique lamento no poder ser de ayuda.

-Eso es no es posible…. Yo sentí claramente sus feromonas esta mañana.

-Me temo que eso no es posible, quizás el Presidente se confundió con las feromonas de algún otro Omega, pero yo no puedo ayudarlo.

-Yo no me he confundido Sr. Yun…. De hecho, en este momento estoy sintiendo como su cuerpo libera feromonas. – la actitud del Alfa era muy tranquila lo cual confundió a Yun.

-Que dice? ¿Usted está sintiendo mis feromonas? Eso no es posible.

- ¿Dígame Sr. Yun\, usted siente alguna feromona proveniente de mi cuerpo?

El rostro de Yun se volvió de un rojo intenso, comenzó a jugar con sus dedos y no sabia como responder, ya que desde que salió del baño pudo sentir el tenue aroma a Granos de Café, motivo por el cual encendió el aire del apartamento y abrió una ventana.

-además – continuo Jean – debo recordarle nuevamente que usted me apunto deliberadamente con un arma hace unos minutos por lo cual creo que me debe esto a modo de disculpa.

El rostro de Yun se tornó serio y frunció la frente.

-Creo que ya me disculpé por ese incidente, no es necesario que lo mencione una y otra vez o acaso ¿el Presidente intenta amenazarme?

Yun miro a los ojos al Alfa, quien sintió nuevamente una ligera presión en la atmosfera, recordó la sensación de la mañana y el pánico se comenzó a apoderar de él.

El Alfa sé levanto con las manos en el pecho en el señal de rendición y hablo torpemente. – no … no yo … lo siento. No me malinterprete… de verdad necesito su ayuda, pero no tengo intención de obligarlo… pero le pido que piense en mi Padre.

-Su Padre? – Yun no entendía porque mencionaba al Sr. Thomas, el siempre hablaba de lo mucho que amaba a su hijo y de lo orgulloso que estaba.

-Secretario Yun… mi padre no sabe que tengo esta condición… el piensa que soy un Alfa Dominante como el… - el rostro de Jean se contrajo en una expresión de dolor y vergüenza – no me es fácil pedirle esto, pero se que usted y mi padre eran cercanos, el hablaba mucho de usted, por eso creo que usted podría ayudarme. 

Yun lo miro con impaciencia, no quería estar involucrado en una situación familiar y mucho menos mentirle al Sr. Thomas. Solo quería salir de allí y desaparecer. En que momento su vida se había complicado de esta manera.

Aun con lo que el Alfa le decía, Yun no terminaba de creer si era o no verdad, sobre todo porque él podía sentir claramente las feromonas  Alfa que el hombre frente a él emitía y no eran las de un Alfa normal, pese a ser un aroma leve y suave tenían la intensidad de un volcán en erupción y eso le molestaba al Omega.

-Si decido ayudarlo hay varias reglas que debe cumplir. –

-Reglas? – Jean entendió en ese momento que esto no sería nada fácil para él, pero esta era su oportunidad de encontrar una solución.

-Así es – dijo el Omega con un tono serio – si decido ayudarlo nuestra relación será estrictamente profesional, y bajo ningún motivo usted podrá cruzar esa línea, de lo contrario me iré en ese instante.

-Me parece perfecto. – las palabras del Alfa eran totalmente contrarias a sus intenciones, una parte de él quería mucho del Omega, lo quería todo, pero decidió que no era el momento.

-además. – añadió Yun – quiero que todo quede registrado bajo un contrato de acuerdo, donde queden establecidas las reglas de nuestro acuerdo, con una compensación económica en caso de que usted incumpla el contrato.

Jean no puso evitar reírse ante las palabras del Omega – y si es el Señor Yun quien incumple nuestro acuerdo ¿Cuál sería mi compensación?

Yun solo desea dar por terminada la conversación para que el Presidente salga de su casa asique sin darle mayor atención a su pregunta respondió – El Presidente puede incorporar el valor que crea necesario, le aseguro que siempre cumplo mi palabra.

-Entiendo. - dijo el Alfa poniéndose de pie – mis abogados redactaran el documento, estará listo mañana para que el Secretario Yun lo revise.

-Esta bien… - pero antes que Yun pudiera decir algo más el Alfa camino en dirección a la puerta y mirando a Yun se despidió – Nos vemos mañana Secretario Yun.

Yun miraba la puerta de su apartamento e intentaba procesar todo lo que había ocurrido, el aroma a granos de café estaba por toda la habitación, dirigió su mirada hacia su entrepierna y maldijo. – Demonios… como voy a controlar esto. –

*********

El Alfa bajaba la escalera del edificio mientras sostenía su teléfono en la oreja.

-Bueno? – respondió la voz de una mujer.

-Soy yo… necesito que averigües sobre una persona.

-No soy un investigador privado sabes? – refunfuño la mujer al otro lado del teléfono.

-Te pagare. – dijo Jean de mala gana.

-Ahhh… esta bien… pero te costara… envíame el nombre.

El alfa blanqueo los ojos y corto la llamada sin decir más, mientras caminaba en dirección al todo terreno.

*******************

A la mañana siguiente Yun despertó, las ojeras bajo sus ojos demostraban que solo había dormido un par de horas, lucho toda la noche con el aroma de las feromonas y se masturbo tantas veces que sentía que iba a morir.

-Ya no puedo mover mis manos. – se quejo de espalda a la cama, se puso de pie y se encamino al baño para lavarse.

Luego de unos minutos salió de la ducha con el cabello mojado y una toalla en la cintura, se vistió rápidamente y se encamino a la estación mas cercana. Nunca había tenido menos ganas de ir a trabajar que ese día. No quería ver al Presidente a la cara.

Al llegar a la entrada del gran Edificio miro hacia arriba y suspiro, al ponerse en marcha alguien le paso un brazo por el cuello.

-Te ves terrible. – era Tae quien lo había visto desde lejos y se apresuró para alcanzarlo. – no dormiste en toda la noche?

-Digamos que tenia insomnio. – respondió Yun escondiendo su cara que se comenzaba a ruborizar por el recuerdo de lo que hizo en la noche.

-Fue debido al Presidente? – Yun casi cae al piso de la impresión. -Que dices!!? Yo … yo – tartamudeaba el Omega.

-Si … ayer el Señor Park me contacto porque el Presidente necesitaba comunicarse contigo urgente por un informe, se notaba muy molesto dijo el Chofer Park.

Yun respiro aliviado. – si… eso … ya está solucionado – respondió el Omega, no quería que Tae siguiera preguntando.

Ambos subieron por el ascensor y se despidieron al llegar al ultimo piso, Yun camino hacia su cubículo que quedaba a las afueras del despacho del Presidente, como todas las mañanas reviso la correspondencia y los mensajes para el Presidente, con los papeles en la mano sin mirar al frente camino por inercia y abrió la puerta del despacho, deslizo las persianas para iluminar la habitación cuando iba a tomar el jarrón de flores para cambiar el agua un aroma familiar envolvió su nariz y se giro rápidamente.

-Tiene por costumbre entrar a lugares sin golpear?

Yun vio al hombre sentado tras el gran escritorio, se veía incluso mas impresionante que ayer, vestía un traje negro que resaltaba sus ojos y su cabello que estaba peinado meticulosamente.

-Yo … yo me disculpo… el Señor Thomas llegaba a las nueve de la mañana, por eso preparaba su despacho desde temprano. – Yun hizo un pequeña reverencia en señal de disculpa. – me retiro, si necesita algo por favor llámeme. – Yun se encamino a la puerta, pero una voz lo detuvo.

-Secretario Yun, el contrato esta listo. – dijo el Alfa dejando un sobre en el escritorio. – por favor revíselo y si está de acuerdo fírmelo.

Yun observo el sobre café frente a el y dudo por un segundo. – Si no esta de acuerdo puede aumentar el valor. – el tono sarcástico del Alfa era tan irritante que Yun apretó lo puños y camino en dirección al escritorio abrió el sobre y firmo las 3 copias sin revisar en lo mas mínimo lo escrito en el documento.

Jean quedo completamente sorprendido – ¿Esta seguro que no quiere revisarlo primero? –

-No muchas gracias…. Ya establecimos los acuerdos y soy un hombre de palabras… espero que el Presidente también lo sea.

El Alfa tenia una media sonrisa en su rostro, tomo el documento y lo guardo. – cuando mi abogado haya procesado el documento le hará llegar su copia.

-Ahora prepárese vamos a salir.

-No tiene salidas para hoy en su agenda… puedo preguntar donde nos dirigimos? – Dijo Yun, mientras tecleaba en la Tableta en su mano, donde estaba la agenda del Presidente.

-Iremos al Hospital. – dijo el Alfa mientras se ponía de pie y tomaba su abrigo.

-Se siente mal Señor Presidente? – pregunto Yun sorprendido.

-Iremos a ver al Dr. Michell… quiero comenzar lo antes posible con el tratamiento.

El Omega no supo que responder, pero al sentir los ojos intensos del Alfa, se apresuro a salir de la oficina.

Al llegar a la entrada del Edificio el todo terreno negro estaba esperando por ambos, el chofer Park recibió a Yun con una sonrisa, pero el Alfa camina en dirección opuesta.

-Señor Presidente donde se dirige? – dijo Yun sin comprender.

-Secretario Yun, quiere algo de tomar? – la sonrisa que Jean le regalo al Omega lo hacía ver incluso más apuesto que antes.

-Que?

-Acompáñeme, me gusta el café de esa cafetería. – Yun decidió no preguntar y camino tras el sin decir una palabra.

Desde el callejón cerca de la cafetería se vio como una sombra se escondía para no ser vista.

-Tu tu tu (sonido de teléfono jajaj no sabia como ponerlo)

-Diga?

-Soy yo… creo que encontré a tu pequeño ratón perdido.

Al otro lado del teléfono una sonrisa se formo en el rostro del hombre.

Continuara….

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***