LUNA DE MIEL IV

§Ese niño se

llama Gabriel, pero yo tenía muchos años sin saber de él. Y el día de nuestra

embriaguez él estaba, en esa fiesta. Él es un moreno, cambio de cuerpo pero de

cara no.

 §¿Y dime que paso? Que tiene que ver, con nosotros.

§ Pues amor tiene que ver mucho ya me entenderás, con lo que pasa. Emilia, nosotros

jugábamos por largos ratos y nos gusta el juego de la familia, no el de papa y

la mamá, era de la familia, pero la familia de hermanos. Teníamos ratos de

peleas, llantos, risas y así pasaron varios años. Nos apreciábamos mucho.

Cuando teníamos casi quince años. Rosalinda enfermo y mis padres la llevaron

fuera del ducado, la llevaron a Italia, pero ella no mejoró, tenía una

enfermedad en la sangre, no sabía qué era eso, hoy en día entiendo. Regreso a

la casa de playa y nosotros estuvimos con ella. Rosalinda tenía una idea loca,

ella ya no nos veía como hermanos, nos veía como hombres y nos pidió a Gabriel

y a mí que estuviéramos con ella. Y si no queríamos estar con ella, no había problema, ella estaría

con alguien más antes de morir, había un joven que a ella le gustaba y era

recíproco. Nosotros nos negamos rotundamente la queríamos pero de verdad como

una hermana. Ella al ver nuestra rotunda negativa. Nos dijo lo siguiente: (el

suspiro, profundamente, dudaba en contar ese secreto que había tenido por años)

Emilia, Rosalinda nos hizo prometer que cuando estuviéramos grandes y alguno de

los dos se casara, la noche de bodas debería ser de los dos. Nosotros no

entendíamos que era lo que ella pedía. Se enojó con nosotros y nos dijo que

éramos tontos. Que solo estaba pidiendo unos deseos que ella no podría tener

porque se iba a morir, que por qué tanto egoísmo. Que si no la queríamos.

Estábamos sorprendidos de lo que ella decía. Y así que hable con Gabriel y

estuvimos de acuerdo en cumplir cada uno de los deseos de Rosalinda. Rosalinda

nos dijo estos deseos a cumplir: 1. El que se casara primero, debería permitir

que el otro también estuviera en la noche de bodas y todas las noches

necesarias hasta que la esposa tuviera un hijo de cada uno o sea uno por ella,

por Gabriel, por mí 2. La esposa debería dormir con los dos hasta lograr ese

objetivo. 3. Si en los dos primeros hijos eran varones, llevarían

nuestros nombres. 4. Si los dos primeros hijos eran niñas, llevarían el nombre

de ella y el nombre de la madre. 5. Si los tres primeros partos eran mujeres

deberían insistir hasta tener varones 6. Y lo mismo, si eran los

tres primeros varones, debería tener más hasta conseguir mujeres. Todo era tan

descabellado. Pero nosotros la queríamos mucho que aceptamos ese pacto jurado

con sangre de los tres. Rosalinda murió un mes después de nuestro pacto.

Después de ahí, no quise venir más a la casa de la playa. Pensé que eso se

quedaría así. Yo dije que no me casaría para que eso no pasara. Y así estuve

por todos estos años. Cuando me enamore de ti, créeme, se me olvido

toda esta promesa, la había evadido por años, más no se había olvidado, pero tu

llegada, me hizo olvidar. La recordé cuando volví a ver a Gabriel. No he hablado

con él. Solo esa noche que pregunte su nombre y nada más. Ahora Emilia dime que

piensas.

§ Pues cariño, la verdad que estás en serios problemas, no sé quédecirte, hasta ahora yo te he apoyado y estoy

dispuesta a muchas cosas por ti, pero ya esto es de pensar. Sé que no fue tu

intención. Pero debemos tener en cuenta que fue un pacto con sangre. Lo primero

que debes hacer es hablar con Gabriel. Creo que él no se acuerda de ese pacto.

Según escuche, él es un hombre muy enamoradizo. No creo que quiera asumir

responsabilidades de hijos.

§Si, amor eso he escuchado que Gabriel, no tiene una mujer estable que ha tenido muchas

mujeres, pero tampoco se ha casado. Yo pienso que no lo ha hecho es por el

motivo del juramento reflexiono que él tampoco quiere que su esposa sea mi

mujer y tampoco lo querría.

§Y bueno, si tú no quieres y él tampoco que van a hacer con esa promesa.

§No sé, porque hay algo más. Y es que si no cumplimos esa promesa. Los hijos que tengamos van

a morir de lo mismo que murió ella.

 §Entonces no tengamos hijos, adoptamos.

 §Pero amor no, hay más.

§¿en serio hay más?

 § Si, definitivamente, no cumplimos esa promesa, nuestra

esposa morirá. Emilia y Bernad, continuaron la charla. Ella estaba tranquila,

aunque todo le parecía tan absurdo. Pero sabía que las promesas de sangre se

deberían cumplir, estaba tan confundida con esta confesión. Bernard pensaba

como sería esa charla con Gabriel, ¿Estaría Gabriel dispuesto a compartir a Emilia, estaría Emilia querer compartir su vida con otro hombre? Como sería vivir con ellos en la ciudad se llegaron tantas cosas a

su mente.

§ Bernard, amor, no debemos

dejar pasar el tiempo, debes hablar ahora mismo con Gabriel, llámalo,por favor,

hablemos con él. Depende de lo que él diga, yo podre tomar una decisión. Esto

va a afectar nuestras vidas, para siempre. Tienes demasiados problemas con el

ducado y ahora esto. Tus enemigos se van a aprovechar.

§ Emilia, he estado pensando eso,¿quédebemos hacer?

 §Bernard te amo, lo que decidas está bien, te apoyo. No te voy a dejar solo.

 §Emily te amo, gracias por lo que dices.

§ No será fácilaceptar todo esto siendo mujer, pero te amo y por ese amor y tu bienestar y el

bienestar de todos. Apoyo todo lo que decidas. Bernard, hablo con Javier que élsabía de esta

promesa. Y le pidió que llamara a Gabriel, teresa y Felipe, ellos eran parte de

la familia para Emilia y Bernard. Estando todos reunidos sin más preámbulos les

contó lo acontecido y que como familia necesitaban el apoyo de todos para salir

adelante. Gabriel estaba sereno por qué sabía que era una promesa que no se

podía evadir. Él estaba dispuesto a cumplir la promesa, solo era que la duquesa

aceptara, él desde que la vio se enamoró de ella y la quería para él. Pero

sabía que era la esposa de su amigo y ella estaba enamorada de él. Todo se veía

tan complicado. Todos pensaban en esos momentos que algunas veces las promesas,

no se podían aceptar a la ligera.

 §Gabriel, que piensas, pregunta Bernard.

§ Patrón no sé,esas fueron promesas de jóvenes y creo que no es necesario cumplirla(pero en el

fondo él quería cumplir esa promesa por el amor que estaba sintiendo por

Emilia). Mire patrón,como me voy a convertir en el otro esposo

de la duquesa, no sería bien visto y no está permitido.

§HaberGabriel, si está permitido que el duque o la duquesa tengan concubinos, por ese

lado no hay problema. La situación está que usted quiera ser el concubino de

ella, solo de ella, quedaría prohibido, más mujeres. Solo puedes estar con

ella.

§ Señor Bernard,es en serio lo que me dice, ella podrá tener dos esposos y usted también podrá

tener más concubinas y ¿yo no.? Gabriel,así son las

reglas. Pero si quieres igualdad, ninguno de nosotros tendrá más concubinos, ni

concubinas.

§Amor Emilia,ahora dime que piensas, estás muy callada.

§Bueno, paramí esto de tener dos maridos o esposos, jamás lo pensé, no es fácil saber que

voy a estar con dos hombres. Yo te amo Bernard, pero a Gabriel no. Pienso que

él debería tener otra mujer. Para después no castigarlo por su falta. Y no sé

cómo enamorarme de él.

§Señora,responde Gabriel, estoy dispuesto a ser su esposo, serle fiel. Mi señora, yo sé

cuál es mi lugar, esto no es fácil para ninguno. Yo no me quiero ir de acá.

Pienso que lo que debemos hacer, es que para no perturbar la vida de todos, yo

debo seguir acá y los señores deben venir y así esta situación pasara más

calmado, por ahora.

§Gabriel lopodemos hacer, pero cuando los niños nazcan y sean morenos que voy a decir, la

gente va a murmurar más. No debemos llegar todos a la ciudad y si quieres venir

para acá tienes todo el permiso para hacerlo, pero no puedes estar periodos

largos fuera de la ciudad. ¿Qué opinas Bernard?

§ Javier queopinas usted que lleva casi toda mi vida a mi lado. §Pues señor, esto nos ha tomado por sorpresa a todos, no podemos creer lo que estamos escuchando. Bueno, teresa, Felipe y yo pensamos lo

siguiente: si ustedes están de acuerdo en escuchar nuestra opinión. Lo que

debemos hacer es que Gabriel empiece la convivencia con todos nosotros. Y

empiece a tener familiaridad con ustedes, es un paso difícil para la duquesa,

tener intimidad con Gabriel, ella debería pasar más tiempo con el para que ella

lo vaya conociendo y tome más confianza al igual Gabriel. Debemos ser

pacientes.

§Javier tienesrazón. Pero la noche de bodas aún no se ha consumado y ese día debemos estar

los tres. Y yo estoy en desventaja y ustedes saben el porqué.

§ ¿qué piensas Emilia, ?

§ Bueno, estoy pensando. He tomado una decisión. En la noche de bodas voy a estar con los dos.

Primero voy a estar con Bernard y después con Gabriel. Bernard es mi esposo legítimo, así que él va

a dormir conmigo. Gabriel tendrá su habitación continua a la nuestra. Nuestros

hijos serán hijos de ambos. No será los blancos de Bernard y los negros de

Gabriel. No solo serán nuestros hijos y seremos todos responsables. Gabriel a

partir de ahora será parte de la familia y también deberá cuidar de su familia,así como

todos los que estamos acá lo hacemos. En estos momentos el ducado va a empezar un

cambio radical, se nos llegarán demasiados problemas, al igual que enemigos.

§Bernard, amor, debemos hacer una ceremonia para ser oficial a Gabriel como mi esposo.

§Sí, Javier, teresa y Felipe hagan los preparativos para mañana mismo. No tenemos mucho

tiempo. Ya casi debemos estar de regreso en la ciudad. Todos salieron de la

reunión. Gabriel se disponía salir, hacer sus deberes. Gabriel era un hombre

que ayudaba en la contabilidad de la casa de la playa y quehaceres, en los

campos. Bernard y Emilia estaban tensos y algo analíticos. Emilia pensaba que

lo mejor era empezar a compartir con Gabriel, pero siempre en la presencia de

Bernard. Bernard, a pesar de su calma, sentía celos, como se lo haría saber a

Emilia. Emilia era una mujer muy perceptiva y notaba la molestia de Bernard.

 §Bernard, amor mío, sé que tienes molestia, por toda esta situación, pero, no es nuestra culpa, fueron las circunstancias del aquel

entonces, vamos a dialogar tú y yo. No podemos empezar nuestro matrimonio así.

§ Emilia lo que sucede es que los celos me inundan, no quiero a otro hombre en nuestras vidas.

No quiero eso, pero también sé que debemos cumplir esa promesa, no quiero que

mis hijos mueran por no cumplir una promesa. Pero no sé quéhacer.

 § Bernard vamos a hacer una cosa. Nuestra noche de bodas estaremos los tres. Pero tú serás el primero en estar conmigo. Y siempre tendré más relaciones contigo que con él. Nosotros los que decidimos. ¿quédices?

 §Emilia debemos hablar con él, porque él va a dormir con nosotros,

 § esa noche no. Ni ninguna otra noche.

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