CARLOS Y LIZBETH

Todo

para ellos era una emoción y felicidad, pero en la ciudad, Carlos planeaba con

exactitud su próximo ataque. Él y Lizbeth, tenían un pasado juntos, que muy

pocos conocían, o por lo menos personas del ducado sabían de esa, relación. Cuando Lizbeth y Carlos se conocieron en Italia, en las noches de fiestas que ella

tenía junto a Margot. Carlos Petit, en el tiempo que estuvo fuera de ducado

charentino, viajo por varios países. Sus estudios los realizo precisamente en

Italia, donde vivió, gran parte de su vida. Estando estudiando se encontró con

Lizbeth, ellos no se conocían. Aunque sus familias tenían lazos de amistad y

negocios. Vivieron un amor intenso, pasional que se acabó cuando Carlos,

regreso a Charente. Producto de ese romance y sin que nadie lo notara, hubo un

fruto, un hijo, el cual ambos decidieron, tenerlo, él prometió casarse y darle

una familia a ese bebe. Lizbeth deseaba tener a su hijo con ella, no le

importaba lo que tuviera que pasar, pero Carlos no cumplió y la amenazo en matar al niño, ella en su   miedo cuando el bebe nació se lo entrego a

Margot para que lo llevara a un hospicio. Y así fue. Después de ese nacimiento,

Lizbeth estuvo otros años en Italia. Ella desde ese nacimiento se volvió fría,

calculadora y sin amor. Por eso los novios que tenía se alejaban de ella.

Pero

ahora que ambos estaban en el ducado, tenían intereses en común y era Bernard

petit. Carlos se había enterado del gusto de Lizbeth por su tío, cosa que era conveniente, sabia que él podía dominar a Lizbeth, para accionar los

planes que tenía con ella.

Después

de la partida de su tío él, busco a Lizbeth para hacerle una propuesta que a ella

no le agrado. Carlos quería que enamorará a

Bernard, para así el poder tener a través de ella, situación que a ella no le

podía gustar, ya que estaría bajo el poder de Carlos y era una cosa que no

quería permitir por el daño causado, alejarla de su bebe,

era algo que ella jamás se lo perdonaría.

¾   ¿Cómo estás, cariño?

Te vi en la fiesta y como siempre, te ves hermosa.

¾   Carlos, a qué has

venido. No deseo hablar. Contigo. Creo que no tenemos nada de que hablar. Ya lo

deberíamos, se dijo hace mucho tiempo.

¾   Noooo, corazón, eso

ya no es tema. Ahora hay algo que te interesa a ti y a mí, se llama Bernard.

¾   Y según tú, por qué es tema de interés de los dos.

¾   Haber querida, sé

que te gusta mi tío y yo te puedo ayudar a que las cosas se te hagan realidad,

para que te cases con él.

¾   ¿ahhh si? Según tú

como me puedes ayudar.

¾   Lizbeth sé que

pretendes atrapar a mi tío para poder tener, dinero y posición social, pero

si sabes, muy bien la duquesa tendrá más

que eso y se llama poder. Y ese poder es el que necesito.

¾   Carlos, no sé qué

estás pensando, que soy tu mejor amiga o aliada, pero estás equivocado, no

deseo hacer ni el más mínimo trato contigo

¾   Lizbeth¿ahora entonces eres una mujer digna?, pero tú y yo sabemos que de

dignidad, no tienes, eres igual o peor que yo, cuando regalaste a nuestro hijo

o hija, ¿o no sabes que trajiste al mundo? Eres una mala mujer y ahora quieres

tener dignidad. Eras una mujer que no hoy amanecía con uno y mañana con otro y

a cambio que te dieran buena vida. Peor que una prostituta.

Lizbeth

le lanza una fuerte bofetada, que Carlos

queda algo descoordinado.

¾   No soy una mala

madre, eres tu el mal padre, que lo amenazaste de muerte a un ser indefenso.

Eres tan mal padre como yo soy mala madre. Eres un maldito(llora amargamente).

Vete de acá infeliz, no quiero saber nada de ti, largo.

¾   No me pienso

marchar, solo escúchame, te pido solo eso escúchame.

¾   ¿Para qué? Para que

me digas lo mismo, que cuando decidimos tener a nuestro hijo. ¿Así quieres

hacer? No, Carlos, conmigo no cuentes, yo sé lo que pienso hacer para conquistar

a Bernard y para eso no necesito de tu ayuda. No quiero deberle favores a un

traidor.

¾   Haber me vas a

necesitar, quieras o no quieras, ¿sabes por qué? Tu adorado Bernard puede dejar

de ser duque y simplemente he pasado una persona sin importancia, si quieres ser

duquesa debes escucharme.

¾   No quiero ningún

trato contigo un ser tan traicionero

¾   Ja, ja, ja, por favor

que quieres hacer que me dé lástima tus hermosos sentimientos de lealtad y

amor. Ridícula, no me dejas otra

opción, si quieres ver a tu niño, nuevamente y con vida, harás todo lo que te

diga.

¾   Eres un maldito,

dime donde está mi hijo. (se acerca, lo golpea con fuerza, pero, Carlos la sujeta

de las manos)

¾   Haber, haber

calmada, y por favor no más insultos.

¾   Carlos, eres un

maldito, malnacido, como puedes atreverte a tanto.

¾   Lizbeth solo coopera

y todo será más fácil para los dos.

Lizbeth

está tan consternada, con mucha ira, que se promete que Carlos se las va a

pagar una a una, en esos momentos se le pasan tantas cosas por su cabeza, pero

lo que sí tiene claro es que se debe recuperar a su hijo. No será nada fácil, pero lo hará.

¾   Bueno, señora

digna, ¿qué dices aceptas, el trato?

¾   Sí, lo acepto, debo

primero conocer a mi hijo.

¾   No, será posible,

sino hasta que cumplas todo lo que te digo.

¾   Eres un…..

¾   En los próximos días,

nos vamos a reunir nuevamente para poner al tanto de lo que vas a hacer.

Lizbeth a pesar de ser

una mujer frívola, ella anhela ser madre, quería conocer a su hijo y tener dos

más. Quería educarlos con amor y estar ahí siempre para ellos. Pero sabía que

por ahora era una mala madre, que se dejó engañar y el miedo a que sus padres y

la sociedad se enteraran, entrego de tal manera a su hijo. En esos momentos cosas por su mente, pero tenía claro

que quería un matrimonio con el duque, tener hijos y recuperar a su primogénito.

Pero con Carlos presionando para hacer cosas que ella no quería. No sería nada fácil.

Antes de reunirse con Carlos, decidió que debería viajar a Italia.

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