LA FIESTA

Eran casi las 5 de la tarde, cuando las puertas de la ciudad se abrieron, para los invitados.

Así fueron llegando de los diferentes lugares de la región.

Bernard había pedido a Felipe que estuviera al pendiente de los invitados y sobre todo los femeninos, para que le indicara cuál era la mujer de normandy.

Ya habían llegado una gran cantidad de invitados y el señor Bernard, juntos a sus hermanos, daban la bienvenida a los invitados. Las damas de la nobleza, que estaban solteras, se acercaban de la manera más elocuente al duque. Pero él no veía alguna que le llamase la atención. La que más estaba pendiente de él y no se

separaba era Lizbeth, ella acaparaba toda la atención. Bernard se sentía algo extraño, pero no le desagradaba la idea de estar junto a ella.

Lizbeth, era una mujer, de mediana contextura, de piel trigueña, cabello crespo, cejas pobladas, largas pestañas gruesas y crespas, nariz chata, labios gruesos y rosados, anchas caderas, busto mediano,

elegante y muy sofisticada para la época, las mujeres de la nobleza la envidiaban.

A pesar de ser una mujer hermosa, ella tenía un oscuro pasado. Lizbeth de Bonet, había tenido una infancia de muchos mimos, en su niñez y adolescencia fue educada, fue de Charente, sus padres la llevaron a

Italia por qué ellos querían que ella fuera una novicia de las clarisas.

Pero Lizbeth no creció con sus padres, lo hizo con una tía materna, que se esmeró por cuidarla. Pero Lizbeth, fue una niña rebelde. Cuando se llegó la época de su pubertad, Ella, junto a su mejor amiga

Margot, hicieron demasiadas cosas irreverentes. Su tía ya no podía con ella y decidió enviarla con sus padres nuevamente, fue una decepción para ellos.

Lizbeth, no alcanzo a terminar sus estudios básicos. El objetivo de estos padres decepcionados, era conseguirle esposo, pero cada joven que se acercaba a ella por algunos meses, no volvían más a cortejarla. Se

iban de la ciudad. Lizbeth había demostrado interés por el duque y cada vez que había oportunidad ella se acercaba a él. Aunque él era arisco, ella estaba ahí perseverante. Ella se había enterado de que él tenía un tiempo muy corto, para conseguir esposa, cosa que habría las posibilidades para obtener el título de

duquesa. Aunque ella temía por su pasado, ella llevaría a cabo su propósito sin importar lo que tuviese que hacer.

Bernard, esperaba con ansias que apareciera, la dama de normandy. Pero ella nunca llego. Él estaba enojado con ella. Se decía por qué no vino, si era una fiesta para todos. Estuvo toda la noche con Lizbeth, bailaron, tomaron algunos tragos. Él estaba eufórico, en esa euforia sus pensamientos aumentaban hacia la dama de normandy.Sobre la medianoche, Bernard y Lizbeth, desaparecieron de la fiesta. Bernard por el licor no se sintió bien y quiso llegar a su cuarto, pero Felipe y Javier no estaban cerca de él. Y Lizbeth, en su deseo de ascender al poder, pensó que era su oportunidad de poder entrar en la cama de Bernard, pero aunque él estaba ebrio, no la dejo entrar en su cuarto. Cerró sus puertas como pudo.