LUNA DE MIEL I

Bernard una semana atrás había enviado, una carta al administrador de la casa en la playa; sin embargo, bien temprano de la mañana, Javier había salido para allá, para tener todo listo y advertí a los empleados que el duque estaría en horas de la tarde, pero que ninguno, podía dar aviso a la ciudad de la presencia de él, en ese lugar.

Teresa y Felipe también viajarían. Los cuatro viajaban en el mismo carruaje, apreciaban el paisaje, las planas y cálidas llanuras, esas llanuras de un verde limón que iluminadas por el sol tenían resplandecería, árboles frondosos en sus copas se veían las aves en sus nidos, algunos polluelos, esperando a sus madres les llevasen comida. De bajo la sombra de los árboles se estaban las reces, ovejas, pasando la inclemencia del sol. El agua de los riachuelos, eran tan calmadas que incitaba a estar en ellas.

Todos iban apreciando el paisaje, se deleitaban, en esos placeres de la naturaleza.

 Bernard, podríamos descansar un momento, dice Emilia

 Sí, debemos descansar , podemos aprovechar para entrar a estas aguas refrescantes.

 Señor, Bernard podemos pescar dice Felipe

 Felipe me gusta esa idea, vamos si hace tiempo no hago eso. Traes anzuelos y cañas

 Si, señor

 Bueno señor nosotras también queremos pescar.

 Pues no se diga más,

Todos descendieron del carruaje y disfrutaron de un maravilloso día , todos pescaron , las mujeres sacaron más peces, prepararon un asado de peces para todos.

Ya cuando el sol empezaba a caer, partieron nuevamente, en el camino charlaban de la aventura de pescar, que fue una experiencia buena.

Emilia muy sarcásticamente y jocosa decía

 Bueno les cuento, que hoy fue un día muy emblemático (ella se rie) ja, ja, ja.

 Haber cuéntanos eso que dices.

 Pues hoy estos simples plebeyos, tuvieron el placer de pescar y almorzar con el duque de manera familiar.

Todos se quedaron callados, como sorprendidos, ese día estuvieron de verdad compartiendo con el duque y la duquesa , como si fueran grandes amigos todos. Bernard se quedó pensativo de lo que Emilia decía y eso le pareció algo tan agradable y así quería que lo vieran como alguien que podía ser el amigo.

 Emilia sabes que lo que dices es toda la verdad, no hubo porque cohibirse de nada todos compartimos como en familia y amigos allegados. Y a mí me encanto este compartir con todos ustedes, mi familia y mis amigos.

 Señor dice Felipe, pues la verdad no lo había visto de tal manera, de antemano ofrezco disculpas, por tratarlo como uno de los nuestros aún igual.

 Felipe no me hagas enojar. Lo que paso hoy fue muy bueno. Sé que no sabes de lo que hablo, pero te voy a decir. Emilia tiene gran influencia en esto, ya que ella siempre los trata a todos por igual, con respeto, amor, no los ve el uno más que el otro, al contrario, los trata con familiaridad. Y eso hace que todos tengan confianza en ella y respeto, también hace que todos se sientan valiosos y que no sientan diferencia de clases sociales. Esto es una lección para mí.

 Pues Bernard , amor en verdad no lo había visto de esa manera, solo fue algo que observe y reflexione que desde que llegaste a Normandy , dejaste a un lado tu abolengo para ser uno del común de los nuestros, un administrador al mando de una viuda.

 Cariño, no lo había notado de tal manera, pero si sabes que desde que llegue a Normandy empece a tratar a todos por igual, no ha habido distinción de personas. Trabaje con los peones a una par y todos trabajamos coordinados.

 Pues Bernard, mi duque, ya tienes idea que es trabajar en equipo, lo maravilloso que es que todo funcione de una manera armoniosa, eso hace que todo proyecto de fruto sin atraso

El viaje continuo, entre charlas, risas de como había ocurrido la pesca de todos, se burlan del duque que lo más grande que pesco fue un zapato, de Felipe que pesco un resfriado, todos reían. Emilia y teresa perdieron el equilibrio, y terminaron en el riachuelo parecían pollos mojados, decían los hombres.

Cuando empezaba la noche estuvieron, en la casa de la playa, ya todos lo esperaban, Javier los recibió.

 Mis señores, hacía que llegaban más temprano ya estaba preocupado.

 Si te contara Javier, que mi esposa, parecía pollo nadando en el río y teresa era su compañera, ja, ja, ja.

 ¿Y señor que paso?

 No, te preocupes, solo paramos en un bello lugar y pescamos claro con los peces que sacaron nuestras damas, tuvimos un delicioso almuerzo. Buen comienzo de luna de miel.