Capítulo 13 ENTREVISTA LABORAL

...KILIAN CERVANTES...

¿Hasta cuándo tendría que esperar por poder tener una noche o al menos un momento de pasión con mi novia? Me frustraba no saber por qué siempre una evasiva o lo que consideraba una excusa se interponía entre los dos.

-Vero, ¿Por qué no estás conmigo? ¿No me deseas?- pregunté sin pensar en que no estábamos solos aunque le hablaba moderando mi tono de voz. Mi intención no era que todos supieran que mi novia no quería estar conmigo, que en el tiempo que llevábamos juntos no sucedió más que quedarme con ganas de llegar al final

-Si te deseo, pero aún no quiero que estemos juntos- No entendía por qué no, era imposible que no le sucediera nada cuando estábamos besándonos con pasión y yo tocaba su cuerpo

-¿Por qué Vero? Fui muy paciente pero tengo casi treinta años, no quiero esperar más, ¿Entiendes que te necesito?- le pregunté molesto por sus negativas infundadas

-Porque no tuve relaciones nunca y siento que no estoy lista aún, me esperarías si yo te importara- Me respondió molesta y se fue a la cocina mientras yo me quedaba solo mirando su espalda al marcharse

Me había quedado como un idiota allí y no podía creer que ella aún conservara su virginidad. Ella tendría que habérmelo dicho antes y no ahora después de dejarme caliente tantas veces, pero no me quedaban más opciones que esperar. Me gustaría que ella fuera más segura y decidida, tal vez hasta que tuviera experiencia.

Me fui del restaurante molesto y hambriento por ella y por alimentos. A la salida choqué de frente con una mujer que estaba entrando al restaurante, casi acaba en el piso pero sus reflejos fueron magníficos y no se cayó por fortuna.

-Disculpe señorita, estaba distraído- ella me veía un poco molesta pero no dijo nada y siguió su camino, tal parece que no fui solo yo quien tuvo un mal día

Llegué mi coche y fui a mi residencia, ordené el menú del día en otro restaurante solo por enojo y cené con mi computador, trabajaría como siempre, no tenía nada mejor que hacer.

Tenía el presentimiento de que algo estaba sucediendo con Verónica y mi intuición me decía que tenía que contratar un detective privado que confirmara o disipara mis dudas.

-Tranquilo, no pienses con la cabeza caliente, si ella se enteraría que la estoy investigando y de verdad no tiene nada que ocultar seguro me odiaria y no me lo perdonaría jamás- Reflexioné y desistí de lo que pensaba hacer

Si Verónica de verdad aún era virgen yo lo sabría si ella decidía alguna vez entregarse a mi. Si bien con vírgenes no tenía mucha experiencia si sabía lo que se sentía estar con una y me daría cuenta si ella aún lo era.

Trabajé hasta tarde, llegó el horario en el que Verónica debía de haber cerrado su restaurante y contuve el impulso de ir a verla. No iba a presionarla para que decidiera entregarse a mi, ¿Demostrar ser un hombre desesperado? De ningna manera, además acabaríamos discutiendo seguramente.

-Piensa mal y acertarás- Era algo que solían decirme mis padres, ¿Por qué sospechaba que ahora tenían aún más razón en ese dicho?

Sentía que mi novia me estaba adornando la frente, pero ¿Con quién? Era poco lo de que salía del restaurante, así que si estaba haciendo algo así tenía que ser con alguno de los empleados del lugar.

Esperaba equivocarme porque me sentiría demasiado estúpido si no lo hacía. Habría tirado varios meses de mi vida en ella para no obtener ni placer, sería patético y un golpe imborrable y certero en mi orgullo.

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Llegó el lunes y de nuevo me dirigí a la empresa, a la cual llegué primero como siempre. No tenía varios pendientes y sería un día más relajado porque dediqué el fin de semana por completo a trabajar. Respondí varios correos electrónicos y también analicé muchas de las propuestas recibidas. Hasta concreté citas para disminuir el trabajo de Lupe.

Me da pena perderla como trabajadora porque es genial en sus labores, pero ella debe mudarse y no podría laborar para mi a distancia. De todas formas si ella llegaría a volver aquí volvería a emplearla.

-Señor Cervantes, recuerde que tiene que recibir a la señorita Osorio para la entrevista laboral- lo recordaba y aunque faltara poco tiempo para que Lupe se fuera podría aprovechar ella misma y entrenar a la nueva empleada

Más tarde llegó el momento de la entrevista laboral.

Llegó una señorita bastante seria y formal para ser entrevistada.

-¿Por que está en este país señorita? Yo soy originario de allí- sonreí recordando a mi familia pero ella permanecía seria

-Quería salir de allí, era mi sueño estar aquí- respondió sin dudar

-¿No tendrá algún antecedente policial allí y está escapando de la ley?- Ahora parecía furiosa

-Puede llamar a las autoridades y preguntar si soy una delincuente, no tengo problemas con eso- Si fuera una ladrona o algo peor no habría podido ingresar al país, no hacía falta hacer tal cosa, pero me di cuenta tarde y una posible empleada me odiaba por eso

-Discúlpeme, no fue mi intención ofenderla. ¿Tiene tiempo para hacer algunas pruebas?- aún me miraba con enojo pero asintio

-Vine para la entrevista, tengo tiempo señor Cervantes- noté que su tono cambió al pronunciar mi apellido pero creí que fue solo impresión mía

Tomé mi laptop y cerré las páginas que tenía abiertas para que ella pudiera tener acceso a lo que necesitaba que hiciera y saber si la contrataba o no.

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