Capítulo 11 SIN EMPLEO

...PARÍS OSORIO...

Hice mi currículum y me vesti súper formal para llamar la atención en la empresa como toda una profesional pero de no había vacantes. Pedí tener una entrevista pero tampoco me la concedieron.

Hacía mucho que no veía al asesino ni sabía cómo el estaría actualmente pero eso debía de solucionarlo y cuánto más rápido lo hiciera mejor sería. Lo peor sería no reconocerlo cuando lo viera en algún sitio, aunque no creía posible que pudiera cambiar mucho en algunos años, ¿O si?

Le pedí a mi padre adoptivo dinero para comprar un vehículo en el cual poder moverme por la ciudad y aunque se quejó y hasta maldijo me envió una suma considerable que podría servir para lo que quería.

Aunque dije que quería un automóvil, opté por una motocicleta. Había recorrido la ciudad y mirado las calles, el tráfico a diferentes horarios y todo lo que debiera saber para desplazarme mejor y jamás llegar tarde a la empresa cuando me contrataran. Una motocicleta me daría la posibilidad de avanzar aunque hubiese tráfico y siempre llegaría a tiempo a cualquier sitio.

Seguí intentando conseguir empleo pero no había vacantes, hasta que pude conocer a la actual secretaria de presidencia, quien ocupaba el lugar que yo tendría que ocupar.

Lupe Versace tenía sus treinta años, algunos kilos de más, media 1.50 por lo que siempre usaba zapatos de tacón de unos 10 centímetros como mínimo. Vi que tenía una sortija en su mano y por ello descubrí que estaba por casarse, algo que ella no demoró en contarme.

-Dejaré de trabajar, no quiero hacerlo pero mi futuro esposo es doctor y recibió una oferta de trabajo en un hospital de una ciudad cercana y yo me voy a ir con él- tenía una gran sonrisa en su rostro cuando me lo contaba

-¿Trabajarás en algo allí?- no quise abordar lo que de verdad quería saber, tenía que ser prudente para no levantar sospechas

-Aunque no es la misma paga que tengo en mi actual puesto, trabajaré como secretaria en el hospital donde él será empleado- había llegado el momento de preguntar sutilmente lo que deseaba saber

-¿Cómo es tu jefe contigo? Tal vez puedas tener un empleo en un sitio mejor del que tienes, con un mejor ambiente laboral

-El señor kilian es muy buen jefe, bastante exigente pero justo. Quisiera en mi nuevo empleo un jefe así pero no creo tener tanta suerte. Al menos estaré cerca de mi futuro esposo y así podremos cumplir nuestros sueños

-Estoy muy contenta por ti- Dejé caer la carpeta en la que llevaba varios currículums para que ella comprendiera, sin la necesidad de decirle, que yo necesitaba un empleo- me ayudó a levantar los papeles pero comenzó a leer uno y entendí que había ganado

-Serías un reemplazo perfecto para mí, ¿Aún no consigues trabajo?- negué fingiendo estar triste por no conseguir trabajo

-No logro conseguir empleo, he ido a varios lugares y nadie me contrata, ¿Crees que tú jefe pudiera contratarme? Me da un poco de temor no poder cumplir sus expectativas porque tú eres excelente en ese trabajo- ella negó con una sonrisa y guardó uno de mis currículums en su bolso

-Serás perfecta, a él le gusta la puntualidad y que no haya distracciones en sus empleados. El uso del celular está permitido pero solo en el descanso para comer, a menos que sea un tema personal serio. Es capaz de despedir a alguien solamente por hablar con alguien de un asunto que no es importante. Eso sucedió con la anterior secretaria, usaba el teléfono de la empresa para hablar con su novio. El señor kilian advierte una vez y a la segunda despide- Yo no tenía ni siquiera novio, no era de este país por lo tanto tampoco tenía conocidos, amigos ni nada similar y los que consideraba mi familia poco se acordaban de mí

-Parece un hombre bastante serio y recto, debe de ser un tirano de lo peor- Lupe soltó una risita y negó

-Si te llegase a contratar ni se te ocurra decirle eso porque es capaz de despedirte en 2 minutos. Se respetuoso y el lo será contigo

-¿Es un anciano?- le pregunté aún sabiendo que no lo era

-¿Anciano? Oh no, está por cumplir los treinta años y es muy guapo, la mayoría de las empleadas quieren con él pero no las determina, está en una relación con alguien y por lo que se es fiel- ella hizo una mueca pero miró la hora en su teléfono y se puso de pie, de modo que no pude obtener más información

Nos despedimos y volví a mi pequeño apartamento con una sonrisa triunfal, si Lupe era tan buena empleada seguramente lograría que su estúpido jefe me contratara porque confiaría en su palabra. Casi podía sentir que había ganado una pequeña batalla, la más difícil que sería entrar a trabajar allí.

Aún sentía un sabor amargo en la boca y mi estómago revolviéndose ante el simple pensamiento de cumplir con lo que mi padre adoptivo me dijo. Lo último que quería era tener que enamorar al asesino de mi padre y tener que soportar tenerlo cerca cuando lo único que deseaba era dispararle directo a la cabeza.

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