Capítulo 10 PLAN IMPOSIBLE

...PARÍS OSORIO...

Culminé mis estudios y fui una de las mejores de mi clase. Sabía que sería difícil lo que seguiría a continuación porque aunque supiera luchar, tomar la vida de otra persona en mis manos sería diferente. Estaba dispuesta porque había gente que merecía morir, ser justiciera no me resultaba desagradable. Tantos casos de abuso a personas inocentes me ponían de mal humor y se que no dudaría en dispararle a quien fuera si presenciara uno de esos lamentables actos.

Llegué a casa y yo sola me dirigí al despacho de mi padre adoptivo para saber de qué modo debíamos seguir, o más bien empezar de una vez.

-Acabé mis estudios, ahora quiero saber qué debo hacer- Tomó un sobre y lo extendió en mi dirección, finalmente allí podría obtener todos los datos sobre quién mató a mi padre

Me senté sin esperar que me invitara a hacerlo y lo único que pude ver en cuántas fotografías fue una tomada varios años atrás.

-No tengo actuales, tendrás que esperar a conocerlo- Apreté mis puños, lo que menos quería era tener que conocerlo, al menos no como el estaba insinuando

-No me hace falta conocerlo, con solo verlo a distancia me alcanza- su sonrisa maliciosa no presagiaba nada bueno para mí y lo sabía, algo que hacía que mi furia fuera creciendo

-Mejor tener al enemigo cerca, no me interesa como hagas pero quiero que entres a trabajar a su empresa y te acerques a el- con ubicarme en punto estratégico y dispararle a distancia era suficiente, ¿Por qué querría hacer algo así?

-¿Por qué haría algo como eso?

-Porque la venganza es un plato que se sirve frío y se disfruta más al final. Deberías enamorarlo, sería lo mejor. Un hombre enamorado o encaprichado con una mujer es capaz de hacer mil estupideces, hasta de poner acciones a tu nombre o más aún- Sabía que tenía razón pero eso no era lo que yo tenía pensado que pasaría

-¿Cuál es el plan?- corté su explicación

-No me importa como pero entrarás a trabajar a esa empresa y mientras más cerca de él mejor para ti. Enamóralo, sedúcelo, quítale todo, lo último que harás será matarlo- No creía poder lograr eso

-¿Qué quieres de todo esto? Para un plan que tendrá tanta demora se que algo esperas obtener- solo se rió y llenó su vaso de whisky

-Acciones si las consigues, sino da igual. Quiero el control de una propiedad que está allí, o tal vez dos

Al menos él no planeaba que me acostara con el asesino, podría intentar ganarme su confianza, pero ir más allá no estaba en mis planes. Aún tenía que ver cómo lograr que él me contratara directamente y eso presentía que me tomaría mucho tiempo.

Comencé a investigar sobre el país al que iría y mi padre adoptivo me dejó las llaves de un apartamento que había rentado allí para mí, dinero, documentos y todo lo que necesitara.

Preparé dos grandes maletas con todo lo que necesitaría, reservé el primer boleto de avión y después avisé que me iría para volver en bastante tiempo por el nuevo plan.

Debí irme sola, ellos no fueron a despedirme porque tenían que asistir a una reunión importante y Mary Luz no estaba enterada de los nuevos acontecimientos, aunque con lo relajada que solía ser dudaba que mucho le importara que me alejara bastante tiempo.

Hubo demora en mi vuelo pero aún así esperé pacientemente. No podía llevar armas, allí tendría que comprarlas pero lo importante era que estaría en el país donde cobraría mi venganza.

Al momento de abordar lo hice sin mirar atrás. Del único que me había despedido era de mi padre dejándole flores en su tumba. No tenía muchas personas que pudieran sentir mi ausencia, ¿Por qué me despediría?

El avión aterrizó y tomé un remis directo a la dirección del que sería mi nuevo apartamento. Era un edificio donde vivian desde familias hasta estudiantes, no creía que fuera sitio para una persona a la que le gustara el silencio y que nadie la molestara.

Entré y no era gran cosa, teniendo tanto dinero podrían haber rentado un sitio mucho mejor; aunque sería raro que una simple mujer recién llegada al país y sin empleo pudiera pagar algo costoso.

La sala de estar tenía un pequeño sofá en el que podían sentarse dos personas pero bastante cerca uno del otro, una mesa también pequeña. A unos pocos pasos estaba una mesa cuadrada con cuatro sillas y muy cerca la cocina. Tenía un cuarto con armario y baño. El lugar ideal para una estudiante o pareja sin hijos que busca ahorrar.

Desempaqué y luego me acosté a dormir, estaba un poco cansada. Mañana tendría que salir de compras para tener provisiones. El refrigerador estaba completamente vacío. También tendría que comprar conjuntos formales para cuando lograra conseguir empleo en la empresa de quién ahora tenía nombre y apellido, Kilian Cervantes.

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