La Duquesa habló con su esposo, sobre lo que estaba pasando con Evelyn y que no pueden seguir permitiendo que esa chica sufra, vive bajo injusticias, con un padre que castiga a la hija equivocada y que sin duda, al haber aceptado el matrimonio, es por los beneficios que recibirá.
— le pediré a Caesar cuando llegue que se casen y cuando ella este en la mansión, Caesar puede regresar a la academia.— comenta la duquesa.
— pero que ideas más locas tienes cariño, no creo que Caesar quiera casarse ahora, apenas y acepto el compromiso.—
— descuida, cuando la vea de nuevo a su prometida, caerá rendido ante ella, es una belleza como su madre.—
El Duque solo sonríe por las palabras de su esposa, sin duda, ella y Ophelia fueron grandes amigas, él también apreciaba a Ophelia, era una mujer audaz, valiente, quien no dudo en arriesgarse para salvar sus vidas años atrás, desde entonces fueron tan unidos, hasta que la familia de Ophelia le obligó a casarse, perdiendo así, todo lo que Ophelia realmente deseaba y aunque intentaron ayudarla, no pudieron lograr que se concretará un divorcio para poder sacarla de esa mansión. La Duquesa se dispuso a enviarle una carta a su hijo, para saber que opina respecto a sus planes, pues en verdad necesita sacar a Evelyn de ese lugar, en la tarde, después de escribir la carta, se dispuso a enviar al mensajero, pero pronto ve llegar un grupo de guardias acompañando a alguien cubierto con una capucha, cuando este baja y se descubre, la Duquesa se sorprende de ver a un joven de expresión sería, cabello negro y ojos azules, la mujer corre hacía él y lo abraza.
— Caesar, hijo mío...bienvenido.— se separa admirando a su hijo, hace meses que no lo ha visto.
— gracias madre, estaré aquí hasta que el príncipe regrese.—
— ¡oh! Cariño, que bueno que has venido, hay algo que quiero hablar contigo.— la duquesa se muestra seria.
— ¿Ha pasado algo malo? ¿Mi padre esta bien?— pregunta preocupado.
— no cariño, entra y saluda a tu padre, después hablamos.—
La mujer estaba contenta y mientras caminan hacía el estudio de su esposo, le cuenta a su hijo de la vida que lleva Evelyn en casa del conde Caruso, ante esto Caesar comienza a hacerse una idea de lo que su madre quiere; tras saludar a su padre y cenar juntos, se quedaron él y la duquesa en la sala para hablar, ella le habla del plan, es decir, casarse lo más pronto posible con Evelyn y que así ella pueda salir de la mansión de los Caruso, donde es tratada mal por la actual condesa, Caesar solo dijo que lo pensaría, es algo pronto para él casarse, apenas la ha visto una vez y en el mercado solo hablo brevemente con ella, no sabe nada, no se conocen bien, casarse y después dejarla por dos años, no es una opción muy buena.
Subió a su habitación, para descansar, pero se quedó pensando en lo que su madre le propuso y es que apenas había aceptado el compromiso, no se imagina siendo un hombre casado tan pronto, dejo salir un suspiro y recordó a Evelyn cuando la vio en feria, ella llevaba una espada, lo cual significa que entrena con ella, igual y puede ser solo para aparentar.
Mientras tanto Evelyn, salta la barda de su residencia, para salir al bosque, camina despacio, asegurándose de no encontrarse con ningún guardia y se adentra al bosque, le es fácil ver su camino porque unas pequeñas luces le siguen de cerca, para iluminar su caminl, estas eran las sombras que siempre estan con ella. Evelyn camina hasta llegar a un sitió despejado de árboles, donde la luz de la luna ilumina el lugar, ahí se sienta y deja su espada a su lado, las pequeñas hadas se alejan, Evelyn solo quiere estar tranquila, al cerrar los ojos puede escuchar atentamente el sonido el bosque, como el aire mueve la hojas de los árboles, pequeños insectos cantando, así como el aleteo de algunos animales nocturnos, pero rápidamente agarra su espada y detiene el golpe de otra, era la de alguien cubierto con una capucha, quien presiona contra su espada, hasta que la luz le permite ver el rostro de la albina y esta se hace hacia atrás guardando su espada.
— lady Evelyn Caruso...¿que hace la distinguida hija de los Caruso en medio del bosque?—
Evelyn mantiene su guardia aunque aquel misterioso hombre ha guardado su espada.
— este sigue siendo territorio del condado, puedo estar donde quiera, más bien ¿que hace un extraño en tierras de mi familia?—
— solo averiguo cosas, en las que el conde Caruso podría estar involucrado...—
— de mi padre no me sorprendería, haría lo que sea por no quedar en la ruina.—
— como venderla a usted a los Smirnov ¿cierto? ¿O es que usted busca entrar a esa familia?—
— veo que esta informado y si, he sido vendida, pero no creo que eso sea necesario hablarlo, no me importa los asuntos que tenga con mi padre, así que váyase o me veré en la necesidad de acabarlo.—
Aquel hombre se ríe por las palabras de Evelyn, pero puede ver que ella no baja la guardia, sin duda esa espada no la lleva solo para aparentar, realmente sabe usar, pues hace un momento reaccionó rápido a su ataque.
— con su permiso, mi lady...nos veremos pronto.—
Aquel chico se adentra entre los árboles y se pierde en la oscuridad, Evelyn rápidamente retoma su camino de regreso a su residencia, no sabe quien era esa persona, pero si es alguien que tiene tratos con su padre, podría decirle su paradero y prefiere evitarse problemas por el momento. Al día siguiente, Martha y Alondra estaban preparándose para salir, tenían a sus doncellas de un lado a otro, para ayudarlas con los vestidos y el maquillaje, Lily que pasaba había ido a la cocina principal, pregunte el porque andan todas las doncellas apuradas, la cocinera les dice que es porque se han enterado que el hijo del Duque Smirnov estaba de regreso y que asistirá a una fiesta de té organizada por la baronesa Bell, una de las buenas amistades de la Duquesa Smirnova.
— seguramente la condesa quiere que su hijita capte la atención del joven Duque.— menciona Lily.
— ¿lady Evelyn no asistirá? Aunque creo que mi pregunta es tonta.— pregunta la cocinera.
— lo es, nadie le ha dicho y no creo que le importe.—
Lily se lleva el desayuno de Evelyn y al llegar le cuenta lo que estaba pasando, algo que ha Evelyn no le sorprende, Caesar estaba en el ducado porque acompaña al príncipe, debido a que la reina estaba enferma, pero ella y Caesar, aun no se verán, debido a que Evelyn no asiste a esa fiesta de té y piensa dejar que todo transcurra como debe de ser. Lily le sirve el desayuno, dejando un vaso de jugo, por lo que Evelyn saca un pequeño frasco de su bolsillo, este contiene un extraño líquido purpura, el cual vierte en el jugo y lo bebe rápidamente, para después hacer una mueca de desagrado, así que prueba la comida para quitarse ese desagradable sabor.
— sigo pensando que es una mala idea tomarse eso, es muy peligroso, no solo es un veneno, también podría causarle consecuencias de las que se puede arrepentir.—
— jamás me he arrepentido de mis actos Lily y es necesario, no te preocupes, estaré bien.—
Evelyn sigue comiendo y Lily solo deja salir un suspiro y se va de la habitación, aunque sigue preocupada. Por otro lado, Martha y Alondra han llegado a la fiesta de té, el desayuno era servido y las mujeres con más influencia en la sociedad estaban presentes, Alondra logra ver a la duquesa y le dice a su madre, pues alcanza a ver a aquel atractivo joven que acompaña a la Duquesa, rápidamente Martha va con su hija para saludar, haciendo una reverencia.
— saludos Duquesa Smirnova, espero que este bien, espero recuerde a mi hija Alondra.—
— un gusto saludarla de nuevo Duquesa.— Alondra hace una reverencia, pero de inmediato le sonríe a Caesar.
Aunque el chico solo desvía la mirada y se voltea para saludar a otro chico ahí presente, causando que Alondra se sienta avergonzada.
— ¿donde esta lady Evelyn? Quiero que vea a su prometido.—
— lo siento duquesa, Evelyn no quiso venir, ella prefiere quedarse en casa, pero me gustaría presentarle al joven duque a mi hija Alondra.— responde fingiendo una sonrisa.
— me interesa que vea a lady Evelyn, no a la hija ilegítima.— hace una mueca de desagrado.
Ante ese comentario, rápidamente se escuchan los murmullos y algunas risillas, Martha trata de mantener la cabeza en alto, mientras que Alondra agacha la mirada avergonzada por todo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 47 Episodes
Comments
Elizabeth Bustamante Gaona
Hay que mujer tan insistente.. le van a volver a dar sus cachetadas/Smug//Grin/
2025-03-27
0
Lita Wellington
Está mujer no entiende
2024-12-13
2
Martha Padilla
Que pena, está mujer no tiene vergüenza ni dignidad 😡😡😡
2024-10-22
2