capítulo 20- decisión...

Caesar había recibido la respuesta de Ethan y la idea que le habían dado era muy buena, era cuestión de ingeniar algo para que si el enemigo tenía espías en el país, estos no supieran lo que planeaban, Ethan pensó en algo, pero desea que Caesar vaya al palacio para plantear esa idea, por lo tanto, le llevará más de un día llegar al palacio y aunque sabe que Evelyn puede defenderse, no quiere dejarla sola. Así que en la noche, cuando entro a la alcoba y la vio sentada en la cama leyendo un libro, se sentó a su lado para pedirle que vaya con él.

—¿qué yo también vaya al palacio?, Si, su alteza ya pensó en algo, no creo que sea necesaria mi presencia.—

— es quien sugirió parte de la idea y no quisiera dejarla sola.—

— no se preocupe, hay guardias y puedo defenderme lo suficiente, es mejor que usted vaya.—

— eso lo sé, pero realmente quiero que vaya conmigo.— Caesar sujeta las manos de Evelyn entre las suyas.

Evelyn se lo piensa, porque esta era la oportunidad para ir en busca de las otras sombras, necesita despertarlas y saber si puede controlarlas como a las que ya tiene, de no ser así necesitará practica y si va al palacio, perderá esa oportunidad.

— lo mejor sería que me quede, si ambos nos vamos el norte se sentirá desprotegido y creerán que hemos huido debido a los rumores de la guerra.—

— b-bueno, eso es verdad, pero...—

Evelyn le sujeta del rostro para besarlo, sorprendiendo al chico, ya que después del beso que pidió por el duelo, no habían vuelto a besarse y los hombres suelen distraerse con ese tipo de cosas; Caesar, mas que distraído, estaba asombrado, pero el beso se fue haciendo más apasionado, el cual Caesar corresponde, dejándose llevar recuesta a Evelyn sobre la cama, mientras pasea su diestra sobre la pierna de la chica, Evelyn siente como su cuerpo se estremece ante ese toque y es que admite que Caesar es un buen chico y muy atractivo, incluso tiene un buen cuerpo, producto de sus riguroso entrenamiento. Caesar desliza su mano por la cintura subiendo despacio, acariciando la zona aún por encima de la ropa, hasta apretar un s*no, lo que hace a Evelyn ahogar un jadeo entre besos, ante esto, Caesar se aparta avergonzado por lo que ha hecho.

— lo lamento...me deje llevar, no fue mi intención tocarla sin su permiso...— se veía bastante avergonzado.

Evelyn mostró una breve sonrisa, el chico actúa bastante inocente y eso solo la hace sentir tentada. Evelyn se acerca a él para abrazarlo por el cuello.

— no necesitas disculparte, soy tu esposa...—

— lo es, pero no me da el derecho a hacerle lo que yo quiera si usted no lo desea.—

— entonces te doy permiso, puedes tocarme, besarme y todo lo que desees en este momento.—

Evelyn se quita el camisón que lleva puesto, dejando al descubierto sus sen*s, ante esto Caesar desvía la mirada pero la chica sujeto la mano del joven duque y le hizo tocar su pecho, causando que Caesar se ruborice.

—¿esta segura que desea eso? No quisiera que pasará algo de lo que pueda arrepentirse después...—

— jamás me he arrepentido de mis decisiones.—

Caesar dejo salir un suspiró, para después empujar a Evelyn sobre la cama y acomodarse sobre ella mostrando una expresión más sería.

— una vez que empiece, no me detendré...—

Caesar se reincorpora para quitarse la bata que llevaba puesto, dejando ver su torso desnudo, tal como Evelyn pensaba, tiene un cuerpo perfectamente esculpido, cualquier mujer estaría más que encantada de pasar una noche con él, ella no es la excepción, lleva tiempo en ese mundo y ya necesitaba un poco de placer. Caesar se inclina, besando sus hombros y bajando hasta tener entre sus labios uno de sus pechos, el cual degusta con la lengua, Evelyn deja salir un suspiro, ese cuerpo era sensible y aunque sería su primera vez en ese mundo, ya necesita divertirse un poco y si tiene un esposo, cuando menos debe aprovecharlo.

La diestra de Caesar se cuela entre sus piernas, sintiendo como los ded*s frotan esa zona tan suave y sensible, mientras aun saborea con sus labios cada sen*, aunque el chico parecía atento a sus reacciones y al ver que no hay queja alguna, continúa, comenzando a descender con besos por todo el dorso de Evelyn, hasta quedar entre sus piernas, Evelyn arquea la espalda al sentir el roce de la leng*a moverse entre sus pliegues, su cuerpo se estremece en cada movimiento, el chico sabe perfectamente donde tocar para hacerla jadear, hasta que alcanzar su primer clim*x en el cual su cuerpo se estremece con un ligero temblor, su respiración era agitada, mientras Caesar se coloca entre sus piernas después de quitarse el pantalón, Evelyn puede ver esa dureza bien dotada. Caesar se frota en ella, hasta que los ojos de Evelyn parecían suplicar que ya entre y así lo hace, empujando con algo de brusquedad, lo que causa que Evelyn se queje un poco, pues hubo un dolor punzante en su parte baja.

— ¿estás bien?— pregunta preocupado.

— estoy mejor de lo que cree...— sonríe ladina.

Caesar comienza a moverse, mientras sus manos aprietan los sen*s de la albina, Evelyn puede sentir como el dolor se disipa y da paso al plac*r, la manera en la que Caesar se mueve la hace soltar gemid*s que hacen eco en esa habitación. Caesar disfrutaba esa presión que sentía al estar dentro y el calor de ese suave interior le brindaba satisfacción, no quería detenerse, por el contrario estaba desesperado por sentir más de su esposa, la sujeta de la cintura y se mueve con mayor brusquedad, Evelyn sin duda estaba disfrutando el acto al igual que él, hasta alcanzar juntos el clim*x del acto. Caesar se dejo caer agitado sobre el cuerpo se la albina, quien también respiraba con agitación.

— esposa...aun no tengo suficiente de ti...— le susurra al oído y comienza a besarla en el cuello.

Evelyn se estremece ante el roce de sus tibios labios, dejándose llevar para continuar con el acto. A la mañana siguiente, Evelyn abre los ojos, notando que el chico aún duerme a su lado y la sostiene de la cintura, trata de moverse, pero su cuerpo estaba agotado, nunca imagino que Caesar fuese tan energético y apasionado, nisiquiera en su vida anterior tuvo tanta satisfacción como la de anoche. Caesar se despierta y la atrae hacía él besando su hombro, para después sonreír satisfecho al ver las marcas en la blanca piel de Evelyn, eso era una prueba de que esa mujer a su lado fue suya y lo será siempre.

Se acomoda para poder besarla en los labios, un beso fugaz, pero bajo las sábanas, Caesar se acomoda sobre ella, en especial quedando entre sus piernas.

— ¿que hace? Es de mañana...—

— eso no importa, aun no he tenido suficiente de ti, esposa.—

Evelyn deja salir un jadeo, al sentirlo hundirse en ella una vez más, parece que esa mañana será una mañana muy agitada y presiente que ha despertado a una bestia sexual de la cual le será difícil librarse.

Ya era casi medio día cuando salió de la habitación, pudo finalmente darse un baño y bajar a comer algo, estaba cansada, nunca imagino que Caesar fuese tan energético en la cama, en la novela no se describe las veces que estuvo con Evelyn y cuando tiene su primera noche con la princesa, fue bastante delicado con ella.

— se ve muy cansada, debería tomarse el día libre.— menciona Lily.

— debería, pero hay asuntos pendientes que atender, en especial porque mi esposo debe acudir al palacio.—

— que pena con eso, apenas inician su vida de casados y deben separarse, pero es por lo rumores ¿cierto?— Lily se veía preocupada.

— así es. No te preocupes Lily, estaremos bien.—

Dentro de poco Caesar se irá y ella podrá ir en busca de las sombras, si las despierta, podrá tener una gran ventaja en esa guerra y es su oportunidad de demostrar al rey que las mujeres también son aptas para hacer cualquier trabajo que se propongan.

--------------NOTA-----------

Espero les haya gustado este doble capítulo y si están leyendo este capítulo es que la app si me lo acepto sin tener que censurar 🫣

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***