capítulo 6- compromiso...

Después de su visita con la reina, el conde tuvo que salir a un viaje, aprovechando esto, Martha ordena que se le limite la comida a Evelyn y que la dejen salir de su residencia, ante esto, Lily estaba muy molesta, no era posible que esa mujer hiciera algo así y lo más seguro es que sea por venganza debido a la visita de Evelyn con la reina.

— es una maldita ¿cómo puede ser así con una niña?—

— descuida Lily, estaremos bien. Ve a dormir.—

Ya era tarde y de cenar solo le enviaron un vaso de jugo y un pan, siendo lo mismo para Lily. La doncella se retira a dormir, aunque le preocupa, pues ambas se han quedado con hambre.

Para cuando Lily se durmió, Evelyn usa a las sombras pidiendo le traigan algo de comer, después de una hora, tenía ante ella, frutas, verduras, huevos e incluso un par de gallinas muertas, seguramente las tomaron del granero, Evelyn llama a Lily quien se sorprende de todo lo que había ahí.

— ¿crees poder cocinar algo con esto? —

— s-si...pero ¿cómo lo consiguió?— pregunta sorprendida.

— creo que es lo de menos ¿no?—

Lily asiente y lleva los ingredientes hacia la cocina, pero ayudada de Evelyn, así han podido tener una cena decente y se han llenado, así Lily podrá dormir tranquila, pero antes, esconden los ingredientes en un sitió seguro.

Paso un mes mientras el conde estuvo de viaje, Martha creía que dañaba a Evelyn al matarla de hambre, pero la doncella que les lleva el pan y el jugo, ha dicho que ella se ve saludable, cosa que hace enfurecer a la mujer, así que ordena que ahora, solo se lleve una vez al día.

— condesa ¿no es eso demasiado?— pregunta Hilda, la concubina.

— por supuesto que no, pero si se muere ¿no es mejor?— asegura que sin ella, Alondra podría socializar con la reina.

— por supuesto, pero ¿cree que el conde estará bien si pasa?—

— está bien, a él no le importa esa niña, no le es útil. —

— podría serlo ¿qué tal dársela a algún noble como esposa? No sería más fácil deshacerse de ella y además recibirá una dote.

— nadie pagaría una buena dote por esa mocosa, pero sí, servirá para deshacerse de ella.—

Cuando regrese el conde sin duda le propondrá esa idea, así ya no verá a esa niña y tendrá la oportunidad de ofrecerle a la duquesa una propuesta de matrimonio para Alondra y el hijo de los duques.

Tan pronto el conde regreso, Martha le da la idea de ofrecer a Evelyn en matrimonio, aunque apenas tiene 12 años, pueden conseguir un interesado y tan pronto cumpla 15 años, se podrá casar.

— no es una mala idea, la dote nos vendría bien.—

Y es que últimamente al conde no le ha estado yendo bien con sus negocios.

— ¿verdad? No creo que ofrezcan mucho, pero nos será útil.—

— tan pronto pueda, buscaré un candidato perfecto.—

— no te preocupes por eso cariño, yo me encargo de eso ¿si?—

— bien, pero antes de concretar algo, debo ver que nos convenga.—

— por supuesto.—

Martha sonríe, se asegurará de buscar al peor hombre que haya en el reino. Pronto a la duquesa le llego la noticia, estaba indignada, pues supo que a quienes el conde estaba considerando, eras nobles ya mayores interesados en una niña, eso solo los hacía unos depravados, no pensaba permitir semejante atrocidad, quizás no pudo proteger a Ophelia, pero no dejará que Evelyn sufra.

— por supuesto que no podemos permitir algo así. Ofreceré casarla con Caesar.—

De pronto un chico sentado a la derecha del duque, se atraganta ante las palabras del hombre. Ese era el joven Caesar, quien tenía 14 años y se encontraba de visita por un descanso de la academia.

— pero padre yo...—

— es verdad, ambos harían una excelente pareja.—

— padre, madre, me niego, no conozco a esa niña.—

— cuando la conozcas te va a gustar, es hermosa y bien educada. Caesar por favor, es mejor contigo que con un viejo depravado.—

Caesar se queda en silencio, por una parte, su madre tiene razón, sería horrible para esa niña casarse con un viejo pervertido. Deja salir un suspiro.

— bien, pero con una condición, si ella y yo no logramos llevarnos bien, se nos permitirá el divorcio, incluso si ella conoce a alguien a quien quiera, podré dejarla ir.—

Los duques lo reflexionan y su hijo tiene razón, es la mejor opción, tampoco los pueden obligar a permanecer en un matrimonio donde ninguno se gusta, así que sí, aceptan esa condición, todo sea por evitar que Evelyn sea dada aun viejo perverso.

Cuando menos se lo esperaba, el conde tenía en sus manos una carta del duque, solicitando su presencia, pues supo sobre la búsqueda de un prometido a Evelyn y deseaba hablar de eso, el conde se sintió un poco nervioso, pero se aseguró de asistir a la cita, grande fue su sorpresa al saber que el duque pedía a Evelyn para casarse con Caesar, quien estaba en compañía de su padre, el chico asegura que es de su interés hacer de Evelyn su esposa, por supuesto, la dote ofrecida era mucho más alta que la de cualquier otro, además el duque dijo que ayudaría al conde a mejorar sus negocios, algo que no pudo rechazar y de inmediato hizo el trato, al volver a casa, vio que había un carruaje, así que baja y al entrar, Martha se acerca a él, emocionado.

— querido, el Marqués Mendez ha venido a conocer a Evelyn, dice que está muy interesado en el compromiso, voy por ella.—

El conde la detiene sujetando su brazo.

— no, ya he hecho un buen trato y Evelyn ya fue prometida.—

—¿qué? Pero querido, el Marqués es un buen candidato, nos ofrece un viñedo muy próspero. Por eso le dije que viniera a conocer a Evelyn.—

—¿cómo? ¿Has decidido tú que viniera? No recuerdo que lo hayas consultado conmigo y te estoy diciendo que ya hice un trato.—

—¿qué? Pero querido ¿qué va a pasar con el Marqués? Ya le había prometido presentarle a Evelyn.—

— como siempre tomando decisiones sin consultarme. Ella ya esta prometida, no puede ver a nadie más.—

— pero ¿qué le digo yo al Marqués? —

— la verdad, que eres una estúpida y tomas decisiones sin consultarme...—

El conde sujeta del brazo a Martha y la arrastra hasta la sala donde espera el Marqués, un hombre entre los 40, delgado y con una expresión ruda, ahí mismo hace a Martha ponerse de rodillas.

— me disculpo Marqués, mi esposa al parecer le dio por hacer las cosas sin consultarlo conmigo. Pero Evelyn ya está prometida a alguien más.—

—¿qué? Pero si ella...—

— como dije, ella se toma libertades que no debe, pide perdón.— el conde la golpea en la cabeza.

Martha agacha la cabeza, sintiéndose tan humillada por la situación.

— me disculpo por hacerlo venir en vano, yo no sabía que mi esposo, ya había escogido un prometido para Evelyn.—

El Marqués se pone de pie, sintiéndose indignado por la situación.

— debería educar mejor a su esposa. Jamás me habían ofendido tanto.—

El Marqués salió de ahí hecho una furia, indignado por la situación. Mientras que en la sala, el conde le grita a Martha, por atreverse a querer tomar decisiones sin consultarlo con él, causando que ponga en ridículo la reputación de su familia. El Marqués iba furioso en su carruaje, cuando de pronto siente como se sacude y de un momento a otro el carruaje se voltea, causando que caiga contra la puerta, ante esto se pone de pie y logra salir por la otra puerta, viendo como el cochero se aleja corriendo y los caballos huyen, por otro lado. Al bajarse, siente un dolor en el brazo debido a la caída de hace un momento, busca por todos lados, pero no hay señales de que hayan sido bandidos, aunque le resulta extraño que sus guardias no estén ahí, seguramente huyeron como el cochero.

— saludos, Marqués...— Evelyn hace una reverencia.

— ¿quién eres? ¿Estás sola?— una sonrisa perversa se forma en sus labios.

— no, ellos vienen conmigo.— señala tras el Marqués.

Cuando el hombre voltea, ve las sombras paradas frente a él, estas tenían una estatura pequeña y se escuchan las risas de niñas, mientras lo rodean, el Marqués no sabía que hacer, hasta que ve como las sombras abren sus bocas mostrando sus feroces dientes y se abalanzan contra el hombre, quien grita de desesperación.

Evelyn observa atenta todo, pues sabe que ese hombre es solamente un perverso que gusta de dañar a los niños. Para cuando las sombras desaparecen, solo ha quedado un charco de sangre y ropas, Evelyn se da la vuelta para adentrarse al bosque, por ese lugar, podrá volver a su residencia sin ser vista.

Al día siguiente, se habla de lo sucedido con el Marqués y de su extraña desaparición, aunque los caballeros del palacio, creen que fue devorado por alguna manada de animales salvajes, el cochero quien logro salvarse, fue interrogado y mencionó que no sabe que fue lo que tiro el carruaje y como vio una especie de sombras acercarse, huyó, era de noche y probablemente eran lobos, lo cual tendría sentido debido a lo que paso. A Evelyn no le preocupa, no hay nada que pruebe que fue ella, así que por ese lado está tranquila.

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