capítulo 14-boda...

Tal como habían quedado, la boda se estará llevando a cabo en la mansión Smirnov, todo estaba listo, el sacerdote estaba en el altar, los duques esperaban ahí junto con Caesar, quien aunque no lo parezca estaba nervioso, ya que en unos minutos sería un hombre casado, aunque todo era por complacer a sus padres. Pronto se anuncia la llegada de la novia, quien entra del brazo de su padre y tras ellos venían la condesa y Alondra, junto con Hilda, la concubina y sus dos hijas, el único que no pudo asistir fue el hijo de Martha. Ella de inmediato se da cuenta que solo han asistido nobles de alto rango e influyentes, así que al menos esta es su oportunidad para hacerse de amistades valiosas, que la ayuden a escalar.

El conde entrega la mano de Evelyn a Caesar y ambos se ponen de frente al altar, escuchando las palabras del sacerdote, todo era sobre la importancia del matrimonio y en como deben amarse mutuamente, pura palabrería, para Evelyn, pues en ese mundo esta difícil que una boda sea realmente deseada. Ambos dan sus votos, intercambian anillos y el sacerdote, da por hecho que ahora son una pareja casada y por supuesto, el beso para sellar su supuesto amor; Caesar aparta el velo, notando ahora que la tiene de frente, lo hermosa que es Evelyn.

— será solo un roce.— le menciona en voz baja.

Evelyn asiente y Caesar se inclina, presionando solo un poco sus labios contra los de Evelyn, dando así por finalizada la ceremonia. En el gran salón de la mansión, el banquete estaba servido y todos felicitan a la "feliz" pareja.

La fiesta en verdad era lujosa y elegante, solo lo mejor era servido en el banquete y la decoración era de primera, cosa que a Alondra le molestaba, detesta que Evelyn tenga una fiesta tan perfecta. Pronto se anuncia la llegada del príncipe heredero, Ethan Cross, un chico de la misma edad que Caesar, pero era de cabello rubio, el típico chico lindo, este saluda a Caesar y lo felicita por su matrimonio.

— bienvenida a la familia cuñada.— el chico le da un abrazo efusivo y muestra una sonrisa.

Ethan suele ser un chico alegre y para él, Caesar es como su hermano, Evelyn agradece su amabilidad, pero ella sabe que dentro de unos años, Caesar en verdad será su cuñado, pues el amor de Caesar será la princesa, hermana menor de Ethan.

Rápidamente la condesa y Alondra se acercan a saludar al príncipe, haciendo una reverencia.

— Alondra es la hermana menor de Evelyn y como puede ver, es una belleza y no lo digo porque sea su madre.— ríe.

— un honor conocerlo alteza, así como es amigo de mi cuñado, espero podamos llevarnos bien.— muestra una sonrisa.

Una con la que cualquier hombre caería, pero Ethan mira a Caesar y este le hace seña de desagrado.

— un gusto, si me disculpa, saludare a gente que si es importante.— menciona adrede.

Ethan rápidamente huye a perderse entre la multitud, mientras que Caesar toma la mano de Evelyn para alejarse de esas mujeres, Alondra se queda ahí, molesta por ese desaire del príncipe, pero no se piensa rendir, ella tiene que ser la princesa heredera. Al final de la fiesta, se supone que los padres de la novia podrían quedarse en la mansión, pero la duquesa les aviso que no habían habitaciones disponibles, todas eran ya ocupadas por los invitados especiales.

— en el pueblo del ducado hay lugares muy cómodos para hospedarse.—

— pero duquesa...nosotros, en un lugar así...no podríamos ¿que dirán de nosotros y de usted?—

— no dirán nada, es mejor a que les deje quedarse en una habitación de empleados.— sonríe la duquesa.

Los condes se sienten ofendidos ante ello y el conde exige hablar con el duque, pero cuando este llega les dice lo mismo, así que no les queda de otra que irse, mientras que Evelyn observa el carruaje de su familia alejarse; tocan a su puerta y son las doncellas que han ido a bañarla y alistarla para su noche de bodas, así que pasa a quitarse el vestido y meterse a la bañera, la cual contiene aceites aromáticos.

Al termina le colocan un camisón blanco de encaje, la peinan, le colocan un poco de crema aromática al cabello, se aseguran de que quede perfecta y se retiran, Evelyn aprovecha para sacar del bolsillo de su vestido un pequeño frasco de aquel líquido purpura y lo bebe de un solo trago. Aunque la boda se haya adelantado, es probable que pase lo mismo que paso en la historia original, Caesar no llegará a la alcoba, así que solo se mete a la cama para dormir.

Contrario a lo que Evelyn esperaba, Caesar entro a la alcoba, pero pudo notar que la albina dormía, el chico deja salir un suspiro, no esta listo para hacerlo con ella, no cuando también es joven, es solo una chica de 16 años y el ya tiene 18, siente que eso no estaría bien. Cerró la puerta con cuidado, para así el bajar a hablar con su madre, le dirá que la noche de bodas será hasta que el regrese dentro de dos años, cuando Evelyn ya sea mayor.

— si esa es tu decisión esta bien, quería un nieto pronto, pero creo que no será así.— se queja.

— madre, ella es una niña, no creo que este lista para un bebé.—

Durante su estadía en la academia, ha escuchado tantas cosas, entre ellas sobre jovencitas que han fallecido mientras estaban embarazadas o daban a luz, debido a sus cuerpos débiles y mal alimentados, quizás Evelyn tenga buena salud, pero sigue siendo bastante joven.

Al día siguiente Evelyn baja para desayunar con los duques, en ese momento le menciona la duquesa que ya ha enviado a alguien al condado para que le traiga su equipaje.

— se lo agradezco y se que es mucho pedir, pero me gustaría tener a Lily conmigo, ha sido mi doncella por mucho tiempo y...—

— no se preocupe por eso, he pedido que la traigan también, comprendo lo que es acostumbrarse a una doncella, yo también tengo a Susi, me ha servido desde antes de casarme.—

— gracias duquesa, Lily es importante para mi y temo por ella si se queda con los condes...usted lo ha visto.—

La duquesa recuerda las heridas que Evelyn tenía en su espalda, por suerte el mago del templo pudo curarla para que no quedará ninguna cicatriz.

— tranquila, ahora estás a salvo y ya no estaré sola cuando aquellos se vayan.— señala a su esposo e hijo.

— madre, sabes que lo hago para prepararme.— se queja Caesar.

— y yo trabajo para darte lo mejor.— se defiende el duque.

— pero que quejosos.— la duquesa ríe.

Mientras que Evelyn solo muestra una breve sonrisa. Caesar se ha dado cuenta que ella es una chica sería e inexpresiva, lo cual esta bien, así quizás ella sea razonable y tendrán problemas en su matrimonio.

Poco a poco, Evelyn se iba acostumbrando a su nuevo hogar, tenía una habitación cómoda, doncellas a su servicio a parte de Lily, además el duque le había dado un carruaje propio para que pueda salir cuando quiera y como esposa de su hijo, le daba una mesada, aunque claro, Evelyn se ofreció a ayudar a la duquesa en sus deberes de la mansión, al principio no quería, pero Evelyn la convenció, diciendo que así aprendería para cuando Caesar y ella tengan su propia casa.

— no sabía estabas aquí.—

Caesar había entrado a la biblioteca y se sorprende de ver a Evelyn ahí, incluso le llama la atención que ella tenga en sus manos un libro de magia.

— no se preocupe, pero si le incomoda me retiro.—

— no, no es así, solo venía por un libro. Veo que te interesa la magia, no muchos tiene el don.—

— lo sé, mi madre lo tenía, por eso mi padre quería un heredero con un poder mágico, lamentablemente no se pudo.—

Caesar tomo asiento frente a ella.

— ¿y usted? ¿Posee el don de la magia?—

— si, pero mi padre nunca lo supo.— Evelyn levanta la palma y de ella se crea un chispa de energía.

Caesar observa atento, nunca imagino que su ahora esposa poseyera un don mágico.

— usted también posee magia ¿cierto?—

— si, muestra magia viene heredada desde generaciones.—

Caesar chasquea los dedos y pequeñas descargas se forman en su mano.

— por eso son la familia más poderosa después de la familia real.—

— exacto y porque poseemos un gran territorio y riquezas.— presume.

— justamente lo que vale en este mundo, las influencias y la riqueza. Imagino tiene muchos enemigos.—

— me han intentado matar unas cinco veces, pero aquí sigo.—

— supongo que ahora yo también debo ser cuidadosa.—

— tendrás guardias a tu disposición, como mi esposa, estarás mas protegida que el propio rey.—

Después de eso, ambos se quedan hablando un poco, Evelyn le cuenta que ella ha practicado la espada desde pequeña, debido a que su madre era una experta, incluso su sueño fue unirse los caballeros del rey, pero su plan se vio frustrado al casarse con el conde.

— he escuchado eso de mi madre, ella incluso les salvo la vida a mi padres.—

— eso, no lo sabía...—

Caesar le cuenta que los duques volvían de una fiesta cuando fueron atacados por bandidos, eran demasiados y sus guardias pocos, uno de ellos fue en busca de los caballeros y justo cuando el duque estaba casi derrotado, Ophelia llego, luchando contra aquellos bandidos, usando su magia logro derribar a varios y los protegió hasta que los caballeros llegaron, ellos estaban agradecidos, que cuando supieron lo que Ophelia deseaba ser, ellos mismos pidieron al rey dejarla ir a la academia militar, sería la primera mujer en unirse a los caballeros reales. Todo estaba listo, pero los padres de Ophelia la obligaron a casarse y ya no pudo seguir con sus planes como ella deseaba. La duquesa estaba tras la puerta, sonriendo, buscaba a Evelyn, pero al ver que Caesar estaba con ella y parecían llevarse bien, prefirió dejarlos solos.

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