capítulo 13- preparación...

Evelyn se puso de pie de un salto, cuando ya todos estaban en la mesa y el duque anunció que la boda se llevaría a cabo dentro una semana, lo cual para ella era una sorpresa, ya que esa cena no sucedió en la historia y mucho menos hubo un adelanto de la boda, el conde se disculpa por la repentina actitud de Evelyn y le jala del brazo para que se siente.

— lo lamento, es que no creí que la boda sería adelantada...—

— no te preocupes querida, mi hijo esta de acuerdo ¿cierto, Caesar?—

— por supuesto, creo que es una oportunidad, para que así ambos podamos conocernos mejor.— muestra una sonrisa amable.

Evelyn solo agacha la mirada y deja salir un suspiro, sigue sin comprender porque eso estaba pasando, aún no estaba lista para algo así.

— no se preocupen, Evelyn esta lista para el matrimonio y mi esposa con gusto estará organizando todo.— habla el conde.

— no, esta boda la organizó yo, ustedes saben que la anterior condesa fue casi una hermana para mi, por eso, quiero encargarme yo misma de esta boda.— agrega la duquesa.

— creo que el conde no tendrá problemas con esto ¿cierto? Dejen todo en manos de mi esposa.— la apoya el duque.

Por esa parte, Martha se siente aliviada, ni ganas tenía de preparar algo para Evelyn. Después de la cena, Caesar le pide a Evelyn caminar mientras sus padres arreglan todo sobre la boda, el chico le ofrece su brazo para que vayan juntos a caminar por el jardín.

— lamento que sea repentino todo, pero mi madre quería aprovechar mi estadía en el reino.—

— no necesita disculparse, si esta de acuerdo, yo no tengo problema alguno.— Evelyn mantiene la mirada baja.

Aún así no deja de ser preocupante ese repentino cambio, aún no esta lista, necesitaba más tiempo, pero tendrá que adelantar sus planes. Después de que los duques se fueron, Alondra estaba haciendo berrinche, no solo porque Evelyn se casaría pronto, si no, porque a ella Caesar le fue indiferente y la insulto, mientras que con Evelyn se porto amable.

— yo que soy hermosa y una dama, fui despreciada por él...no es justo madre, ella no merece tener nada bueno, yo soy la hija preferida de mi padre.—

— calma, ser duquesa no es tan importante, tú serás una princesa, debemos asegurarnos que el príncipe heredero se fije en ti.—

Es la mayor oportunidad para subir de estatus, así que Evelyn no será nada comparada con su hija y la duquesa se tragara todas sus palabras por tratarla tan mal.

Al día siguiente una doncellas de la mansión Smirnov habían llegado a la mansión Caruso, por petición de la duquesa habían llegado para llevarse a Evelyn, ya que debe ir con la modista para diseñar su vestido, ante esto, Martha y Alondra dijeron que irían, pero las doncellas no les permiten subir al carruaje.

"La duquesa ordeno, solo lady Evelyn Caruso."

— ¿te atreves a negarme el paso? Soy la condesa, la madrastra de Evelyn, por supuesto que iré con ella.—

"No podemos llevarla, la duquesa la espera con la modista, si llega no la dejarán pasar."

Las doncellas suben al carruaje y cierran, impidiendo que Martha pueda entrar y esta de inmediato se queja, pero el carruaje avanza dejándola atrás.

— me disculpo por el comportamiento de la condesa. — menciona Evelyn.

"No se preocupe lady, la duquesa nos advirtió."

Llegaron a la mansión Smirnov, ahí la duquesa salió a recibir a Evelyn, pasando ambas a una sala donde la modista espera, tomando de inmediato las medidas de Evelyn, pero cuando ella queda en camisón, la mujer se asusta al ver su espalda, la duquesa corre de inmediato quedando horrorizada por las cicatrices de la espalda. Evelyn ante esto desata su cabello para cubrirse y agacha la mirada.

— siento que viera eso, entenderé si prefiere que una mujer defectuosa como yo, no se case con su hijo.— Evelyn se cubre el rostro con ambas manos.

— no es eso querida, lo que me asusta es ¿quien fue capaz de acerté todo eso?...es un monstruo.—

— m-mi padre...es el castigo que recibo cada vez que la condesa y mi hermana me acusan falsamente.— Evelyn mantiene oculto su rostro.

La duquesa la escucha sollozar, sin duda esa mujer era un ser horrible por hacer que Evelyn fuese castigada y el conde es un estúpido por creer en esa prostituta, en lugar de creerle a su hija. Sin duda es mejor sacarla de esa mansión.

— haremos que un sacerdote del templo te cure, además mi hijo jamás rechazaría la boda por algo así.—

La duquesa le sujeta las manos entre las suyas, Evelyn solo agradece por su amabilidad. Después de la prueba, Evelyn pensaba irse, pero la duquesa le pide quedarse a cenar, ella avisaría al conde diciendo que se hizo tarde y sería peligroso enviarla así. Evelyn se quedó a cenar, después de eso, Caesar la invita a dar un paseo por el jardín, pues la noche era hermosa y fresca.

— quiero dejar en claro una cosa, no espere amor de mi parte, es mejor si no se enamora y no le daré razones para hacerlo, podemos solo llevarnos bien.—

— yo acepte este matrimonio por obligación, no espero nada y no espere nada de mí, así que estaremos bien.—

Caesar se sorprende por las palabras de Evelyn, además de que pese a ser hermosa, no parece tener muchas expresiones, lo que hace difícil saber sus emociones. Pero era bueno que entendiera, pues de ese modo no se complicada nada y él puede seguir siendo libre, aunque claro, no buscará otras mujeres, será fiel a ese matrimonio.

Al día siguiente, antes de que Evelyn regrese al condado, un mago del templo había llegado con urgencia y paso a revisar las heridas de la chica, afortunadamente, fueron fáciles de curar, ya en la tarde, Evelyn se despide de la duquesa y regresa a la mansión Caruso, Martha de inmediato la intercepta cuando iba a su residencia, la mujer se veía muy molesta.

— al fin vuelves, no te has casado y ya andas en la cama del joven duque, vaya golfa que eres.—

— al menos se casará conmigo, seré una esposa legítima, no como ciertas mujeres que tienen que esperar para pasar de amantes a esposa.—

Ante esto, Martha la intenta golpear pero Evelyn detiene su mano y aprieta con fuerza su muñeca, para así quedar cerca de ella.

— prepárate, pronto te quedarás sin nada y desearás jamás haberte metido conmigo.—

Martha aparta la mano y estaba por gritarle, pero pudo ver la mirada amenazante de Evelyn, por lo que se limita a irse de ahí. La preparación de la boda iba bien, la duquesa daba lo mejor de sí para que fuese la boda del año, cuando todo estaba listo, las invitaciones fueron enviadas, todos se sorprendieron porque no habría un anuncio de compromiso y pasarían a la boda de inmediato, algunos comenzaron a decir que quizás Evelyn ya estaba embarazada y por eso se apresuró todo, pero la versión oficial, era porque si no se casaban ahora, tendrían que esperar dos años y eso es muy largo e injusto para Evelyn.

La albina estaba ante su mesa, con una taza de té sobre esta y vierte aquel líquido purpura, ahora que se case, le será difícil conseguirlo, así que beberá todo lo que pueda, pero planea llevarse los suficientes para al menos un mes, ya después debe arreglárselas para salir y conseguir otro, aunque Lily observa con preocupación.

— no me mires así Lily, esto es necesario, mi vida será diferente, lograré lo que mi madre no pudo y nada me lo impedirá.—

— pero lady, usted escucho a esa persona, eso no tiene cura.—

— eso es lo mejor Lily y nadie podrá obligarme a beber la cura, porque no existe.—

Bebe aquel jugo, aunque sin importar cuantas veces lo haya bebido, sabe horrible.

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