CAPÍTULO 13 EL SENTIR DE UN RECHAZO

Isabella solo pensaba en como había terminado en esa situación, todo parecía desencajar de la realidad… al volarse a causa de su ahora esposo en su propia boda, al entrar a un lugar prohibido para las mujeres, estar en medio de hombres con su vestido de novia lleno de lodo, en medio de una discusión febril, avergonzarse así misma perdiendo su zapato y ser alzada con tanta intimidad en medio de todos...además, colada encima de una bestia por primera vez en su vida... se había preparado a lo largo de su vida para todo menos estos acontecimientos extraños.

Erik podía ver la confusión en sus ojos, sabía que su pequeña esposa la estaba pasando mal pero quería dejarlo claro a ella que de él no podía esperar una vida de reglas y protocolos nobles. Erik pensaba que su viaje le permitiría despejar un poco su mente y pensar qué hacer con ella, jamás contempló una esposa y menos una tan joven, qué podría hacer con una niña. Al cruzar toda la caballería llegaron a la puerta de salida y al lado había una pequeña cabaña, Erik bajó a Isabella tal cual la subió, Isabella podía sentir sin la necesidad de levantar su mirada como el guardia de la entrada miraba asombrado aquella escena, solo quería undirse en medio del fango como su zapato.

Erik al llegar al piso del entablado la bajó sin ningún glamour, tomó su mano y abrió la pequeña cabaña ingresando con ella, después de eso los murmullos y cuchicheos empezaron en las caballerizas, unos hablaban sobre el gran amor de los dos, otros que el duque se había escapado de la boda y algunos lamentaban la suerte de la chica.

Erik sentó a Isabella en una pequeña silla y él enfrente y le dijo: "por qué te bajaste del carruaje" Isabella tenía si mirada fija hacia un lado respondiendo "no sabía que no debía bajarme"

"Lamento que tu vestido haya terminado así. Pero... no soy un hombre de fiestas y debo partir lo antes posible hacia la frontera", mencionó el duque.

"Lo sé" En un susurro respondió Isabella.

"Mírame a los ojos Isabella", expresó seriamente el duque.

Isabella giró su mirada, pareciera que estuviera a punto de derramar su alma, pero no lo hizo había sido instruida para dejar de lado sus emociones... El duque parecía leerla completamente... estresado pasó sus dedos sobre su cabello tratando de tener un poco de paciencia y le preguntó, "cuántos años tienes"

"ahh, yo tengo 18... cumplidos", respondió temerosa y extrañada por preguntarle su edad, a caso estaría actuando mal, que no le reconocía por su edad.

"Eres una niña", la miro con cara de frustración Erik.

"No lo soy", Isabella se sintió agraviada por sus palabras,"he sido altamente instruida poseo conocimientos en cualquier ciencia..."

Erik le pareció gracioso su enojo, al hacerle mención que era una niña, él solo hacía referencia como mujer de lo demás sabía que el rey le había enseñado más que a su propio hijo, al parecer ella no comprendió sus palabras, solo afirmaba la hipótesis de Erik, así que él se acercó a ella y susurró en su oído, "como fuistes tan bien instruida en todo, dime qué te enseñaron sobre el coito" , las mejillas de Isabella se tornaron rojas como un tomate, apenas había podido comprender a qué se refería el duque, ella solo había aprendido teoría... jamás había tenido ningún acercamiento con un hombre excepto él. Ni tampoco imaginó que el duque hablaría de esos temas tan libremente.

Así que respondió "solo lo que todos mujer debe de saber duque"

El duque nuevamente volvió a su posición en la silla y menciono "háblame qué te enseñaron"

Isabella no podía de la vergüenza, a caso estas cosas se hablaban libremente con el esposo, no tuvo otra opción más que responder "como mujeres debemos satisfacer las necesidades de nuestros esposos".

"Cómo", preguntó el duque.

Isabella apretaba sus manos con tanta fuerza que parecía que rompería sus propios dedos, el duque no quitaba su mirada de encima y nuevamente hablo, "explícalo"

¡ahhh,! No podía creer la solicitud del duque, su mirada solo indicaba que estaba a la espera de su respuesta así que respondió con gran vergüenza, "debemos acostarnos en la cama con los ojos ... cerrados, vistiendo ... vistiendo solo un camisón..."

"Y qué más", siguió preguntando el duque.

"De-bemos, a-brir nuestras...piernas para la unión. .. la primera vez dolerá pero... ya no habrá más dolor y… debemos hacer lo que nuestros esposos nos digan", Respondió Isabella muerta de la vergüenza y su palabras casi no podían salir de su boca.

El duque solo podía comprobar por sus palabras que la nobleza eran solo reglas y llevaban una vida aburrida… Cómo pretendía forjan una relación con una niña que sería un adorno más en la cama, esto solo le hizo dolor más su cabeza.

"Isabella olvida todas esas ridiculeces que te enseñaron... te dijeron puras mentiras, nada de eso sucederá entre tú y yo", expreso el duque.

Isabella bajó su mirada, el había sido claro con ella, jamás la tocaría y para ella eso era una gran falla. Una de las cosas importantes que se le había enseñado era que el hombre debía sentirse deseado por su esposa y al parecer esto no ocurría con el duque.

Erik podía ver el sin fin de telarañas rondando por su cabeza, si no le explicaba claramente su respuesta quien sabe que diablos podría pasar a su regreso.. Así que le dijo: "No es que no te desee. solo no te conozco y para que un hombre y una mujer estén en una cama es por dos razones... una porque desea calmar su apetito sexual solo eso y este no es nuestro caso, dos existen sentimientos... tampoco es nuestro caso, ¿lo entiendes? eres la hija de un duque privilegiado dentro de la nobleza, cualquier pasó en falso contigo me traerá problemas y no deseo que mi vida personal entre en conflicto con la casa Lennox y mucho menos con la realeza. Es visible el afecto que te tienen y eso solo me traería problemas

Isabella no soy un santo... he estado con mujeres, es algo normal, pero nunca aguardó sentimientos por nadie y eso te incluye, con más fervor hacia ti, solo te puedo dar mi palabra que desde el momento que se nos unió, no te faltaré al respeto y tendrás tu lugar como la Señora del Ducado del Sol, no puedo prometerte nada más".

El duque se levantó para salir pero antes dijo: "es tu elección quedarte con tu familia en mi ausencia o dirigirte al Ducado del Sol, cualquier lugar donde esperes mi regreso no me molesta, debo partir"

El duque salió sin ver más hacia atrás, Isabella tenía la mente en blanco, ¿acaso había sido rechazada?, ¿había fallado en unas de su tareas?, ¿qué clase de vida llevaba el duque para mencionar que olvidara todo lo aprendido?, ¿qué eran los sentimientos a los que el se refería?, ¿qué debía de hacer con alguien que había marcado una línea?... con cuántas mujeres había estado... ?, ¿si todos los hombres eran así antes del matrimonio?, ¿a qué clases de vida se enfrentaría en el Ducado del Sol?, si algo estaba segura era que el tipo de vida que llevaría no sería la misma.

...^^Autora^^...

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