Soy Un Protagonista En La Novela De Mi Hermana

Pensamientos internos

Lyle no estaba muy convencido de la explicación de Darrel, que Erik haya adoptado a una criatura solo para atormentar a sus padres no parecía muy su estilo. Recordó también sus días en la academia, lo apaciguado que siempre era el ambiente alrededor de él con una agenda en mano paseando por los pasillos hasta llegar al jardín mas alejado donde nadie se acercaba a él. La soledad siempre era su compañera así que no parecía alguien que disfrutara de hacer sufrir a sus padres, siempre fue alguien destacado que nunca necesitó de hacer conexiones con nadie.

Aunque su actitud cambió un poco al conocer a la hija del Marqués, parecía haberse obsesionado un poco con ella. El pensar en Raquel lo puso nervioso, recordó el cortejo que ella realizó en el baile el día que ascendió a su puesto, ambos eran tan solo unos niños cuando esto ocurrió, él acababa de perder a sus padres cuando le ofreció apoyo y al poco tiempo su padre le ofreció su mano, no sin antes hacerle saber que hasta su mayoría de edad, se sabría quien de los dos contendientes tendría el honor de casarse con su hija.

Era evidente su desprecio hacia Erik, pero el beneficio mutuo que obtendría era increíble, así que fue mas fácil poner a Raquel a escoger entre los dos.

La llegada de ambos reyes lo saco de sus pensamientos, hizo una leve reverencia y se arrodilló.

—Estamos enterados de la crisis que azota el norte ¿Qué propones que hagamos?—Aparte de ser el Marqués de las tierras de sus padres, era uno de los vicecapitanes de la guardia real a pesar de su corta edad

—Necesitamos más hombres en la frontera, los suficientes para evitar que la situación se salga a un más de control.

—Ya veo, creo que es hora de mandar a los mejores caballeros del reino, marcharán en quince días en lo que terminamos de realizar los preparativos— Bajo esas palabras Lyle asintió y salió, sabia lo que eso significaba.

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Ya estando mas tranquilos, Erik y Gester se sentaron en una de las plazas, era absurdo que un par de hombres de la alta sociedad salieran sin guardias en medio de un mar de gente arriesgándose a ser asaltados o secuestrados, pero a Susan le hizo ilusión comer un par de bocadillos de uno de los puestos.

—El Marqués Lyle es más atractivo de lo que imaginaba cuando lo dibuje— Gester movía los pies de arriba a abajo mientras recordaba la elegante voz del pelinegro.

—¿Qué clase de cosas imaginaste al crear este mundo?— Preguntó tratando de liberarse de la incomodidad de imaginar a su hermana con alguien igual de joven que él, aunque ella era ahora incluso menor.

—Solo chicos guapos, incluso ahora tú eres una de mis creaciones— Sonrió de oreja a oreja, pero por dentro una duda le atormentaba. ¿Ahora tendría que buscar a una mujer para él? Tal vez su aspecto era de un joven, pero su corazón seguía siendo el mismo, buscaba a un caballero que la hiciera sentir apoyada y ambos aspiraran a una vida en pareja estable y feliz. En su vida pasada le rompieron el corazón en mil pedazos y ahora que tenía una nueva oportunidad nadie querría estar con ella.

—¡¡Señorita Susan!!— La voz de una mujer llamando a su sobrina los distrajo a ambos, Susan salió corriendo de los brazos de Erik dejándolo destrozado. Era la joven de ojos verdes apagados, su cabello oscuro y ondulado se movía al viento, eso conmovió el corazón de Erik.

—Señorita Veronica— Susan extendió sus manos, el vestido de la joven lucía desgastado, le dió la impresión de que era el mismo que tenia la ultima vez que la vió.