—Quiero pedirle algo y espero pueda ser cumplido— Dijo cerrando la puerta tras de sí, el marqués se mostró sorprendido.
—¿Qué haces metiéndote al hogar de alguien sin su permiso?— Replico bastante molesto.
—Discúlpeme la falta de modales, pero esto no es lo peor que puede pasar, sabe, al ser heredero del ducado debo conocer a todos y cada uno de los hombres que me rodean. Familia, orígenes, hijos, capital, todo aquello que son pasa a ser parte de mi poder— Caminó despacio, y se sentó frente a él, sonriendo mientras sus ojos mostraban un brillo mortal.
—¿A dónde quiere llegar con eso?— Dijo entrecerrando los ojos, desconfiando, cada palabra suya puede desatar algo que no lo beneficiaría.
—Bueno, mi padre está muy interesado en tener negocios con usted, añora que yo me pueda casar con su hija y aunque usted no esté muy de acuerdo, es una buena oportunidad de negocio, una oportunidad única que no puede dejar ir tan fácil— Deseaba poner mas nervioso al marqués, ver como reaccionaba conforme mas información revelaba.
—¿Acaso vino a pedirme su mano a la fuerza?— Dijo temblando de ira
—Dios sabe que nada me haría mas feliz que alejarme de ella— Erik no era creyente, pero si de verdad existia uno, evitaría que se la topara.
—Solo llegué al punto, o mandaré a mis guardias echarlo de aquí— Su cuerpo se tensó, sabia que lo que decía no eran solo habladurías.
Erik no estaba seguro de como proceder, cuando una idea vino a su mente—Susan tiene un par de hermosos ojos café, supongo que son los ojos de su madre pues usted y su hermano son de ojos amarillos, pero ese intenso color rojo en su cabello, sin duda es de su sangre. Puedo saber ¿Cómo perdió la vida su hermano?— Erik jugueteaba con la pluma que antes estaba en las manos del marqués, su sonrisa se había vuelto una mueca que aterrorizaba al hombre, quien se desplomó en su asiento con el sudor corriendo de su frente.
—Falleció en un accidente a caballo, este enloqueció y lo tiró— Mantenía su mirada absorta en las manos de Erik, veía pasar la pluma entre sus dedos, temiendo que esta entrara en su cuerpo como un arma.
—Me pregunto, por qué su hermano siendo un comerciante tan rico, ¿Casi deja a su única hija en la calle?— Erik clavó la pluma en la mesa de un solo golpe sobresaltando al Marqués, quien le regreso la mirada completamente asustado.
Erik le regalo una sonrisa, amable y benevolente, parecía un ángel con un aura asesina; "Un ángel justiciero".
—Ella debe estar sumamente agradecida por los cuidados que el marqués le ha dado, corrigiendo su mala conducta a base de golpizas y forzándola a ser una buena ama de casa para venderla al mejor postor—No perdía su sonrisa, su suave tono de voz le daba escalofríos.
—¿A dónde quiere llegar joven Duque?— Estaba tembloroso, temía cualquier palabra que saliera de su boca a partir de ahora.
—Quería pagar su libertad, aunque supongo que después de morir, su padre ya dio lo suficiente por ella— Erik se levantó de forma digna y elegante, dejando a un marqués derrotado.
—Le diré a la joven Susan que haga sus maletas, fue un placer hablar con usted, y por cierto, cuando me presente frente al templo para formalizar su adopción, espero contar con su presencia— Para esto, el marqués alzó el rostro sorprendido, como si en su mente hubiera estado imaginando otra cosa antes de mencionar lo de hacerla su hija.
Fuera del lugar, Erik tomó un gran suspiro, agradeciendo las habilidades teatrales que poseía y el miedo que su presencia producía, le ayudaban a:
1: Dejar de tener que visitar a Raquel solo para ver a Susan
2:Sacar a Susan de tan terrible situación, pues al retirar el guante, pudo ver que la quemadura que había en su mano no era la única que tenía, había golpes entre verdes y morados que parecían tener tipo ya.
3: Planear algo concreto contra el marqués. Que este aumente su fortuna y con unas pruebas sólidas quitarle la mayoría de sus bienes para entregárselas a Susan.
Conforme iba caminando, una joven chocó con él en el pasillo, parecía tener prisa así que no le dijo nada, iba vestida con un vestido desgastado, su largo cabello negro solo estaba suelto, sin ningún peinado en concreto como las damas de sociedad, sin adornos, sin joyas, una belleza simple que no era efímera. Erik no le quito la vista hasta que esta desapareció, parecía ir a la oficina del marqués.
"Lo siento por ella, probablemente encuentre a un marqués con los pantalones sucios"
Sonrió ante la imagen que se le presentó, perñ esta se borro de inmediato, al ver a Raquel feente a él.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 91 Episodes
Comments
Quica Romero
O de la muerte.😇☠️
2023-06-18
6