Soy Un Protagonista En La Novela De Mi Hermana

Precaución

—Erik, eso fue muy arriesgado— Gester lo alcanzó casi jadeando, a pesar de que se llevaban un año de diferencia, Erik era mucho mas alto y ágil que él.

—Ya sé que estuvo mal salir de esa forma, pero no quiero que la toquen si ella no quiere— Susan seguía encogida en sus brazos, así que él apretó un poquito tratando de transferirle seguridad.

—De acuerdo, te entiendo, pero conozco a Darrel mejor que nadie y a sus padres, ellos no son el problema, pero él tiene muchas cosas en tu contra así que cualquier acción que hagas él buscará la forma de atacarte— Se arrepentía de haber hecho a su príncipe completamente ciego ante las buenas acciones de Erik, aunque en realidad el verdadero nunca hizo algo bueno.

—Entonces me mantendré neutral en su presencia, evitaré meterme en problemas— Estaban cerca de la puerta, donde el mayordomo lo miró con asombro.

—Nos retiramos, no tenemos nada que hacer aquí —A pesar de lo que había dicho hace unos segundos, nuevamente estaba siendo grosero con alguien del reino.

—¡¡Lo siento!! Es solo que mi sobrina no se siente cómoda— Gester agitaba las manos tratando de calmar el ambiente, pero sin hacerle mucho caso a sus palabras, el hombre abrió la puerta sintiendo alivio de que no haya pasado nada.

Fuera del lugar, un hombre aproximadamente de su edad, de cabello negro y ojos café estaba esperando entrar cuando enfocó su vista hacia ellos.

—Joven Erik, cuanto tiempo sin verlo por estos rumbos— Se acercó caminando con intención de saludarlo, pero solo hasta que extendió su mano pudo notar el bulto en sus brazos.

—Marqués Herman— Sorprendido por la familiaridad de su saludo, Erik se giró levantando un poco a Susan, quien dejo de estar tan pegada a él.

—¿Es tu hermanita?— Preguntó viendo el rostro enrojecido de la pequeña, aunque también miró a Gester, quien se sonrojó ante su mirada.

—Es mi hija— Erik dijo orgulloso, pues, aunque Lyle, era uno de los pretendientes de Raquel, era un excompañero de la academia de caballería de la que salió con honores antes de tiempo, siendo Lyle, uno de los hombres con quien solía tener mas combates. Tampoco perdería la oportunidad de presumir.

—Disculpe Marqués, debemos irnos— Sin mirarlo a la cara, Gester comenzó a arrastrar a Erik empujándolo desde su espalda, tal vez este encuentro fue mas tranquilo, pero Erik era una máquina de problemas.

—De acuerdo, entonces adiós— Sacudió su mano mientras veía como la pequeña figura no se comparaba con la espalda de Erik, la imagen era tan irreal que lo hizo sonreír.

Después de perderlos de vista, Lyle seguía esperando a que sus majestades se desocuparan para traerles el informe del sur. Cuando las puertas se abrieron de par en par, dejando ver a Darrel, que se veía alterado.

—¿Has visto al hijo del duque?— Darrel jadeaba parecía haber estado corriendo, el sudor rodaba por su cara, sintió repelús ante su aspecto

—Acaba de salir hace un cuarto de hora ¿Por qué?— Dijo mientras se hacía a un lado, viéndolo con extrañeza.

—¡¡Maldición!! Lo eh... buscado... ¡¡Por todo el maldito reino!!— Recargó sus manos en las rodillas, sentía que el alma se le salía del pecho.

—¿Ahora son mejores amigos?— Preguntó sin mucho interés.

—Insultó a mi madre... no lo puedo dejar pasar— Lyle lo miró con curiosidad, esa no parecía ser la verdadera razón, sus mejillas no estaban rojas solo por el calor, probablemente era algo que el mismo Darrel desconocía.

—Claro, como sea. Necesito ver a los reyes con urgencia, varios monstruos se están acumulando en la frontera sur, es lento pero constante. Podría ser algo peligroso— Darrel lo miró, no parecía realmente preocupado, pues, a pesar de ser de la misma edad y tener un título noble, siempre parecía tomarse todo a la ligera.

—Hablaré con ellos, ahorita están ocupados con los duques Klaus, supongo ya no tardará.— Finalmente logro controlar su agitación, era incómodo ese ardor en el pecho.