Soy Un Protagonista En La Novela De Mi Hermana

No molestes

—Entonces... ¿Por qué desea adoptar a la joven Susan?— La reina fue directa, al parecer ella no pensaba andar con rodeos y giros revueltos.

—Será mejor preguntar por qué quiero ser adoptada— dijo Susan tomando otra galleta, con Erik colocando su mano suavemente en su cabeza.

—Tal vez la idea de adoptarla fue mía, pero ella ha decidido— Tragó saliva sintiendo dolor, era consciente que nadie lo veía como una persona buena y mucho menos capaz de hacerse responsable de una niña.

—De acuerdo, entonces dime ¿Qué te lleva a querer permanecer al lado del joven Erik?— Se inclinó hacia ella, Susan no se esperaba algo así, así que soltó la galleta que tenía en la mano y sostuvo la mirada insistente de la mujer frente a ella.

—Él me ofreció una familia cariñosa y su atención, en esa casa todos son amables conmigo— Susan trató de dar la respuesta mas clara, mientras sostenía su manga.

—No te gustaría más ser hija de los duques— Por alguna razón se sintió disgustada con su respuesta, revolvió con la cucharilla que sostenía en su mano la miel en la pequeña taza de té, en el aire se podía sentir su molestia.

—¡¡No!! Yo quiero que Erik sea mi papá— Lo tomó del brazo haciendo que este la rodeara y la escondiera, en ese momento Darrel observaba, pensando aún que Erik era demasiado bueno manipulando a la pequeña niña.

Vio el rostro de sorpresa de su madre, quien hizo una mueca parecida a una sonrisa y su padre estaba impresionado por la reacción tan intensa de Susan.

—Pero...— La reina soltó la cuchara y acercó su mano hacia ella, solo ocasionó que ella la mirara con enojo, sin embargo, seguía intentando acercarse a la fuerza.

—Le ruego que deje de hacer eso, la asusta— La voz grave de Erik resonó en los oídos de todos, pero sus ojos, de ese color tan puro, parecían amenazarla si seguía insistiendo de esa forma tan brusca, la reina cerró el puño y recogió su brazo.

—Gracias su majestad— Erik cargó en brazos a Susan y se levantó de la mesa.

—¡¡Erik!!— Gritó su padre, pero estaba tan enojado que no hizo caso a su llamado y salió del jardín.

—Es su pequeña ahora, deben entenderlo— Gester Sorbió su té y salió detrás de su hermano, bajo la mirada atónita de sus padres.

—Lo lamento sus majestades, no pensamos que las cosas saldrían de esa forma— Yesenia agachó la mirada, de alguna forma se sentía orgullosa de sus hijos, pero por otra, lo social indicaba que habían sido groseros e irrespetuosos con los gobernantes del país.

—No tienes que hacerlo, Myriam se pasó un poco de la raya— El rey, tomó la mano de su esposa y la miró con desaprobación, ella sabia que había estado mal.

—¿¡Cómo te atreves a hablarle de esa manera a mi madre!?— Darrel corrió hacia Erik, tomándolo del hombro bruscamente.

—No me toques— Sin darse la vuelta le respondió, Darrel sintió escalofríos, estaba seguro de que él seguía siendo un hombre malvado.

—Solo quiero saber que te da el derecho de hacer eso— Dejó de tocarlo y suavizó su voz.

—Si la molestas, no me importa si eres el rey o un dios, es mi deber protegerla— Erik se giró un poco, dejándolo ver como Susan tenía los ojos llorosos, y después de dejarse ver un momento se escondió en su pecho.