Soy Un Protagonista En La Novela De Mi Hermana

¿Que tan malo soy?

Después de aquello, Erik tomó su mano, era una niña muy pequeña, probablemente de unos 8 años, era pelirroja y de ojos café, una extraña combinación que le daban un aire único. "Su estatura la vuelve un proyectil" Pensó algo preocupado.

Resulta que la niña, de nombre Susan, tenía la costumbre de correr por todos lados tratando de cazar mariposas, era risueña y la tierna hermana de Raquel, cuya imagen mental le daba escalofríos.

—¿Eres el prometido de mi hermana?— Preguntó de repente sacándolo de su mundo.

—No lo creo— Dijo sorprendido y rascándose la barbilla, realmente no quería que eso ocurriera.

—Me parece bien, ella es una bruja— Dijo, como si estuviera aliviada por su respuesta.

—La conoces mejor que yo, así que debes tener razón— Ambos sonrieron con complicidad, sin duda, Susan le recordaba a Ariana.

—Ahí esta señorita— La voz de una de las mujeres de la servidumbre alertó a Susan, quien se escondió de inmediato detrás de él.

En cuanto vieron con quien estaba, sus rostros palidecieron

—Joven maestro— Dijo una de las dos mujeres. — Veo que la señorita se encuentra en su compañía— Su voz temblaba, Erik no sabia porque le temían tanto, ni siquiera una niña le había mostrado ese grado de temor, aun así sintió pena por Susan, así que se giró y se pudo en una rodilla frente a ella.

—Para qué necesitan a la señorita— Más que una pregunta, sonó a una orden.

—Debe tomar un baño y almorzar, sus clases empiezan después de eso— ella mantenía la cabeza agachada, al ver que sus razones para buscarla eran nobles, suspiró, la compañía de Susan era agradable. "Mi hermana nunca fue tan adorable"

Susan estaba haciendo un puchero, sus redondas mejillas la hacían parecer una ardilla bebe, así que Erik apretó el corazón y se puso firme.

—Debes ir con tus damas, lo que quieren hacer es por tu bien— pellizco con suavidad su mejilla y le regaló su mejor sonrisa, lo que la hizo también sonreír.

—Me agradas, me gustaría volver a ver al hermano— Dijo mientras estiraba su meñique, ¿Acaso quería que lo prometiera? No quería volver a ver a Raquel, esa mujer le daba mala espina, pero por Susan tomaría el riesgo.

—Está bien vendré a verte solo si haces tus deberes con obediencia, estaré al tanto de ti— Quería tocar su cabeza, pero eso sería demasiado así que se detuvo.

Susan corrió al lado de las mujeres, quien parecían estar sudando y nerviosas, lo cual lo disgustó. ¿Quién mierda eres, Erik Klaus? La reacción de todos era similar, ahora se preguntaba si el Erik original visitaba a menudo a Raquel, era extraño que aquella pequeña no estuviera en sus memorias.

—Ahí este Erik, vámonos— Su padre se veía molesto, al parecer algo no había salido como esperaba, al despedirse, se sintió afortunado porque Raquel no apareció.

—¿Qué se supone que fue eso?— Las palabras eran secas y desagradables a su oído.

—No sé de qué hablas— Se escuchó arrogante, como si supiera realmente a que se refería, pero en verdad, la había cagado tanto que era difícil estar adivinando.

—¿Por qué estabas con la hermana de Raquel?

—Es una niña agradable, me gustaría tener una hija así— Sus palabras salieron de su boca, era algo que deseaba, pero a los oídos de su padre, podrían significar que se quería casar con Raquel.