Capitulo 13

Una vez que Alex se fue, entre en la mansión decidida, camine por los jardines hasta llegar a donde estaban Oliver y Laya, me acerque a ellos de inmediato, ya que quería saber que había en la jaula.

- ¿qué es?- pregunte

- no lo sabemos mi señora- respondió Oliver

- muy bien entonces saquen la manta- ordene

Mis sirvientes lo hicieron y ahí vi que en la jaula había unos hermosos linces blancos, pero me sorprendí al ver que estaban llenos de sangre, me acerque a ellos y comenzaron a gruñirme, con eso ellos me estaban diciendo que me odiaban, decidida me acerque a ellos y entre en la jaula con una pomada en las manos, me acerque con cuidado a ellos, pero se alejaban lo más posible de mí, me senté en la jaula y tome un arete que tenía puesto para después cortarme el brazo dejando ver la herida a los linces para después colocarme la pomada en el lugar herido, pronto vieron que mi herida empezó a sanar y se dieron cuenta de que no iba a lastimarlos así que se acercaron a mí con mucho cuidado y comencé a curarlos con delicadeza. Cuando acabe, ellos se quedaron dormidos y salí de la jaula con el ceño fruncido.

"Es un maldito bastardo"- pensé con mucha ira- "los torturo cruelmente, es un monstruo"

- lleven a estos linces a un cuarto cómodo y denles mi colchón para que puedan descansar con comodidad hasta que se recuperen- ordene sin mirarlos

- si, mi lady- respondieron ambos

- Laya, llévalos por favor y Oliver quédate un momento, necesito que vengas conmigo

- enseguida- respondió Laya, tomando la jaula

Ella se llevó la jaula con mucho esfuerzo debido a que ellos eran muy pesados y yo me quede con Oliver en el jardín, me acerque a él un poco después de relajar mi ceño.

- acompañame, por favor Oliver - dije y sali del jardin

Comenzamos a caminar hasta que llegamos donde estaban los demás sirvientes; cuando llegamos todos ellos estaban mirando la propiedad decepcionados.

- ¿cómo nuestra señora quiere que nos vayamos y la dejemos en este lugar?- pregunto uno de ellos indignado

- no nos iremos de este lugar- dijo otro

- opino lo mismo, debemos protegerla- hablo un tercero

- no me iré de aquí por ningún motivo- opino un cuarto

Podía oír los comentarios de los sirvientes y me sentía feliz de que ellos se preocuparan por mí.

- muy bien, señoras y señores, escúchenme por favor- llamé la atención de todos, ellos dejaron de hablar y se acercaron rápidamente- comenzaremos con la reconstrucción y remodelación de la mansión

- pero señora...- protestaron los empleados

- pero nada- dije interrumpiéndolos- vamos a reconstruir esta mansión y la haremos aún más hermosa que la mansión principal, quiero que las mujeres se encarguen de la limpieza de la mansión e intenten quitar todo lo que sea posible mientras que los hombres se irán conmigo a la ciudad para comprar todo lo que necesitemos para la reconstrucción- dije firmemente

Los sirvientes comenzaron a cumplir con mi orden, mis guardias y yo salimos de la mansión y nos subimos a los carruajes para comenzar el viaje a la ciudad, en cuanto llegamos a la ciudad fuimos directamente al mercado para comprar todo lo que necesitábamos, cuando llegamos al negocio para comprar todo, los hombres de ahí nos recibieron con gran alegría, ya que ellos eran habitantes de la zona marginal de la capital, mis padres y yo los habíamos ayudado tiempo atrás a comenzar su negocio para salir de aquella pobreza, después de recibirnos le dije a varios de mis guardias que fueran a comprar varios caballos y carretas para regresar a la mansión, ellos se marcharon para cumplir mi orden después de que les di una bolsa con oro.

Me quede hablando con los dueños unos momentos, les comente todo lo que necesitaba para construir mi mansión y ellos me ayudaron mucho, me dieron los materiales de la mejor calidad y cuando estaba por pagarles ellos me dijeron que era un agradecimiento por lo que habíamos hecho por ellos tiempo atrás, les agradecí y después me puse a esperar a mis guardias, mientras lo hacía me puse a jugar con los pequeños hijos de aquellas personas cuando de pronto vi a mis guardias regresar e imágenes de que se acercaba el día en el que el infierno llegaría para todos aquellos que tuvieran poderes estaba muy cerca.

"debo terminar cuanto antes"- pense seriamente

En ese momento me di la vuelta, mire a aquellas personas que ahora sonreían y una imagen de ellos colgados en la plaza apareció en mi mente, de inmediato me acerque y los mire.

- necesito que me hagan una promesa- dije y ellos asintieron sin saber por qué les decía aquello- si algún día llego a sus casas repentinamente deben de seguirme ¿lo harán?- todos ahí se miraron entre ellos, pero al ver que los miraba con seriedad y preocupación ellos asintieron

- te seguiremos, lo prometemos- dijeron todos y los abracé, sus palabras me calmaban, en el pasado aquellas personas eran parte de la resistencia porque a los soldados no les importaban ellos en absoluto, solo los veían como escorias y gracias a ese desprecio por la gente pobre ellos se había salvado, pero esta vez sé sabia que ellos eran criaturas mágicas y poseedores de magia, por lo tanto, serian los primeros en ser cazados y ejecutados.

Mis guardias junto con los empleados de la tienda subieron todos los materiales para la construcción en las diferentes carretas que compraron y una vez que terminaron, me despido de todos, mis guardias se suben a sus caballos y yo al carruaje para comenzar nuestro viaje de regreso.

Apenas llegamos a la mansión bajamos todos los materiales y vi que las mujeres habían hecho un gran trabajo limpiando todos los escombros del lugar en tan solo unas pocas horas, rápidamente los reuní a todos y comenzamos a comer, ya que era casi hora del almuerzo.

Luego de que almorzamos comenzamos con nuestro trabajo hasta que uno de mis sirvientes me dice que no podrán ellos solos, en ese momento recite un hechizo haciendo que de mi sombra aparecieran varias sombras y les explique a todos que ellos estarían ahí para ayudar con la construcción, todos comenzaron a trabajar y como no me podía quedar quieta también me puse manos a la obra.

Los meses comenzaron a pasar y en tan solo tres meses había logrado reconstruir y remodelar la mansión, convirtiéndola en un paraíso en la tierra; cuando la reconstrucción acabo mis sirvientes trajeron todas las pertenencias que habían quedado en la mansión de mis padres, acomode todo en mi nueva mansión y comencé a pasar los días haciendo diferentes cosas como por ejemplo leer en la gran biblioteca, practicar mi magia y hechizos, también administraba mi mansión, practicaba mi arte culinario con mis empleadas, el arte de la lucha con mis guardias y jugaba con los linces, con respecto a ellos después de unas semanas ellos se habían recuperado completamente, al verlos me puse muy contenta por ellos, pero lo me sorprendió mucho fue que los linces decidieron quedarse en la mansión e incluso dormían en mi habitación todas las noches como si me estuvieran protegiendo, obviamente mis sirvientes tenían un poco de miedo al respecto, debido a que los linces cada vez que ellos venían a despertarme se ponían en posición de ataque y les gruñían como diciéndoles que no se acercaran. Durante los meses después de la remodelación decidí caminar por la propiedad que era mía para conocerla y así me entere de que mi propiedad estaba muy cerca de la prisión del palacio y eso me hizo tener una muy buena idea.

Al regresar a la mansion vi que habia un carruaje frente a las puerta y rapidamente pense en el mayordomo Alex, al entrar mis sirvientes me notificaron que el estaba esperando por mi en la sala de estar, al llegar a la sala el hombre estaba mirando la sala.

- buenas tardes, señor Alex- dije llamando la atencion de el

- buenas tarde mi lady- dijo el levantandose y haciendo un reverencia

- que le parece mi mansion? no quedo hermosa?- pregunte con un sonrisa

- es impresionante, usted ha restaurado la belleza de este lugar

- para que ha venido?- pregunte despues de que me sente, y Laya me sirvio una taza de te

- el principe pregunta si usted esta bien, tambien le traigo su mensualidad

Las mensualidades que el príncipe me daba durante los meses de remodelación y reconstrucción él la tenía que dejar en la entrada de mi propiedad, donde mis guardias custodiaban para después traer el dinero, durante ese tiempo compre muchas cosas para el futuro compre camas, sabanas, alimentos e incluso construí un invernadero para cultivar.

- dígale al príncipe que me encuentro muy bien en mi mansión, dígale también que le agradezco por el dinero y por cumplir con lo pedido y acordado

- por cierto mi lady, su majestad también me envió este contrato para que usted firme- dijo extendiéndome un pergamino

- ¿qué es?

- es un contrato donde están estipuladas todas las condiciones que usted pidió- dijo extendiéndome el papel hacia mí-

- ¿él puso sus condiciones?

- solo recalco que usted no puede ir a la mansión principal y que no debe acercarse a sus concubinas por nada del mundo

- por mí es perfecto- dije tomándolo- deme unas horas para leerlo y decirle si estoy de acuerdo para firmarlo.

Por otro lado, en la mansión principal tres mujeres jóvenes bellas y muy elegantes se encontraban hablando mientras bebían el té en el jardín riendo muy contentas.

- he oído que la tercera princesa no tiene el apoyo del príncipe y este la mando al palacio helado- dijo Luna la primera concubina y favorita del tercer príncipe- pobre de ella ¿alguna de ustedes la conoce?- pregunto fingiendo tristeza

- no- dijo Sasha, la segunda concubina

- he escuchado rumores de ella, se dice que después de la boda estuvo aquí, en la mansión principal, pero que a la mañana siguiente por órdenes de su majestad fue echada y llevaba a la mansión más alejada de la propiedad - hablo Dian la tercera concubina confirmando lo que había dicho la primera concubina

- debe ser una mujer muy fea, hasta siento lástima por ella- hablo Luna- ser dejada el día de tu boda...- dijo fingiendo llorar pero la realidad estaba muy alejada, ella se sentía feliz de la supuesta desdicha de la princesa

- pobre mujer, es una esposa no favorecida por su marido- dijo Dian

Las tres mujeres empezaron a reírse de la supuesta desdicha de la tercera princesa, hasta que una dejo de reír y miro a sus compañeras.

- ¿qué tal si la vamos a visitar?- pregunto Dian con una leve sonrisa malvada

- me parece una buena idea, asi conocemos y vemos como es ella- dijo Luna

- no, me parece correcto- intervino Sasha- he oído de las sirvientas que nadie tiene permitido ir a aquel lugar

- somos las concubinas del tercer principe, no nos pueden prohibir nada en este palacio- dijo arrogantemente Luna

- también escuche que incluso su majestad el príncipe no puede pisar aquel lugar aun siendo su propiedad- volvió a hablar la segunda concubina, ella tenía esa información porque escucho cuando el príncipe lo hablo con el mayordomo meses atrás

- también debe ser mentira, esta es la propiedad del príncipe no puede serle restringido su espacio, mañana iremos a visitar a esa mujer- dijo Dian molesta y arrogante

Al día siguiente y como lo habían dicho las concubinas, por la tarde se arreglaron con los vestidos y las joyas más caras que el príncipe les había regalado, solo para que la tercera princesa sintiera envidia de ellas al no ser favorecida, se subieron al carruaje que los sirvientes habían preparado y se fueron en dirección a la residencia de la tercera princesa, ellas creían que Liv era alguien fácil de intimidar, que estaría triste porque estaba en aquel horrible lugar y que se divertirían haciéndola sufrir y verla humillada.

El viaje se hizo un poco largo hasta que de pronto el carruaje se detuvo y el cochero les dijo que habían llegado al lugar, este les abrió la puerta y ellas bajaron con aires de grandeza, al alzar la vista quedaron impresionadas al ver la mansión que no era como ellas la habían imaginado, quedando boquiabiertas.

Al ver aquel lugar se quedaron en la entrada admirando el lugar y sintiendo una envidia muy profunda al ver la gran mansión donde la princesa vivía, al despertar de sus ensoñaciones, caminaron hasta las puertas de la casa y tocaron para que les abrieran, esperaron unos segundos y las puertas se abrieron levemente viendo así a Oliver y un guardia más que demostraban mucha seriedad y hostilidad.

- ¿que es lo que quiere?- pregunto Oliver

- hemos venido para saludar a la tercera princesa- contesto Luna con arrogancia

- mi señora no tiene tiempo para hablar con ustedes, regresen a la mansión principal- respondió

- sirviente maleducado, ¿cómo te atreves a hablarnos de esa manera?- dijo Sasha indignada

- ustedes al parecer no están enteradas de las órdenes, nadie tiene permitido entrar a esta mansión a excepción de Alex, el mayordomo de confianza del tercer príncipe

- pero que insulto - dijo indignada

- y para su información el príncipe tampoco tiene permitido venir, así que retírense no nos hagan obligarlas a irse- dijeron y cerraron las puertas en sus caras

- esto no se va a quedar así- dijo Luna furiosa y las tres regresaron a la mansión

Las tres concubinas se reunieron con el príncipe Luna actuó lamentable para que el príncipe castigara a su esposa, pero lo que recibió a cambio no fueron palabras de consuelo, sino que recibió una fuerte bofetada

- nadie tiene permitido ir, no pueden poner un pie en aquella mansión ¿comprendieron?- exclamo el príncipe furioso

- pero señor, nosotras solo fuimos a presentar nuestros respetos a la princesa no nos puede tratar ella de la manera tan grosera como nos trató- dijo Sasha también actuando lamentable

- esa mujer, no es alguien ordinario, no se acerquen a ese lugar

- pero su majestad- protesto la segunda concubina y el príncipe la fulminó con la mirada

- ¡no lo hagan!- exclamo- a menos que quieran amanecer muertas- dijo muy se marchó del estudio

"Esa mujer me las va a pagar"- pensaron las tres al mismo tiempo llenas de rabia

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