Capitulo 8

Después de que salí de aquel manicomio que eran los dormitorios me dirigí al comedor, camine por los pasillos pero termine perdiéndome, ya que no sabía donde quedaba con exactitud, di una vuelta en uno de los pasillos y me choque con otra persona.

"Hoy es el día en el que tengo que chocarme con gente a cada rato"- pensé ya molesta, porque a pesar de que iba muy atenta en mi recorrido siempre terminaba chocando con alguien accidentalmente- "¿qué tan torpe puedo ser?"

- disculpe\, no vi por donde iba\, en verdad lo lamento mucho- dije disculpándome con la persona que había chocado

- al fin te encontré mi amor- dijo aquella persona y sus palabras me dejaron confundida

De inmediato levante la vista con mi expresión de confusión al oír lo que él dijo, en cuanto lo vi me pareció un chico extraño, me miraba con ojos llorosos por alguna razón y sentía que lo conocía pero no sabía de donde, él era un niño muy guapo, de cabellos marrones claros y ojos de color verde brillante que parecía tener mi edad

En aquel momento recordé el sueño que había tenido después de que mis poderes se despertaron, recordé el túnel con las personas, las tres sombras frente a mí y las palabras de aquella sombra "nos volveremos a encontrar".

- disculpa\, ¿tú y yo nos conocemos de algo?- pregunte después de volver a la realidad y dar tres pasos para atrás\, ya que lo tenía muy cerca de mí

- lamento mucho mis palabras de hace un rato\, no me hagas caso\, pensé que eras otra persona- dijo él riendo nerviosamente- quería hacerle una broma a alguien pero me equivoque ja\, ja\, ja- después de reír un poco salió corriendo sin dejarme decir nada

Me quedé parada en aquel lugar por un momento, todo había sido muy extraño, no recordaba a alguien así en mi pasado y mucho menos de ahora, pero antes de que pudiera volver a caminar tuve una punzada en la cabeza haciendo que recordara algo importante.

Recuerdo

- debes irte- le dije a un chico de cabello largos plateados y ojos azules

- no me iré sin ti\, eres la mujer de mi vida- me respondió\, negándose a mi petición

- estás herido\, debes recuperarte y no lo vas a hacer aquí

- mis heridas no son tan graves\, quiero quedarme y lo haré- dijo firme

Estuvimos discutiendo por mucho tiempo el asunto hasta que al final termine dejando que ganara y se quedara solo, salí del lugar donde estábamos y regrese a mi mansión, en cuanto llegue los guardias me dijeron algunas cosas que pasaron en mi ausencia.

- esa persona no quiere irse- dije mirando a uno de mis sirvientes mientras este cocinaba- no puedo hacer nada para convencerlo

- señora\, debe de convencerlo\, por qué si no lo hace pone en riesgo a las otras personas\, ellos ya dijeron que si él no se va ellos tampoco lo harán

- no sé cómo convencerlo\, él dice que no sé irá sin mí- dije agarrándome la cabeza

- debemos hacer algo mi señora- me respondió- y rápido

- ya lo sé\, veré que puedo hacer

Salí de la cocina y fui a mi cuarto, cuando entre me acosté en mi cama pensando en que podía hacer para que él se marchara, pensando y pensando se me ocurrió una idea muy buena.

"Voy a darle lo que él quiere"- pensé y me levante de la cama con rapidez

Corrí por toda la mansión hasta llegar a donde él estaba escondido, entre en aquel lugar y lo vi acostado en la cama improvisada que había ahí, me acerque a él, pero antes de poder hacer algo él me tomo de la cintura y me puso debajo de él.

- ahora no vas a escaparte de mí- dijo con una sonrisa\, ya que sabía que estaba atrapada\, sin darme tiempo a decir algo empezó a besar mi cuello suavemente\, comenzando a crear un camino de besos mojados hasta que se topó con mi vestido- hoy voy a hacerte mía\, sellaré este lazo eterno entre nosotros- dijo haciendo que me sentara sobre él para después ser devorada por sus labios\, me sentía nerviosa debido a que era la primera ve que iba a estar con un hombre\, pero pronto ese miedo y nerviosismo fue reemplazado por un calor intenso al sentir sus manos sobre mi piel\, sentí como tomaba el cierre de mi vestido y lo bajaba\, cuando mi vestido se aflojó me quito los breteles del vestido haciendo que mi prenda cayera dejando a la vista mis senos desnudos\, tomo uno entre sus manos y yo jadee\, lo masajeo por un momento y después pude sentir su cálida boca en él haciendo que gritara de placer; empezó a lamerlo y morderlo con suavidad\, poco a poco me perdía en la lujuria del momento\, sentí como empezó a masajear mi otro seno y también sentía su miembro chocar con mis partes intimas haciendo que me excitará aún más\, dejo de lamer mi seno y paso al otro\, podía sentir como la temperatura de nuestros cuerpos hacía subir la temperatura de la habitación\, pronto no lo resistí más\, tenía deseos de ser suya y de nadie más\, él me había hecho olvidar todo lo malo que estaba pasando en mi vida y mi mundo se redujo a solo esas cuatro paredes\, ese era mi mundo y la única persona que estaba ahí era él complaciéndome\, me levante de encima de él quitándole los pantalones y la ropa interior dejando ver así su miembro\, me quite la ropa interior y me senté sobre él nuevamente haciendo que su miembro entrara en mí\, sentí mucho dolor cuando lo hizo pero él me calmo y distrajo con varios besos por todo mi cuerpo\, poco después deje de pensar en el dolor y él comenzó a moverse\, al sentirlo dentro de mí no podía hacer otra cosa más que jadear y gemir\, ese hombre me hacía sentir muchas cosas\, algo que jamás había experimentado en toda mi vida\, me tomo de la cintura profundizando sus estocadas y haciendo que gritara de placer\, obviamente teníamos mucho cuidado debido a sus heridas pero aun así nos dábamos placer el uno al otro\, poco después de unas horas terminamos exhaustos\, habíamos hecho el amor sin descanso\, cuando él llegó al clímax la última vez nos acostamos para descansar y yo me recosté en su pecho sintiendo cada latido de su corazón.

- me iré contigo\, ya lo decidí- dije después de un rato de silencio

- ¿en verdad lo harás?- pregunto sorprendido

- sí\, lo haré\, no pienso alejarme de ti

- prometo hacerte feliz el resto de nuestras vidas- dijo feliz

- lo seremos\, tú y yo- le respondí

En ese momento me levanté de la cama y empecé a vestirme él no entendía por qué lo hacía y le conteste que iba a buscar algo para que comiera y se recuperara, salí de aquel lugar y fui a la cocina, llene un tazón con sopa y le puse un poderoso somnífero, sabía que lo estaba engañando pero no podía irme sin antes ayudar a la gente que todavía estaba atrapada en el imperio, cuando tuve la sopa lista le dije a uno de los guardias que le dijera a los otros guardias que se fueran preparando porque esa misma noche ellos se irían, el guardia obedeció mi orden y yo regrese con la sopa lista, se la di y él la tomo sin sospechar nada hasta que fue demasiado tarde y se quedó dormido.

- lo siento mucho\, pero no puedo irme en estos momentos\, es mi deber quedarme y salvar a tanta gente como pueda\, espero puedas perdonarme- dije llorando mientras acariciaba su mejilla y bese sus labios- ya pueden entrar muchachos- ordene

Dos de mis guardias llegaron con una carreta subieron con cuidado al muchacho y luego se marcharon con todos los refugiados hacia el viñedo en Babilonia, los vi marcharse pero antes de que lo hicieran les pedí que por favor lo cuidaran mucho hasta que recuperara, cuando comenzaron su marcha comencé a llorar y en ese momento mi corazón se rompió en mil pedazos.

Fin del recuerdo

Al volver en sí me di cuenta de que estaba derramando lágrimas, corrí por los pasillos buscando la manera de olvidar aquello, ya que hacía que me doliera el corazón y mientras corría desesperada encontré el comedor entre en él y ahí estaban vendiendo unos ricos platillos para comer a pesar de que ya había pasado la hora del almuerzo, al terminar de almorzar decidí volver a mi cuarto y en cuanto lo hice vi a aquella chica que había chocado antes, pero esta vez estaba acompañada por dos de sus amigas, ellas al verme sonrieron maliciosamente.

- pero miren a quién tenemos aquí- dijo la chica a la que había chocado con una sonrisa burlona y llena de sarcasmo

- ¿que es lo que quieren?- dije fastidiada

- vamos a darte una lección\, nadie me empuja\, soy la hija de un duque muy poderoso\, mi nombre es Anahi Prescott\, me debes absoluto respeto y más una mugrosa como tú\, seguramente eres una becada\, seguramente tu padre es un noble de clase muy baja y entraste en esta prestigiosa escuela por ese programa para incluir a los nobles de bajos títulos\, vos no perteneces a este lugar\, mirate ni siquiera tienes una criada para que te sirva

- a mí no me interesa que tu padre sea un duque y tampoco me importa quién seas vos\, ya me disculpe contigo cuando te choque\, había salido de mi cuarto y no te vi\, fue un accidente\, ahora dejame pasar que no tengo tiempo pasar perder con un montón de niñas mimadas- dije muy molesta empujándolas para que me dejaran pasar

- ¡Agárrenla!- grito y las dos amigas me sostuvieron de los brazos impidiendo que me moviera- vamos a darle una lección a esta plebeya

"para solo tener 12 años actúan como adultas mimadas"- pensé

Anahi se me acerco, arremangándose y preparándose para darme una bofetada cuando de repente alguien le detuvo la mano, mire a la persona que lo había hecho y esta era una niña de cabellos rubios y ojos azules pero con una actitud altanera

- ustedes no son nadie para golpear a alguien\, en esta academia nadie es mejor nadie\, ¿entendieron?- dijo con el ceño fruncida y soltándole el brazo con fuerza a la otra chica

- miren a quien nos venimos a encontrar\, es Lyna\, la defensora de pobres- dijo una de las que me sostenía- vete Lyna\, este no es asunto tuyo\, es entre nosotras y ella- dijo Anahi

- no me voy a ir por qué me lo ordenes tú\, ustedes no son nadie

- ¿cómo te atreves?- pregunto muy furiosa y en ese momento me solté del agarre de sus amigas y le agarre el brazo con fuerza a Anahi para impedir que la golpeara

- ¿cómo te atreves tú a levantarle la mano a ella?- dije furiosa\, al parecer no iba a poder cumplir con la promesa que le había hecho a mi madre de no meterme en problemas

- ¡suéltame\, plebeya!- exclamo furiosa

- será mejor que me dejes en paz- dije tomando la mano de la chica que había impedido que me golpearan aunque no era necesario\, ya que podía defender sola y yo solo esperaba ver hasta donde llegaba\, tome la llave de mi cuarto que estaba en mi bolsillo y entre; al estar ya en mi cuarto encendí la luz y la vi

- muchas gracias por lo que hiciste por mí\, soy Liv- dije con una sonrisa presentándome

- hola Liv\, no fue nada\, es que detesto cuando tratan mal a la gente\, solo porque son de menor estatus\, mi nombre es Lyna\, mucho gusto

- es un placer Lyna- dije sin dejar de sonreír - ¿no me vas a decir de quién eres hija?- pregunte burlándome

- si te interesa\, soy la hija del archiduque Malvís- escucharla decir aquel apellido hizo que dejara de sonreír y que el color de mi piel se fuera de repente

La familia Malvís fue una de las primeras familias nobles en ser despojadas de todo lo que tenían y fueron arrestados, mandaron a toda la familia a hacer trabajo forzado, a las mujeres las vendieron a un burdel obligándolas a tener relaciones con cada hombre que pasaba por aquel lugar, los hombres aparte del trabajo forzado eran torturados brutalmente hasta que al final terminaron por ser ejecutados junto a otras familias de la alta sociedad que tuvieron la misma suerte que ellos, y las mujeres no pudieron soportarlo y terminaron por suicidarse.

"No voy a dejar que eso les pase, voy a salvarlos"- me dije a mí misma decidida

- Liv\, Liv- me llamo Lyna y yo volví a la realidad

- ¿qué paso?- pregunte

- te estuve llamando hasta hace un rato pero parecías estar perdida

- lo siento mucho\, me puse a pensar en algo

- no te preocupes\, no pasa nada- dijo con una sonrisa

- Lyna ¿te gustaría que seamos amigas?- pregunte

- por supuesto\, seremos las mejores amigas- dijo con una sonrisa

Las dos comenzamos a hablar y no podía creer que nos pareciéramos tanto, poco después dejamos de hablar y ella se fue de mi habitación, resultaba que su habitación era la que estaba al lado de la mía. Una hora después salí del cuarto y fui a la biblioteca para conseguir unos libros y así empezar a leer, cuando llegue al lugar entre y la bibliotecaria me miro, la salude y le pregunte donde podía encontrar libros sobre magia, ella me guio a una parte de la biblioteca donde me señalo los libros para después marcharse, tome algunos de ellos y le dije a la señora que me los llevaría a mi cuarto y que en cuanto terminara de leerlos se los traería de vuelta, regrese a mi habitación deje los libros en mi biblioteca y me senté, en ese momento apareció frente a mí el halcón que me habían regalado mis padres.

- ¿la pasaste bien?- le pregunte con una sonrisa- no hay nada más lindo que la libertad de ir a donde quieras ¿no es así?- hable con el halcón como si estuviera hablando con otra persona

Después de hablar con Falcón y leer unos libros me di cuenta de que ya era de noche, así junte todo y acomode para luego irme a vestir para dormir, me puse un vestido corto color lila, me acosté en la cama y apenas cerré los ojos me quede dormida.

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