Nuevos Comienzos
"Es una noche estrellada realmente preciosa, la luna me transmite tanta paz"- pensé mirando como los rayos de la luz blanca chocaban con los brazaletes de acero que tenía en las muñecas, levante la vista para admirar la luna a través de los gruesos barrotes que estaban en la pequeña ventana de donde provenía aquella pacífica luz blanca
En medio de mis pensamientos sobre la luz plateada escuche unos pasos que venían hacia mi celda, gire mi rostro para saber quien era y vi que quien había llegado se había quedado parado en la puerta, enfoque mi mirada en él y este era un guardia de unos veinte años con una bandeja en las manos, el muchacho entro a la celda y deje de mirarlo, escuche cuando dejo la charola en el suelo para después retirarse y cerrar la celda, pero aún podía sentir que se había quedado mirándome, pero aun así podía ver lo que él estaba haciendo, aun si no lo miraba
-en verdad siento mucho lo que le voy a decir mi señora- dijo el guardia bajando la mirada, se notaba que estaba muy apenado
-no te preocupes, no tienes que decir nada, pronto moriré ¿no es verdad?- dije dejando de mirar el suelo para volver mi mirada al guardia
-así es mi señora, mañana por la mañana será su ejecución- me informo
-Ian, me juraste lealtad y te has convertido en mi siervo más fiel durante todo este tiempo, es hora de que me olvides y continúes con tu vida- dije con tristeza- luego de mi ejecución quiero que te vayas del imperio y seas feliz
-¡nunca haría eso mi señora!- exclamo él- seguiré haciendo lo que usted inició, aquel día me salvo la vida y ahora que usted necesita de mí no puedo hacer nada para ayudarla
-si descubren quién eres, morirás de la peor manera seguramente - respondí, él era el único que había sobrevivido de todos mis siervos y no quería que él terminará como lo haría pronto
-entonces moriré con gusto- dijo y de inmediato desenvainó su espada para colocarla muy cerca de su cuello- estoy dispuesto a seguirla hasta el final, mi señora
-eres un excelente guardia, ahora por favor vete o te descubrirán y serás severamente castigado, no quiero que sufras- dije y él obedeció- una última cosa más Ian- volví a hablar y él se detuvo- quiero que vivas una larga y prospera vida, llena de paz ¿lo harás por mí?- pregunte, pero no me respondió
Después de escucharme se marchó sin darme respuesta alguna y cuando ya no escuche sus pasos, volví a mirar la luna y el cielo estrellado para después comenzar a recordar con tristeza todo lo que había vivido en mis cortos 18 años y como había llegado a la situación tan mala y precaria en la que me encontraba en estos momentos
**Flashback **
Mi nombre es Liv Lyblood, soy la primera hija de uno de los marqueses más poderosos del imperio del Dorado, vivía con mis padres Adrián y Margaret además de mi pequeño hermano Andy, él era un bebe recién nacido.
Mi vida era muy tranquila y feliz hasta que un día mientras cuidaba de mi pequeño hermano de apenas ocho meses de edad recibí la trágica noticia, mi madre había fallecido en un ataque de bandidos a su carruaje cuando regresaba de un viaje a un territorio que ella cuidaba y que en esos momentos la estaban pasando muy mal.
Oír aquella noticia me destrozo por completo y no solo a mí, sino que a mi padre también, tres días después fue el funeral de mi madre y cuando regresamos a la mansión me entere de que mi tía y prima vendrían a vivir con nosotros, ya que mi padre no estaba en condiciones para hacerse cargo de los asuntos de la mansión, la convivencia con ellas iba muy bien, pero se notaba por la mirada que mi tía no quiera a mi padre, ella odiaba profundamente a su hermano; el tiempo paso y cuando cumplí 13 años estallo una guerra entre nosotros y otro imperio, mi padre como militar de alto rango tuvo que marchar al frente de batalla para proteger el imperio. Después de que mi padre se marchara mi vida dio un giro radical, durante la ausencia de mi padre, mi tía se había hecho cargo de todos los asuntos de la mansión y los territorios que eran de mi familia como si ella fuera realmente la dueña de todo aquello.
La vida en la mansión se había vuelto un infierno, mi tía y su hija derrochaban todo el dinero de mi padre, me trataban como una sirvienta, me humillaban a toda hora, me maltrataban y aplicaban severos castigos por cualquier cosa que ocurriera en la mansión; me privaban de agua y alimentos durante días, pero lo peor fue enterarme de que ellas habían planeado y ejecutado la muerte de mi madre para después venir a la mansión y adueñarse de todo lo que me pertenecía, además de ello también me entere de que ellas eran las causantes de la muerte de mi pequeño hermano y que acusaron a mi nana de ese crimen, ellas habían asesinado a sangre fría a Andy y solo lo habían hecho por pura ambición, ya que mi hermano era el heredero del título de marqués.
Cuando cumplí 14 años mi tía comenzó a preocuparse, pues estaba viendo que el dinero y la fortuna de mi familia se estaba agotando, entonces decidió casarme con un duque que no sentía aprecio alguno por mí, el día de la boda él ni siquiera asistió a la ceremonia y me mantuvo alejada de la mansión principal, aun así sus concubinas me golpeaban y humillaban de todas las maneras posibles hasta que un día ellas se aburrieron de mí y me dejaron en paz. Luego de que ellas se aburrieran de mí me comenzaron a llegar noticias por parte de mis pocos sirvientes sobre la guerra, aunque no tenían noticias de mi padre; durante el conflicto se empezaron a esparcir los rumores de que las criaturas mágicas que vivían en el imperio eran los culpables de las desgracias que estábamos pasando, ya que desde que la guerra había empezado el imperio había comenzado a pasar por serias dificultades, varios lugares del imperio estaban pasando hambre debido a las malas cosechas que había habido en el último tiempo, todos esos rumores habían salido del palacio del emperador, todos los ciudadanos le creyeron de inmediato y comenzaron una gran cacería en contra de los seres mágicos que vivían en el imperio. Al cumplirse el cuarto año de la guerra, la población de seres y criaturas mágicas había disminuido drásticamente llegando casi a la extinción de ellos, algunos habían logrado escapar del infierno, pero los desafortunados muriendo horriblemente, los seres humanos (seres sin magia) torturaban y mataban cruelmente a los seres que capturaban, pero entre todo aquel horror y crueldad todavía quedaban seres humanos que se oponían a las nuevas leyes impuestas por el emperador y ayudaban a los seres mágicos a escapar del imperio, todos ellos eran considerados traidores que debían morir y una de esas personas era yo. Después de que las concubinas de mi marido se aburrieran y me dejaran en paz, me encerraron en la mansión más alejada de la propiedad, ese lugar era donde mi marido después del matrimonio me había confinado, aun así ellas me habían hecho un favor; ya que al ser un lugar alejado nadie sospecharía lo que tenía planeado hacer; desde que el emperador había proclamado aquellas atroces leyes convencí a los pocos sirvientes que tenía para que me ayudaran y ellos aceptaron de inmediato, pero con un poco de miedo, por el hecho de que la mayoría de ellos eran magos, personas que dominaban los elementos y también eran buscados para después ser asesinados, les ordene a mis sirvientes que dominaban el elemento tierra que crearan un túnel subterráneo resistente que fuera desde la mansión hasta un viñedo que era lo único que había heredado de mi madre antes de que mi tía me arrebatara todas mis pertenencias, aquel viñedo se encontraba lejos del imperio del dorado, se encontraba en el imperio de Babilonia.
Pronto se cumplió el quinto año de la guerra esta finalmente acabo, estaba muy feliz por ello, hasta que llego mi prima a la mansión con decenas de soldados muy bien armados, ella me dijo con fingida tristeza que mi padre había fallecido en batalla e instantes después de darme la noticia hizo que los soldados me arrestaran bajo la acusación de ayudar en la huida de criminales del imperio, convirtiéndome en una traidora a este. Los soldados también arrestaron a todos mis sirvientes y guardias a los cuales ejecutaron frente a mis ojos con la excepción de Ian, él era un guardia imperial que había salvado de morir de hambre además de que era una criatura mágica que se supo ocultar muy bien de sus perseguidores durante toda la guerra, él había sido el encargado de traerme a todos los prisioneros que podía para llevarlos a Babilonia, él los traía con la fachada de que eran esclavos para mi mansión.
Luego de ver las ejecuciones de todos mis sirvientes y guardias sentía mucha culpa, mi deber era protegerlos y no lo había hecho, los guardias imperiales me ataron de manos y me llevaron a las mazmorras del palacio para esperar ahí mi sentencia de muerte, ya que ni siquiera me iban a dar un juicio justo, en mi espera solo podían pensar en que podía haber cambiado para no terminar como lo había hecho
Fin del flashback
Recordar aquellos sucesos solo hacía que mi culpa y dolor crecieran aún más, porque no había podido salvar a mis fieles siervos de aquel destino tan cruel, ellos aún sin yo tener nada trabajaban para mí; entre lágrimas oí unos pasos, me gire para ver quien era y esta vez mi visita inesperada era Ámbar, mi prima, ella caminaba con superioridad, al verme comenzó a reír y estuvo así por varios minutos hasta que finalmente se calmó y me miro con desprecio, se acercó a la reja revelándome que ella había mandado a asesinar a mi padre, él no había muerto en batalla como ella me había dicho sino que como se había convertido en un estorbo para los planes de su madre, lo asesino para quedarse después con lo poco que quedaba de la fortuna de mi familia, pero su nuevo problema y estorbo era yo, la única heredera de la familia Lyblood, fue por eso que me acuso de ayudar a los seres mágicos a escapar aun sin saber que la acusación era verdadera; luego de decirme aquello se marchó, comencé a llorar aún más hasta que no tuve lágrimas que derramar, me acerque a la bandeja que Ian me trajo momentos antes, esta consistía de un vaso de agua, una sopa y un pedazo de pan, tome el vaso de agua, me quite un pendiente que era lo único que me quedaba y que aún tenía puesto, al tener esas dos cosas en mis manos sonreí al recordar quien era realmente. Yo también era una criatura mágica, era un ser nacido de un hada de las nieves y un demonio que habían decidido vivir lejos de su tierra natal, pero orgullosos de quienes eran y con principios muy sólidos; si iba a morir lo haría bajo mis propios principios, a mí nadie me iba a ejecutar.
Deje el vaso en el suelo, tome con fuerza mi pendiente para hacerme una pequeña herida en el dedo, la sangre rápidamente comenzó a brotar de la herida, puse mi dedo sobre el vaso de agua y dejé que cayeran cuatro gotas dentro del vaso.
Las hadas de las nieves son inmunes a los venenos, pero irónicamente la sangre de estas era un potente veneno para ellas que las podía matar en cuestión de minutos.
Las gotas de sangre se mezclaron con el agua y el líquido transparente se tornó azul eléctrico, tome el vaso y mire a los prisioneros que estaban justo frente a mi celda
-que ironía, señores, hoy es mi el día de mi muerte y también el día de nacimiento- dije con una sonrisa, alce el vaso sin dejar de mirarlos- a su salud, que nuestras vidas sean mejores que esta - los señores solo me miraron sin decir nada, bebí de aquel vaso y me acosté en el frío suelo cerrando los ojos para esperar que la muerte viniera a buscarme.
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Comments
Nayvi Moreno
Oh pobre chica qué injusta vida tuvo, por lo menos ella decidió morir con dignidad y no por la prima ladrona 😓
2024-07-20
0
Sonia de la Torre
Vaya vida le tocó por seres despreciables 😔
2023-11-17
4
Pinguina
que tristeza 😔
2023-11-14
0