Capitulo 6

Después de que me dijeran que no podían encontrar nada de Teo deje esa investigación y comencé con otra, pero esta vez el objetivo de investigación eran mi tía y prima, mi detective se dedicó en cuerpo y alma a la investigación, ya que él se tomaba muy en serio su trabajo, mientras Alex se encargaba de la investigación, yo buscaba a las personas correctas para mantener vigilado a Teo sin que él se diera cuenta.

Todo pasaba muy rápido, mi hermano crecía y se convertía en un bebe sano y fuerte, mis padres formaban parte de mi educación y parte de la vida de mi hermano, éramos una familia muy feliz y unida.

Durante ese tiempo me dediqué a mi entrenamiento en magia y artes marciales, además de que aprendí a utilizar mejor la espalda, el arco y la flecha, pero también seguía estudiando arduamente, mis estudios iban muy avanzados tanto en modales, como la música, me había interesado por aprender a tocar el piano y la lira, la literatura me gusto pero después la cambie por estrategias de guerra y aprendí a jugar al ajedrez con todos aquellos conocimientos me había vuelto una niña muy culpa, aunque nunca deje de estudiar y leer sobre las especies y los animales mágicos.

En los dos años que estuve aprendiendo mis padres llegaron a la conclusión de que ya no necesitaba de mis profesores y que debía avanzar a otros conocimientos como las matemáticas, la contaduría, la administración de negocios y de la mansión, entre otros saberes que ellos querían que yo aprendiera y obviamente estaba de acuerdo con ellos, el último día de mis profesores llego y los primeros de los que me despedí fueron los que me enseñaban magia, el saber que ya no tendría que verles las caras me hacía sumamente feliz pero aun así me iba a vengar de ellos, esa mañana los invite a desayunar conmigo, los lleve a una sala donde nos sentamos a esperar, Gina trajo el té a donde estábamos nosotros, se alejó y yo les serví el té.

- Quería agradecerles por haberme enseñado tanto durante este tiempo\, muchas gracias - dije termine de servir el té y bebí de mi taza para después de fingir dar un sorbo volverla a dejar en la mesa

Mis profesores bebieron el té, encantados y se quedaron conmigo un tiempo hablando, halagándome, diciendo que jamás habían tenido a una alumna igual de inteligente, la verdad era todo mentira lo que salía de la boca de estos hombres, me trataban como una niña estúpida y eso era lo que más me molestaba de ellos. Cuando terminamos de tomar el té ellos se marcharon, en cuanto deje de verlos sonreí al ver que ellos tres se habían bebido todo el té.

Antes de que ellos llegaran le dije a Gina que preparara él te para mis profesores y para mí, ella obedeció a mi orden, me metí a hurtadillas a la cocina y vertí un poco de mi sangre en la tetera, ellos debían de pagar por todo lo que habían hecho en el pasado. En algunos libros había leído que la sangre de las hadas de las nieves era muy venenosa y no solo para ellas, sino que para quien la bebía también era mortal, pero en vez de darles una muerte rápida a las personas, esta era más lenta y agonizante, llena de dolor, era tanto el tormento que las víctimas suplicaban para que las mataran pero ellos solo podían morir cuando el veneno cubriera y llegara a todo su cuerpo, el veneno era de reacción muy lenta, la agonía podía llegar a durar de una semana hasta un mes, donde ellos deberían de soportar un intenso dolor.

"Ahora ustedes tres van a pagar todo el daño y el sufrimiento que ustedes mismos ocasionaron sintiéndolo en carne propia, espero que mueran llenos de dolor y agonía" - pensé

Luego de ello me despedí de mis otros profesores y profesoras, les di a ellos las gracias también por el excelente trabajo que hicieron al enseñarme, y le dije a mis profesoras que si podían seguir viniendo para enseñarme pero que los hicieran dos o tres veces a la semana en vez de todos los días, ellas por supuesto aceptaron de inmediato no solo porque les caía bien sino también por el pago que recibían de mis padres.

Una vez que despedí a todos me fui al campo de entrenamiento donde mis padres me habían estado entrenando para dominar mis poderes, ellos habían creado ese lugar que era completamente secreto para todos. En cuanto entre me cambie de ropa, me puse un pantalón holgado de color marrón kaki y una remera también holgada de color blanco, camine al centro del campo y me puse a practicar mis hechizos de defensa y ataque, también practicaba que tan fuerte era mi dominio de los elementos que poseía, mientras practicaba sentía que alguien me estaba observando pero no podía ver quien era y tampoco me importaba porque seguramente eran mis padres, ya que nadie más sabia de ese lugar, continúe con mi entrenamiento hasta que escuche a alguien aplaudir.

- lo has hecho increíble\, eres como una rosa floreciendo en el medio del campo\, parece que en vez de luchar estuvieras bailando- oí la voz de mi padre

- gracias padre\, pero no es cierto- respondí

- claro que lo es

- si sigues diciendo esas cosas me voy a sonrojar y avergonzar mucho- dije\, ya que sentía como tenía rojas las mejillas

- ven hija\, debemos de hablar- dijo él un poco serio

- ¿que ocurre padre?- pregunte al bajar de la plataforma donde me encontraba

- es con respecto a las profesoras ... ¿Les dijiste que querías que siguieran viniendo?

- sí\, es por qué todavía no estoy segura de que esté haciendo las cosas bien con respecto a los modales y la etiqueta

- está bien\, si no estás segura de eso permitiré que sigan viniendo

- ellas vendrán dos o tres veces por semanas

- está bien\, si así estás más cómoda

- Así tendré tiempo de estar con mi hermano\, de entrenar como es debido tanto mis poderes como mi cuerpo

- estás muy bien con tu entrenamiento

- gracias\, pero quiero perfeccionar mis habilidades

- eso se va desarrollando con el tiempo\, no te sobre esfuerces\, aún eres una niña de once años- dijo mi padre preocupado y me di cuenta de que él tenía razón\, estaba pensando como una adulta de veinte años- si sigues haciendo este entrenamiento vas a terminar hiriendo tu cuerpo

- gracias padre por decírmelo no lo sabía- dije agachando la cabeza\, ya que él tenía mucha razón\, estaba sobre forzando a mi cuerpo

- eres mi hija\, mi deber es velar por tu bien y tu felicidad

- padre- llame su atención- ¿tendrás algún lugar para que bastante gente trabaje?

- ¿qué pasa hija? ¿Qué está pasando por esa cabecita?

- quiero ayudar a las personas que viven en los barrios bajos del imperio ¿no tendrás trabajo para ello?

- déjame ver que puedo hacer\, creo que tu madre tiene un campo que necesita de trabajadores

- que bien - dije festejando

- por cierto ¿cómo sabes la situación que están pasando ellos si nunca sales de la mansión?- pregunto mi padre mirándome

- el otro día salí de la mansión\, y me perdí terminando en aquel lugar tan triste\, me di cuenta de que se discrimina a los que tienen poderes

- voy a resolverlo- dijo molesto y con el ceño fruncido

- muchas gracias- dije con una sonrisa

Mi padre se fue del lugar con paso rápido, él estaba muy molesto por lo que dije, ya que era un defensor de las criaturas mágicas, él creía que todos podíamos vivir en paz, él hacía proyectos para mejorar la vida de esas personas, contrataba solo a mujeres y hombres con poderes mágicos para que ellos tuvieran un trabajo y sabía que si le contaba sobre lo que había vivido estaría furioso por ello además de orgulloso por lo que había hecho en aquel entonces. Tres días después mi padre y yo fuimos a los barrios bajos para darle empleo a las personas que vivían ahí, ellos estaban felices por la noticia y aceptaron aunque algunos de ellos estaban muy desconfiados aun así fueron para asegurarse de que no los engañábamos, la mayoría de las personas que vivían ahí fueron al campo de mi madre para trabajar.

"Hemos hecho algo muy bueno, pero aun así ellos corren mucho peligro, pero voy a hacer todo lo posible por salvarlos a todos, no permitiré que ese hombre asesine a alguien"- pensé muy decidida de lo que iba a hacer

Después de llevar a los nuevos empleados a su nuevo hogar y trabajo regresamos a la mansión donde mi madre y hermano nos estaban esperando.

- tardaron mucho\, ya es de noche - dijo ella con el ceño fruncido\, ella estaba muy enfadada

- las personas que contrate para que cultivaran el campo no nos dejaban irnos\, nos daban las gracias a cada momento

- Así es madre- dije apoyando a mi padre

La verdad es que los nuevos empleados habían organizado una pequeña fiesta que estuvo muy divertida y perdimos la noción del tiempo, después de darle explicaciones a mi madre entramos a la mansión para cenar, le contamos como había sido todo y ella estaba muy feliz de que esas personas tuvieran ahora un trabajo y un techo, junto a comida caliente.

Al terminar la cena me fui directamente a mi habitación, me puse un pijama y luego me acosté en la cama para dormir

"hoy fue un buen día"- pensé feliz y cerré los ojos

El tiempo empezó a pasar bastante rápido aunque yo seguía con mi rutina, todo iba muy bien hasta que en la ciudad se volvió a hablar mal de mí, se decía que yo era alguien muy malo, de apariencia grotesca y por eso no salía nunca de la mansión y no conocía a nadie de la sociedad, la realidad era muy diferente, no salía de la mansión por qué pasaba mi tiempo con mi familia, entrenando o adquiriendo conocimientos de los libros y de los profesores que venían a ayudarme, no entendía de que se trataba todo, quien era la persona que me difamaba de esa manera, le pregunte a Alex si sabía algo al respecto y él me dijo que eran rumores que había creado mi prima y mi tía, ellas se habían venido a mudar a la capital del imperio pero no habían hecho nada contra mi familia en todo ese tiempo.

- señorita\, he oído que los profesores que usted tuvo y que le enseñaban magia muriendo anoche - me informo Alex

- qué mal - dije fingiendo tristeza por ellos

"se tardaron en morir, espero que hayan sufrido mucho"- me dije a mí misma

- quiero que sigas al pendiente de todo lo que haga mi prima y mi tía

- ¿qué hará con respecto a los rumores que ella creó?- pregunto- ¿quiere que me encargue?

- si la gente quiere creerlos no puedo hacer nada\, además no me interesa lo que la gente diga de mí - dije restándole importancia y luego me marche

Él me había dicho que nos reuniéramos en un bosque cercano a mi mansión.

"Tarde o temprano van a pagar por todo lo que hacen e hicieron, ya lo verán, Alina, Ámbar"- dije sonriendo maquiavélicamente- "mi dulce primita y mi tía sabrán lo que es el infierno en vida"

Pronto regrese a la mansión, le pregunte a algún sirviente que estaba pasando por ahí donde estaban mis padres y él me respondió que ambos estaban con mi hermano en el patio, me dirigí allí y vi que mi hermano estaba caminando con la ayuda de mi madre, ya que él tenía mucho miedo a caerse, verlo caminar me lleno de felicidad.

"No puedo creer que llego este día"- pensé con lágrimas en los ojos

Corrí a ellos y abracé a mi hermano con cuidado, en el pasado no lo había podido ver levantarse o estar parado

- hija\, hazlo despacio- dijo mi madre

- tienes razón mama\, lo siento mucho- dije bajándolo al suelo

Estuvimos todo el día viendo a mi hermano caminar y gatear por todo el patio hasta que al final se durmió después de comer, todos regresamos a la mansión igual de exhaustos que mi hermano y nos fuimos a dormir.

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