Capitulo 9

Al despertarme, me levanté de la cama y fui hasta el armario, tome el uniforme que tenía que usar, este se componía de una camisa mangas largas blanca, una pollera corta de color gris, un chaleco de color verde esmeralda y una corbata.

Al terminar de vestirme, salí del cuarto justo cuando salió mi nueva amiga, las dos caminamos por los pasillos de la academia hasta que encontramos nuestras respectivas clases, entre en mi salón después de despedirme de Lyna, al hacerlo fui hasta el fondo del salón sentándome en un asiento que estaba al lado de la ventana, al sentarme ignore a todos y me puse a mirar por la ventana cuando de repente oí a alguien que se paró a mi lado.

-disculpa, ¿puedo sentarme?, es que no hay otro lugar disponible- oí la dulce voz de una chica y me voltee

Al hacerlo vi a una chica tímida de color cobrizos y cabellos rojos brillante, parecía estar muy nerviosa

-no te preocupes, siéntate no hay problemas- dije con una sonrisa para que se tranquilizara, ya que ella parecía una chica muy agradable

-muchas gracias, déjame presentarme mi nombre es Sofía Lawrence, mucho gusto

-es un placer Sofía, mi nombre es Liv- dije

-¿eres la chica becada?- pregunto ella y luego se tapó la boca arrepentida- lo siento no era mi intención decirlo así

-no te preocupes- dije riendo- la verdad es que no soy becada, pero la gente cree eso y a mí no me importa

Rápidamente ambas nos hicimos muy amigas y comenzamos a llevarnos muy bien, la clase empezó y dejamos de hablar, pero cuando esta termino salimos y nos encontramos con Lyna y dos chicos más, a uno de ellos lo reconocí, era el mismo niño con el que había chocado el día anterior, en ese momento los tres se acercaron y a mí me empezó a doler la cabeza fuertemente y varios recuerdos vinieron a mi mente

Primer recuerdo

-esto es humillante mi señora, usted no debería de hacer esto, es la señora de la mansión- dijo uno de mis sirvientes que me acompañaba

-no podemos hacer nada, además no me importa hacer esto, me ayuda a despejarme

Estábamos caminando por el bosque que rodeaba mi mansión para buscar agua en el pequeño lago que había, mientras íbamos caminando mis sirvientes se quejaban de lo injusto que era mi marido conmigo, ellos se preocupaban mucho por mí y eso lo agradecía mucho.

Al seguir el camino sentí algo extraño, como si alguien más estuviera en el bosque, mire a mi alrededor y en eso vi a un hombre tirado en el suelo, corrí hasta donde estaba él, pero un par de lobos que también estaban heridos salieron a defenderlo, impidiendo que avanzara, ellos estaban muy débiles y bañados en sangre, me acerque con precaución ellos rápidamente me rodearon y después de un tiempo me olfatearon y después se desmayaron

-oh, por todos los cielos- dije preocupada, me agaché y vi que estaban al borde de la muerte

Me levanté después de revisar a los lobos y fui hasta donde estaba el hombre, cuando llegue a donde estaba él, note de inmediato que era un muchacho y que sus heridas eran muy profundas parecía estar también al borde de la muerte

-pobrecito, debemos ayudarlo- dije y mis sirvientes se acercaron- debemos llevarlos a la mansión

Mis sirvientes fabricaron unas camillas para colocar a los lobos, cuando terminaron los colocaron ahí y cuatro de mis sirvientes tomaron las camillas y se marcharon con dirección a la mansión mientras que el quinto de mis sirvientes tomo al chico para cargarlo y nos fuimos directo a la mansión

Fin del recuerdo

Segundo recuerdo

-pobre hombre, está sudando frío, tiene mucha fiebre- dije preocupada mientras le quitaba el paño húmedo de la frente y lo cambiaba por otro

-debemos bajarle la fiebre o morirá- dijo uno de los sirvientes que estaba conmigo atendiéndolo

-como es que el imperio termino de esta manera- dije con tristeza

-al parecer él fue torturado casi hasta la muerte, mi señora- dijo un segundo sirviente

-está lleno de heridas, vamos a limpiarlo, traigan por favor un ungüento para curar sus heridas, una palangana, paños limpios, una muda de ropa limpia y un balde con agua tibia- dije mientras miraba al joven inconsciente

-no te preocupes, muy pronto serás libre nuevamente- dije después de que mis sirvientes se marcharan a buscar todo lo que les pedí

Fin del recuerdo

Tercer recuerdo

Mis sirvientes habían traído todo lo que había pedido y se habían marchado, llena de vergüenza le quite los harapos que el hombre tenía y comencé a limpiarlo, él estaba muy sucio, lleno de tierra mezclado con sangre y mugre, tome un paño limpio lo moje y empecé a limpiar su cuerpo y sus heridas de aquel chico con muchísimo cuidado, después de limpiarlo vi que aquel hombre era muy guapo, en cuanto termine de limpiarlo tome el ungüento y se lo pase por todas las heridas con mucho cuidado, lo vende y después lo vestí con la muda de ropa que había pedido; en cuanto termine lo recosté con suavidad en la cama, cuando estaba por alejarme él abrió los ojos

-qué alegría que hayas despertado, estás a salvo, debes descansar- dije con una sonrisa

-eres... eres tú...- dijo y comenzó a toser, lo levanté suavemente para que se sentara y le di un poco de agua- al fin... te encontré- dijo después de tomar el agua y se volvió a desmayar

-tranquilo, debes descansar y recuperarte- dije acariciando su mejilla

Lo recosté nuevamente, lo tape con la manta para que no tomara frío, me levante de donde estaba sentada y lo deje que descansara tranquilamente

Fin del recuerdo

-Sofí, no me estoy sintiendo muy bien, me duele la cabeza- dijo agarrándome de ella

-¿qué te pasa Liv?- pregunto preocupada Lyna

-no me siento bien, me duele muchísimo la cabeza - dije mientras me la agarraba, ya no soportaba el dolor punzante que tenía

Mis nuevas amigas y los chicos comenzaron a preocuparse, los mire a todos, pero antes de decir algo la oscuridad me invadió y deje de sentir.

Cuando volví a despertar estaba en la cama de la enfermería, mire a mi alrededor y vi que mis amigas estaban sentadas a mi lado esperando que despertara

-¿qué me paso?- pregunté y ellas me miraron de inmediato

-te desmayaste Liv- respondió Lyna preocupada

-¿qué te paso?- pregunto Sofía- estabas bien antes de salir del salón

-me comenzó a doler la cabeza muchísimo y de repente

-es extraño lo que te paso- dijo Sofía

-no es extraño ya me ha pasado antes, es normal para mí, no se preocupen. Por cierto Lyna ¿quiénes eran las personas con las que estabas?

-son amigos míos si quieres te los presento, son muy buenas personas

-gracias por la oferta pero prefiero rechazarla

Después de que me recupere de aquel dolor de cabeza mis amigas me llevaron al comedor, ya que era mediodía, en cuanto llegamos nos sentamos en una mesa y me sorprendí mucho al ver un rostro familiar en ese lugar el cual pensé que nunca más vería

"al fin nos volvemos a encontrar mi amada prima"- pensé de manera maliciosa-"voy a cobrarme todas las cosas que me hiciste en el pasado"- decía en mis pensamientos mientras no dejaba de mirarla, ella estaba hablando con Anahi y sus amigas- "la mejor manera de vengarme de ti es humillarte en público como te lo mereces, seré mejor que tú en todos los sentidos"

Para mi prima Ámbar lo peor que le podía pasar era ver a alguien siendo mejor que ella en algo, eso la llenaba de rabia y celos, tanto que en el pasado mando a matar a varias muchachas solo porque ellas tocaban mejor un instrumento o porque tenían más conocimiento que ella, lo más importante para ella es ser la mejor de todas y mantener una reputación; Ámbar creía que todos eran seres inferiores a ella y que solo ella debía y podía llegar a la cima, pero ahora yo misma le voy a demostrar que las cosas no son así, soy y seré mejor que ella.

Esa misma tarde cuando regrese a mis clases me encontré con mi prima y sus amigas, obviamente ellas me ignoraron como si fueran más importantes que yo, entramos a la clase y el profesor comenzó a impartirla, este hacía algunas preguntas y yo siempre respondía bien y antes de que Ámbar pudiera decir algo, me divertía ver como poco a poco iba perdiendo el control, tenía ganas de reírme, pero no podía hacerlo, cuando la clase termino y el profesor se marchó ella se levantó junto a Anahi y sus amigas, para venir a donde me encontraba sentada.

-¿quién eres tú?- pregunto Ámbar furiosa

-no necesitas saber mi nombre- le respondí con una sonrisa socarrona

-te haces la importante cuando no lo eres

-disculpa, pero ¿tú quién eres?- pregunte como si no me importara conocerla eso la hizo enfurecer aún más, tanto que me agarro del cabello y me lo tiro con fuerza frente a toda la clase

-oye plebeya, es mejor que te disculpes con ella ahora mismo y de rodillas- dijo Anahi con una sonrisa- ella es la sobrina del marqués Lyblood, ten más respeto

-el respeto se gana- respondí y Ámbar volvió a tirarme del cabello- no voy a pedirte disculpas, pero no hice nada malo

-me humillaste frente a toda la clase

-no lo hice- dije y me solté de su agarre- solo respondí a las preguntas del profesor antes

-yo debía de responder

-querida no eres el centro del mundo- al decir aquello ella se enfureció aún más y quiso abofetearme

-¿qué está pasando aquí?- exclamo el profesor enojado

-profesor ella ha estado molestándome- dijo Ámbar haciéndose la víctima y el profesor me miro como si le creyera

-no hice nada profesor, ella está inventando todo- me defendí

-mentira yo vi cuando te burlaste de ella - dijo Anahi defendiendo a su amiga

-y yo vi cuando Ámbar la agarro del cabello y quiso golpearla- dijo un chico y el profesor le creyó a él después de ver que tenía el cabello todo desarreglado

El profesor castigó a Ámbar y ella solo me miraba con odio, movió sus labios antes de salir del salón y comprendí lo que me dijo, ella había dicho "esto no se va a quedar así, voy a vengarme".

Después de que se fue la otra clase comenzó todo iba muy tranquilo pero en cuanto término la clase y salí las amigas de Ámbar me agarraron de los brazos y me llevaron un lugar donde no pasaba nadie.

-te atreviste a humillar a mi amiga y ahora vas a pagar- dijo Anahi

-yo no humille a nadie ella solo está recibiendo lo que se merecía

-mentirosa - dijo Anahi y quiso golpearme pero la detuve y la golpeé primero al igual a que a sus dos amigas

-no les conviene hacerme enojar- dije mirándolas con mucha frialdad

Salí de aquel pasillo y justo pasaban por ahí mis amigas, ellas se acercaron a mí y me llevaron a otro lugar

-¿qué paso Liv?- pregunto Sofía

-tuve un problema con Anahi y sus amigas, pero ya lo resolví- dije sin darle importancia

-¿qué te hicieron esta vez?- pregunto Lyna

-nada, no pudieron hacer nada, sé defenderme muy bien

-¿te pelease con ellas?- pregunto sorprendida Sofía

-solo las golpeé un poquito- respondió

-ellas te van a acusar con el director- dijo Lyna

-no lo van a hacer porque no tienen pruebas, los golpes que les di no dejan rastro, no se preocupen

Las semanas pasaron muy rápido y yo me divertía un montón con mis amigas y también viendo como Ámbar cada vez se enfurecía y se humillaba a sí misma cuando la llevaba al límite, podía ver el odio que tenía por mí con cada mirada que me daba, además mis amigas y yo nos divertíamos haciéndoles bromas a ella todas las noches, era muy divertido y no podíamos dejar de reír, también creábamos algunos rumores sobre mi prima y sus amigas, y estos se espacian muy rápido por toda la academia y poco a poco la reputación de mi prima fue decayendo, aun teniendo doce años la reputación de una dama era algo muy importante.

Con el pasar del tiempo me ponía más nerviosa debido a la guerra que se avecinaba y yo no tenía ningún plan para evitarla, al cumplir mis 13 años y ver que la guerra no estallo me sentí bien, ya que pensaba que no iba a pasar pero una noche soñé con la guerra y supe que lo que había pasado antes volvería a pasar y debía ayudar a la gente quería, no había logrado cambiarlo, sino que lo había pospuesto pero no sabía por cuanto tiempo. Un día cuando salí de clases junto con Sofía vimos a Lyna junto a los chicos con los cuales estaba hablando, nos acercamos a ellos el chico de ojos verdes al verme se le llenaron los ojos de lágrimas no entendía por qué, él cada vez que me veía tenía esa misma reacción. Después de un año se presentaron el chico de cabellos negros y ojos azules se llamaba Austin Brown, era el hijo de un duque y su familia era despreciable, ya que en mi pasado se habían encargado de experimentar con las criaturas mágicas que capturaban para arrebatarles sus poderes, y cuando el chico de ojos verdes se presentó dijo que era el hijo de un conde muy respetado se llamaba Octavio pero había algo en el que me decía que estaba mintiendo.

Al enterarme quienes eran me aleje de ambos, ya que algo me decía que me causarían problemas en el futuro.

Durante el tiempo que había estado en la academia me había concentrado en mi venganza contra Ámbar y sus amigas   de concentrarme en mis estudios, en mis amigas y en crear conexiones con las personas que me habían ayudado en el pasado a salvar gente, todo iba muy bien, mis estudios iban muy avanzados, ya que había hecho dos años en uno y ahora estaba en el último año; durante todo ese tiempo estudiaba y veía como mis amigos y amigas practicaban sus poderes, me sentía mal al engañarlos y decirles que no tenía poderes pero era por mi protección, por otro lado, nunca deje de practicar mi magia, lo hacía en la noche dentro de mi cuarto para no ser descubierta.

Durante mi estadía en la academia aprendí muchas cosas, pero también me metí en muchos problemas debido a Anahi, ya que ella siempre buscaba la manera de hacerme quedar muy mal, hasta que un buen día la engañe y le hice beber el suero de la verdad que había creado, asi ella confeso todo lo que había hecho y termino siendo expulsada de la academia junto con sus amigas y Ámbar incluida, pero para mí no me pareció un castigo justo asi que les di un elixir a las cuatro, el cual hacía que ellas sufrieran todo el daño que habían causado a las otras personas. Cuando el año termino y yo me gradúe, me despedí de todos pero a mis amigos y amigas, a la vez les di una advertencia

-chicas, si un día las voy a buscar y llevo mucha prisa deben seguirme, las pondré a salvo - dije muy seria

-nos asustas Liv- dijo Sofía temerosa

-tengo la habilidad de ver el futuro, créanme

-lo haremos- dijeron ambos

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