Pov.: Liv
Después de que leí el contrato estuve completamente de acuerdo firme de inmediato frente al mayordomo, se lo entregue para que se marchara lo antes posible. En cuanto él, le pedí a Laya que reuniera a todos los sirvientes, minutos después ella regresó para decirme donde se habían reunido todos y fui a reunirme con ellos, al llegar y entrar en la gran sala mis sirvientes me miraron en silencio y yo me acerque.
- el tiempo ha llegado\, ustedes deben marcharse\, han estado conmigo más tiempo del que era\, es hora de que se marchen- dije firme y todos se miraron entre ellos los únicos que se quedaran son Laya y Oliver
- fue un honor servirle mi lady - dijeron todos los sirvientes e hicieron todos una reverencia después de un largo silencio
- ¿cuándo nos marcharemos?- pregunto uno de los guardias
- hoy por la noche\, ahora vayan a preparar sus cosas por favor- dije y ellos salieron de la sala a excepción de Oliver y Laya
- mi lady\, ¿está segura de que lo que está haciendo está bien?- pregunto Oliver
- solo dejo que sean libre y escapen del horror que está por venir
- pero nos quedaremos solos- hablo Laya
- ya he buscado gente confiable para que me sirva- dije mientras caminaba hacia la ventana - solo quiero que ellos estén a salvo y vivan en paz\, y si para que ellos se vayan debo ser fría y cruel para que se marchen lo voy a hacer - los dos sirvientes no dijeron nada- pueden irse\, quiero estar sola
- si mi lady- dijeron ambos para después marcharse
Al quedarme sola di un largo suspiro, no quería que ellos se fueran pero sabía que debía dejarlos ir para poder salvarlos. Ya por la noche todos estaban listos y con todas sus cosas para partir, la hora de que todos se marcharan llego, nos cubrimos con capas negras y salimos de la mansión con mucho cuidado, ya que sabía que el príncipe mantenía vigilado mi territorio una vez que salimos sin ser descubiertos llegamos a la casa de mis padres y fuimos directamente a la parte trasera del terreno donde se encontraba una gran montaña que en su base tenía una cueva y esa entrada que era natural también era la entrada al túnel, nos detuvimos ahí, nos despedimos entre todos, los abrace y más tarde los vi marcharse, Laya, Oliver y yo nos quedamos unos momentos mirando aquella montaña cuando de repente vimos como una gran ola de tierra cubría la entrada de la cueva, al verlos me di la vuelta
- ya está hecho\, regresemos a la mansión antes de que sospechen algo- dije mirando a Oliver y Laya
- si mi lady- dijeron haciendo una reverencia
De inmediato volvimos a la mansión, al entrar puede sentir la mansión fría y vacía, jamás la había sentido tan vacía desde que había llegado, los tres caminamos por los pasillos hasta que les dije que ya debían ir a dormir, me despedí de ellos para después entrar en mi habitación. Por la mañana nos levantamos los tres muy tarde, desayunamos para posteriormente preparar el carruaje, cuando este estuvo listo los tres salimos de la mansión y nos dirigimos a un lugar donde pensé que jamás volvería a poner un pie pero el destino me envió directamente a aquel sitio, el viaje fue muy tranquilo y mientras recorría las calles de la capital pensaba en mi vida, mi familia y las personas que iba a intentar salvar. Pronto llegué a aquel territorio, muchos recuerdos llegaron a mi mente, todo lo malo que había pasado en ese lugar me golpeo como cachetadas haciendo que varias lágrimas rebeldes se escaparan de mis ojos, rápidamente me las seque y me recompuse, viajamos un poco más en carruaje hasta que llegamos a la mansión del dueño de ese territorio, la persona encargada de ese lugar era nada más y nada menos que la persona a la cual mi tía me había vendido en el pasado, cuando el carruaje se detuvo me coloque mi capa y baje de mi transporte, rápidamente fui recibida por aquel despreciable hombre juntos a sus odiosas concubinas
- buenas tardes\, princesa - dijo mi anterior marido haciendo una reverencia y sus concubinas hicieron lo mismo
"¿quién hubiera pensado que ellos se reverenciarían ante mí cuando en el pasado era yo la que tenía que hacerlo?"- pensé con una sonrisa
- buenas tardes- dije secamente
- entremos por favor a la mansión- dijo el hombre abriéndome paso a la mansión
- por supuesto- dije y entre mientras él me guiaba
Al entrar en la mansión nos sentamos en la sala de estar a beber el té, después de beber el primer sorbo deje la taza en la mesa y mire al hombre
- me gustaría ir directamente al punto de porque estoy aquí- dije seriamente- quiero a algunos de sus sirvientes para que trabajen en la mía
- ¿y eso porque? Usted debe de tener miles de plebeyos que la sirvan
- los acabo de despedir a todos y ahora necesito contratar nuevos\, conozco varios de sus sirvientes y ellos me llamaron mucho la atención así que vine a preguntar si usted era tan amable para dármelos\, obvio que le daré una compensación por las molestias ocasionadas al llevármelos tan repentinamente
- ¿quiénes son esas personas para ver si puedo complacerla?
Al mirar su asquerosa mirada respiré profundo y le dije los nombres de quienes antes habían sido mis sirvientes y guardias, al terminar de decirle los nombres él me miraba sorprendido, ya que ellos no eran los mejores siervos y soldados, pues ellos se encargaban de las peores tareas y las más pesadas de aquella mansión.
En mi anterior vida esos sirvientes siempre habían sido despreciados por el hombre, puesto que no los creía capaces de hacer nada bien y por esa razón me los había dado a mí como sirvientes pero lo que él no sabía era que ellos eran muy buenos haciendo sus trabajos; unos momentos después el hombre reacciono volviendo a mirarme
- princesa\, tengo mejores soldados y sirvientes a mi disposición que puedo darle ¿por qué quiere a ellos?- pregunto el
- sé perfectamente que tiene otros sirvientes pero yo los quiero a ellos y solo a ellos\, a nadie más ¿me los dará o no?
- por supuesto que sí\, mañana se los llevaré a la mansión del tercer príncipe
- no\, me los llevo en este preciso momento\, porque\, sino que no hay trato- dije poniendo en la mesa una bolsa de dinero\, sabía perfectamente que él lo necesitaba desesperadamente\, ya que me había encargado de dejarlo sin dinero\, me había asociado a los negocios que en mi vida pasada él se había asociado y que le habían dado su gran fortuna y ahora que no tenía ese apoyo estaba cayendo muy rápido en la ruina
- está bien\, los buscaré de inmediato- dijo y se marchó dejándome con sus concubinas a solas
Después de que él se marchó vi a las concubinas a través de la capa y ellas me veían con superioridad, volví a tomar de la taza de té y luego las mire
- ¿a qué se deben sus sonrisas?
- somos amigas de las concubinas del tercer príncipe y sabemos como vives en la mansión- dijo una de ellas con una sonrisa
- Según ustedes ¿cómo vivo?
- estás recluida en la mansión más alejada de la propiedad tu marido no te visita y eres una princesa en desgracia
- no me hagan reír\, sus amigas les mienten- dije- es verdad que algunas cosas son ciertas pero es porque yo decidí vivir como lo hago\, no porque mi marido lo ordenara
En ese instante llego un mayordomo de la casa, este se acercó a mí y me dijo que los sirvientes y guardias que había pedido ya estaban listos, que solo esperaban conocerme, me levante y salí con él al jardín donde ya me estaban esperando todos, al mirarlos parecían estar nerviosos, les dije que juntaran todas sus cosas, que trajeran a sus familias para después partir y ellos obedecieron.
Luego de que salí de aquella mansión me quede esperando afuera, dentro de mi carruaje, una vez que todos llegaron nos fuimos de inmediato hacia mi mansión y cuando llegamos les explique todo lo que había que hacer y les dije que sus hijos no iban a trabajar, ya que sabía que ellos lo hacían
- a ustedes no les faltará nada\, dejen que sus hijos disfruten de sus infancias
Luego de darles la charla los llevamos a sus cuartos que parecían más pequeños departamentos para que pudieran hospedar a la familia. Una vez que estuvieron todos acomodados fui a mi cuarto para descansar, pues era muy tarde, al entrar vi que en mi ventana había dos pájaros de colores
- al fin regresaron- dije con una sonrisa y abrí para que entraran
Aquellos pajaritos eran mis espías en el palacio y la mansión de mi marido, me senté en una silla y ellos comenzaron a relatarme toda la información que había recabado durante los últimos días, así supe que los soldados pronto marcharían a la batalla y que las leyes estarían muy pronto para ser promulgadas y por parte del príncipe no había nada interesante salvo que le dejaba a sus sirvientes los asuntos del imperio para pasar tiempo con sus concubinas pero también hacía muy bien su trabajo
- tengo que apresurarme en una semana se irán los soldados y en un mes máximo las leyes se promulgaran\, quiero ese túnel para lo antes posible\, mañana mismo comenzaré con el trabajo
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Comments
Nayvi Moreno
De chismes que se entera una cuando sale de casa, esas concuzorras no pueden detener su lengua viperina 😈
Por lo pronto logró llevar con ella a las personas que le interesan😏
2024-07-22
0
Mei_Chan
Le advirtió al príncipe que no quería rumores de parte de las concubinas, a ver qué va a hacer Liv al respecto.
2023-11-19
4
Paty Guzman Ceja
Asi es y eso que creo que no sabe que las concubinas fueron a visitarla ...
2023-09-05
3