Jiren cerraba sus ojos lentamente durante su caída. Su mente no reproducía ningún pensamiento, solo sentía el viento en su cuerpo mientras caía a toda velocidad. De repente, una luz blanca la cegó. Todo se volvió brillante, y lo que en un momento era una sensación de adrenalina por la caída, ahora era una sensación de paz y tranquilidad. Jiren abrió los ojos, y su mente en ese instante, no podía procesar lo que estaba viendo. Había despertado debajo de la sombra de un enorme árbol, en un hermoso campo de manzanos, al costado de una gran cascada. Todo era muy familiar para ella, el olor de las flores y de la tierra mojada por el rocío, el sonido de los pájaros y del agua cayendo con fuerza, y la calidez del sol atravesando las hojas y las ramas del árbol. Una extraña sensación de nostalgia la invadió por completo. Al principio no supo por qué, pero cuando abrió mejor los ojos, por fin lo notó.
Aquel maravilloso campo era el mismo en cuál Jiren solía pasar tiempo con su hermanito Ren, en sus días de escapadas y de travesuras. La joven Nakamura se levantó de un salto y con un fuerte jadeo. "¿Cómo es posible?" "¿Cómo es que estoy aquí?", pensó en su mente. Pero el impacto que tuvo en un inicio no se podía comparar con el que tuvo cuando miró hacia un costado. Ren estaba allí, observándola fijamente, tan pequeño y tierno como siempre, con una luz inconfundible en su mirada.
- Wow. Parece que fue un muy mal sueño - Dijo Ren con una dulce voz - No te preocupes capitana, todo está bajo control - Dijo con una sonrisa, tratando de tranquilizar a Jiren.
- ¡Ren! - Jiren lo observó con los ojos a punto de soltar lágrimas más grandes que la cascada que tenían a un par de metros - ¿Eres tú? ¿Cómo? - Jiren se observó a sí misma, y notó que ella también estaba muy pequeña. Era como si hubiera retrocedido años en el pasado.
- Te quedaste dormida por un rato. Te estabas moviendo muy raro así que traté de tocarte con un palo, pero no despertabas - Ren observaba a su hermana con preocupación.
Jiren se sentó y se acomodó junto al tronco del árbol. Por alguna razón, se resignó a seguir haciéndose preguntas. Su hermano estaba allí junto a ella, y nada podía hacerla más feliz.
- Tuve un sueño muy raro - Dijo a su hermano - Pasaban muchos años, y me terminaba uniendo al ejército. Y tú... Bueno, no estabas en el sueño -
- Pues, si fue un mal sueño menos mal que no estuve en el jajaja - Ren se mostraba tan simpático como siempre, tan inocente que Jiren tenía ganas de abrazarlo cada vez que hablaba - Y dime ¿Como esta tu pie? -
- ¿Mi pie? -
- ¿Qué acaso el sueño te hizo olvidar todo el escándalo? - Ren estaba acostumbrado que su hermanita fuera algo distraída - Pisaste esa aguja enorme a la salida de casa, y mamá se enojó mucho -
Jiren se percató en ese momento de que estaba descalza, y observó su pequeño pie. No recordaba nada acerca de ese pequeño accidente, pero inmediatamente notó el dolor cuando observó la pequeña herida en la planta de su pie izquierdo. Estaba algo hinchada y no tenía un muy buen aspecto.
- ¿Te duele? - Preguntó Ren
- Ahora que lo dices, si duele un poco. ¿Crees que sea algo malo? - Jiren preguntó con preocupación.
- No lo sé. Deberíamos preguntarle a papá, pero siempre está trabajando - Respondió Ren intentando tranquilizar a su hermanita - A lo mejor este sea un indicio de que deberíamos dejar las escapadas -
- ¿De que hablas? -
- Ya sabes, con todo eso que pasó en la casa de aquel ricachón de la nobleza - Ren suspiró y miró hacia arriba - Fue bastante desagradable. Y lo peor es que tú te viste envuelta por mi culpa.
Jiren poco a poco comenzó a recordar imágenes que tenía borrosas. De un momento a otro, se resignó a pensar que todo era un sueño o algo parecido, y simplemente se relajó, y trató de disfrutar el momento junto a su hermano.
- ¿Crees que debimos mentirle al policía? Preguntó Jiren - A lo mejor fuimos demasiado obstinados -
- Quien sabe. Supongo que hay cosas que jamás sabremos. Cosas que a lo mejor no tengan ni siquiera una respuesta, no todo será como las matemáticas - Respondió el pequeño Ren.
- puaj, matemáticas me da asco - Dijo Jiren frunciendo el ceño
- A mí también jajaja - Ren respondió con una sonrisa de oreja a oreja. Las conversaciones entre ambos siempre eran divertidas. Había siempre un muy buen ambiente cuando estaban juntos. Pero de repente, Ren soltó una pregunta extraña:
- ¿Crees que el mundo es demasiado grande para nosotros?
- ¿A que te refieres? -
- Me refiero a que nosotros solos, no podemos hacer nada siendo dos niños. Prometimos que intentaríamos defender nuestros valores sin importar que, pero aun así, no pudimos hacer nada. Quizá nosotros dos hemos estado soñamos demasiado. A lo mejor el respeto es algo que ni siquiera seamos capaces de conseguir en este país -
- Te entiendo - Contestó Jiren - No sé que responder. Tal vez solo tengamos que seguir avanzando. A lo mejor en algún momento encontramos la respuesta -
Los niños estaban recostados en el césped, observando las nubes enormes que, a esas horas de la tarde, comenzaban a atravesar el cielo, creando un espectáculo sin igual.
- Es maravilloso ¿No lo crees? - Preguntó Ren - Ojalá todo fuera tan maravilloso como esta imagen -
- Sí, es hermoso - Entonces Jiren recordó. Una imagen vino rápidamente, y se levantó del suelo con vehemencia - Creo haber tenido una conversación muy parecida a esta... ¡Claro! ¡Eso es! -
¿Qué dices? - Rezongó Ren
- En mi sueño de hace un momento, tenía una amiga que me dijo exactamente lo mismo - Respondió Jiren con entusiasmo - Me enseñaba a apreciar la belleza del mundo sin importar que -
- ¡Diablos! - Dijo Ren extrañado - Sí que tienes imaginación. ¿Cómo soñaste todo eso en tan poco tiempo? -
- Ella me ayudaba a encontrar valor de esa forma. Si este país, aún y con todos sus defectos tiene esta hermosura, imagina lo que hay en el mundo de abajo. Debe ser maravilloso también - Jiren tenía el rostro iluminado. Tanto, que Ren se contagió de su energía positiva.
- Tienes razón, nunca lo había pensado así -
- Piensa en lo increíble que sería descubrir todo eso juntos. Sería increíble -
- ¡Si! Siempre y cuando estemos juntos, todo será maravilloso. Nuestra aventura no tendrá límites -
Ambos hermanos se abrazaron, bajo la cálida luz del sol. Pero entonces, algo ocurrió. Jiren volvió a abrir los ojos, pero esta vez no se encontraban en el hermoso campo al lado de una cascada. Esta vez Jiren estaba sentada en el salón de su casita, junto a su hermano Kael. Detrás de ellos, su madre estaba lavando los platos con tranquilidad. En ese instante, Ren apareció junto a su padre desde un costado. Pero lo que impactó a Jiren fue el rostro de su hermanito. La ternura que tanto caracterizaba su rostro, había sido reemplazada por una oscuridad y una expresión de preocupación, que de solo verla daba miedo. Y la luz de su mirada, se había desvanecido, y en su lugar, unas enormes ojeras adornaban su rostro.
Víctor Nakamura hablaba con su esposa Eleonora por lo bajo, parecían estar despidiéndose.
- Tengo que salir de la provincia, cariño - dijo Víctor a su esposa.
- Ren, ¿qué te ocurre, cariño? - preguntó Eleonora a su hijo.
- Ah, no te preocupes por él, Ren vendrá conmigo en este viaje - respondió Víctor.
Jiren sintió la angustia inundando su mente. La misma pesadilla estaba ocurriendo de nuevo. Sabía que si su hermano cruzaba esa puerta, ya no lo volvería a ver.
- ¡Ren, espera! - Gritó desesperadamente - ¡No debes ir! Mamá, dile que no se vaya. Convence a papá para que Ren no valla - Pero no importaba cuanto gritara, su mamá parecía no oírla. Era como Jiren fuera invisible.
- ¡Ren! ¡Por favor! ¡No te vayas! - Jiren gritaba hasta desgarrarse la garganta, pero era inútil. Solo podía ver la figura de su hermanito, agachado y triste, alejándole lentamente en la luz tenue.
- ¡Por favor, no me abandones! ¡No otra vez! - Jiren solo podía llorar, y esperar lo inevitable.
De repente, Jiren pegó un grito desesperado, y despertó en su litera, en el dormitorio de los reclutas de Runna. Todo había sido un sueño. Jiren se resfregó la cara, y trató de mantener la respiración controlada para intentar calmarse. Luego de un momento, se dirigió hacia las afueras del dormitorio, pero en el momento de abrir la puerta, recibió un fuerte y sorpresivo abrazo de Sarah.
- ¡Despertaste! Estaba tan preocupada -
- ¿Qué me pasó? - Preguntó Jiren a su amiga
- Pues, trataste de salvar a Axel Sornen de un pozo, y caíste por el agujero. Quedaste eliminada. Lo siento mucho, yo no pude hacer nada, estaba demasiado lejos - Sarah estaba muy apenada por no haber podido ayudar a su amiga.
- No te preocupes - Respondió Jiren con una voz baja y desmotivada - Ya no importa.
Sarah notó por la expresión de su amiga, que estaba bastante desanimada, otra vez.
Los reclutas se encontraban reunidos en una amplia sala, esperando con nerviosismo la llegada de los sargentos. Las luces brillantes iluminaban el lugar, y el silencio tenso llenaba el aire. Pronto, los sargentos ingresaron con paso firme y miradas serias. Falcon, con su voz profunda y autoritaria, tomó la palabra.
- Reclutas, ha llegado el momento de explicarles el verdadero propósito de estas pruebas - dijo mientras caminaba de un lado a otro frente a la multitud expectante - Hemos evaluado sus habilidades en diversas áreas durante estos desafíos. No solo buscábamos su capacidad física, sino también su astucia, liderazgo y capacidad de análisis -
El murmullo se extendió entre los reclutas, quienes intercambiaban miradas de sorpresa y curiosidad. Algunos se removían inquietos en sus lugares, conscientes de que sus acciones durante las pruebas estaban siendo evaluadas de cerca.
- En nuestras fuerzas, valoramos la excelencia y la dedicación. Aquellos que demuestren un rendimiento sobresaliente y muestren potencial en las áreas requeridas serán considerados para futuras responsabilidades y oportunidades en cualquiera de las cuatro funciones, las cuales ya conocen. Sin embargo, hay algo que hasta ahora no les hemos revelado. Aquellos cuyo rendimiento sea insatisfactorio y no alcance los estándares exigidos, serán reasignados a los servicios policiales de la ciudad - declaró con voz firme.
Un murmullo de inquietud y preocupación se extendió por la sala. Los servicios policiales eran vistos como un destino desfavorable en Sythara, asociado con una falta de prestigio y una carrera limitada. Generalmente, los policías solo eran vistos como fracasados que habían hecho el ridículo en el ejército.
- He de destacar algunas actuaciones interesantes en esta primera prueba. Por ejemplo el señor Mendy, de la provincia de Venturia, demostró un sentido de liderazgo interesante. Por otro lado, Cody Gallagher de la provincia de Runna, fue el único en descifrar el dibujo de las nubes, una sorprendente capacidad de deducción -
Así continuó el sargento, analizando a varios reclutas uno por uno. Por su puesto, cuando le tocó hablar de Félix se deshizo en elogios. La mayoría de reclutas ya comenzaban a sentir un rencor personal hacia Lingerhart. Pero lo peor fue cuando el Sargento analizó la actuación de Jiren.
- Por otro lado, la recluta anguila desnutrida de la provincia de Runna, desperdició una oportunidad de oro producto de una distracción, y quedó eliminada. No lo olviden, en nuestro cuerpo militar, siempre deben realizar cualquier cosa que esté a su alcance para conseguir la victoria. Pero tampoco esperaba nada de usted recluta, ya sabía que en esta prueba volvería a tener un desempeño decepcionante -
Jiren se sintió devastada. Tenía un poco de esperanza de recibir algún cumplido por arriesgarse a salvar a un compañero, pero ni siquiera eso. Otra vez había quedado en ridículo delante de todos sus compañeros. Ni siquiera la llamaban por su nombre.
- Es fundamental que comprendan que los reclutas que demuestren liderazgo, habilidades excepcionales y una ética de trabajo sobresaliente serán considerados para roles de mayor responsabilidad y honor dentro de nuestras filas -
Falcon concluyó la explicación con una mirada severa - Esta es su oportunidad de brillar, de demostrar su valía y su compromiso con Sythara. El país del cielo espera lo mejor de cada uno de ustedes -
La sala se sumió en un silencio tenso. Los reclutas absorbieron las palabras de los sargentos, conscientes de que sus futuros estaban en juego. Ahora comprendían que las pruebas no eran solo una competencia, sino una oportunidad para demostrar su valía y asegurar un lugar respetable en la sociedad Sythariana.
Sarah se acercó nuevamente a su amiga con la intención de levantarle los ánimos de alguna manera.
- Tampoco te desanimes - Dijo a Jiren, quien estaba sentada, con la cabeza enterrada entre las rodillas - Yo creo que fue admirable la manera en la que salvaste a ese muchacho. Yo no habría tenido el valor para...
- No debí hacerlo - Jiren interrumpió a su amiga - No debí ayudarlo, debí dejar que se caiga -
Sarah quedó impactada con la confesión de Jiren.
- ¿Por que dices eso? -
- Estaba cerca de la bandera, y ese chico no me importa en lo más mínimo. No valió la pena.
- Pero Jiren, no debes culparte por eso. Viste a un compañero en peligro y te arriesgaste a salvarlo. Creo que nadie hubiera tenido el valor para hacer algo así -
- Aquí a nadie le importa el compañerismo ni nada por el estilo. Otra mentira más que nos contaron durante toda nuestra infancia - Respondió Jiren mientras se marchaba al cuarto de baño, dándole la espalda a su amiga.
Sarah se quedó allí de pie, pensando en las palabras se Jiren. Sabía que su amiga estaba siendo egoísta, al arrepentirse de salvar a un compañero a costa de su victoria personal. Pero otra parte de ella sabía que si estuviera en su posición, sería difícil no sentirse de la misma forma.
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