Luego de contemplar las majestuosas vistas de la ciudad de Runna, Jiren y Sarah se sentaron en uno de los tantos asientos que había en aquel puente.
- Son buenas vistas, ¿no es cierto? Recuerdo que cuando llegué a Runna, estas fueron las primeras vistas que tuve de la ciudad. Fueron increíbles - dijo Sarah mientras se dibujaba una sonrisa nostálgica en su rostro.
Sarah había llegado al país del cielo desde pequeña, pero aun así recordaba a su querida tierra natal con mucha emoción. Jiren lo notaba, pero sin embargo, casi siempre intentaba evitar preguntarle a Sarah sobre el tema, ya que pensaba que también debía ser algo duro para ella. Como el pasado de Jiren era algo que ella trataba sin éxito de olvidar casi todos los días, tal vez para su mejor amiga era lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de un tema muy complejo con un montón de situaciones políticas de por medio.
Las chicas quedaron observando la puesta del sol desde aquel puente durante unos minutos, hasta que comenzó a oscurecer. Pero antes de marcharse a sus casas, siguieron charlando sobre lo que había ocurrido esa tarde y sobre lo que se aproximaba para ellas.
- Cada vez que pienso en lo poco que nos falta para enlistarnos, me estremezco. Ya no veo la hora en que llegue el día - dijo Sarah tratando de mostrar mucha emoción acerca del tema para ver si de esa manera lograba contagiar un poco de positivismo en Jiren.
- Sabes que no es emocionante para mí, Sarah. Estoy aterrada - dijo Jiren con la cabeza gacha. Sarah se sentó de nuevo decepcionada y preocupada, ya que sus intentos nuevamente habían fracasado.
- No creo que tú seas capaz de entenderlo, pero ¿alguna vez has tenido esa pesadilla en la que tienes que enfrentarte a algo que te aterra y simplemente no puedes escapar? - agregó Jiren.
- Supongo. Pero esto no es una pesadilla, Jiren, es la realidad - respondió Sarah con los brazos cruzados. Sin embargo, Sarah comprendió que esa no era la respuesta que su amiga necesitaba.
- Oye, entiendo. Es un gran cambio, pero no vas a estar sola. Habrá muchísimas personas diferentes y estoy segura de que aprenderemos mucho acerca del compañerismo. Todos estarán allí para ayudarse unos a otros - dijo Sarah colocando su mano en el hombro de Jiren.
¿Qué pasa si no soy lo suficientemente fuerte? - preguntó Jiren entre susurros.
Jiren, eres mucho más fuerte de lo que crees, deja de hacer caso a las estupideces que te digan los descerebrados de la escuela. Eso es algo que podrías hacer para ganar un poco de confianza en ti misma. La próxima vez que alguno de esos idiotas te diga algo, deberías enfrentarte a ellos. Mándalos a la mierda a todos y verás cómo te dejarán de molestar - dijo Sarah con firmeza.
Pero ¿qué pasa si ellos reaccionan? Cuando vienen hacia mí son como 6 juntos, ni de chiste podría pelearme contra 6 - respondió Jiren mientras levantaba la cabeza. Parecía que poco a poco iba recuperando los ánimos.
Esos idiotas son todos unos cobardes protegidos por sus familiares, ni de chiste tendrán el valor de ponerte un dedo encima. Solo respóndeles y verás cómo se van a acobardar - dijo Sarah con una sonrisa pícara.
Supongo que solamente tengo que enfrentarlos, ¿no? - dijo Jiren mientras de a poco lograba sonreír, todavía ansiosa pero sintiéndose un poco más tranquila.
¡Ese es el espíritu! - exclamó Sarah guiñando un ojo y dándole un pequeño golpecito en el hombro de Jiren. - Recuerda, eres mucho más fuerte de lo que crees, únicamente debes descubrirlo.
Gracias Sarah, realmente no sé qué haría sin ti - dijo Jiren mientras se enderezaba nuevamente y soltaba un suspiro.
Eres muy importante para mí Jiren, siempre haré lo que pueda para estar ahí para ti - dijo Sarah mientras le daba un ligero abrazo a su amiga.
Las chicas habían estado hablando durante un rato después de ver la puesta de sol desde el puente. Sarah había tratado de animar a Jiren, pero entendía que su amiga estaba atravesando momentos difíciles. Finalmente, Jiren se levantó y dijo:
Sarah, gracias por acompañarme hoy, pero creo que ya es hora de que me vaya a casa.
¿Ya te vas? - preguntó Sarah sorprendida.
Sí, hoy es el aniversario de la muerte de mi hermano y quiero pasar un tiempo en soledad para recordarlo - respondió Jiren con tristeza en su voz.
Oh, Jiren, lo siento mucho - dijo Sarah poniéndose de pie también. - Si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en llamarme, ¿de acuerdo?
Gracias, Sarah, lo aprecio mucho - dijo Jiren mientras se secaba una lágrima que se le escapó.
Las chicas se despidieron con un abrazo y Jiren se fue en dirección a su casa, mientras Sarah se quedaba en el puente observándola alejarse. Sabía que Jiren estaba pasando por un momento muy difícil y se sentía impotente al no poder hacer más por ella.
Jiren camino a casa a través de la Avenida De La Victoria. El nombre tenía la intención de rendir homenaje al gran imperio militar que era Sythara. En ella se podía observar carteles luminosos que reproducían publicidades de todo tipo. Jiren observó en el cartel de la derecha se reproducía un video corto: "Desodorante, Espada Celestial. La frescura que lleva a un hombre al cielo". En el cartel de la izquierda se veía otro anuncio: Ilumina tu piel con Luna Lominous, la marca de cosmético que te hace brillar como a un ángel del cielo". En aquella avenida también estaba el antiguo Teatro Del Dragón. Los teatros eran unas de las atracciones preferidas todos los ciudadanos de Sythara, y en Runna no eran la excepción.
Mientras Jiren se abría paso entre la multitud de personas, no pudo evitar notar que, por más obvio y cotidiano que fuera, casi todas las estructuras importantes de la ciudad, ya sean bancos u hoteles, llevaban un pequeño símbolo dorado en forma piramidal con una elegante letra S. Ese era el símbolo de Sythara. Según se contaban en las historias, el símbolo había sido creado por el dios Rohnan en el momento de la fundación de la ciudad. La influencia de Rohnan se podía sentir en toda la ciudad. Desde los altísimos templos que salpicaban el horizonte hasta los innumerables vendedores ambulantes que vendían baratijas religiosas, la presencia de Rohnan lo abarcaba todo.
Más adelante, cuando Jiren atravesaba la avenida más cercana a su casa, se pudo observar a un grupo enorme de gente amontonada observando una de las vallas publicitarias. Jiren se detuvo solo un momento para saciar su curiosidad. En la pantalla se estaba transmitiendo un discurso en directo de dos personas. Llevaban los uniformes militares de Sythara, así que Jiren pudo deducir que se trataban de dos personas importantes. Sin embargo, gracias a la reacción de la gente, parecía que estas dos personas eran una especie de ídolos para los ciudadanos.
¡Miren! ¡Esos son los capitanes Galen y Emeric! - se escuchó entre los gritos de la multitud. - No veo la hora de enlistarme y quizá así, algún día pueda conocerlos.
Jiren comprendió gracias a la reacción de la gente que aquellas dos personas eran como ídolos para los ciudadanos. Sin embargo, ya que ella casi nunca miraba las noticias ni absolutamente nada de televisión, no le dio más importancia y siguió caminando.
Finalmente Jiren llego a la Avenida Blue Temple, la calle donde Jiren vivia. Al llegar, lo primero que se podía observar eran los bares y las tiendas de cerveza, los cuales eran algunos de los únicos lugares que permanecían abiertos durante toda la noche. En aquellos bares, las mesas estaban llenas de Orbes Dorados, la cerveza favorita de los Sytharianos. Al pasar por el frente de ellos, el olor a las frituras que se servían en los bares invadía todo el aire. En ese momento, Jiren alcanzó a observar que en los televisores de aquellos lugares estaban transmitiendo el mismo discurso de aquellas dos personas que acapararon la atención de la multitud calles atrás.
Mientras se acercaba a su edificio, Jiren vio a un grupo de niños jugando a la mancha en el patio. Chillaron de alegría mientras corrían alrededor, esquivando las manos extendidas de los demás. Jiren no pudo evitar sentir una extrañísima sensación por todo su cuerpo. De repente, a su cabeza llegaron un montón de momentos en los que ella solía jugar de esa manera con su hermanito. Al menos así era hasta... aquel día.
Subió las escaleras hasta su apartamento mientras se quitaba su bolso de la espalda, algo agotada por la caminata. Sacó su tarjeta de acceso y la deslizó contra la cerradura. La puerta sonó y se abrió, y Jiren entró. Ella respiró hondo y se apoyó en la pared, por fin había llegado a casa, aunque los problemas aún no terminarían.
Jiren entró por la puerta principal de la pequeña casa que compartía con su tío Theron. Podía sentir su presencia incluso antes de verlo. Estaba sentado en su lugar habitual en el sofá, viendo la televisión con el volumen demasiado alto, mientras fumaba un cigarro con una mano y con la otra sostenía una lata de cerveza. Su tío tenía una figura alta y corpulenta, una barba bastante descuidada y su cabello estaba bastante desalineado.
-Hola -dijo Jiren en voz baja mientras se quitaba los zapatos y colgaba su abrigo en una percha.
Su tío no respondió y Jiren no esperaba que lo hiciera. Nunca se habían llevado bien, al menos no desde... aquel día.
Jiren se sirvió el café caliente en una taza y se dirigió al comedor el cual estaba detrás de la cocina. Allí se encontró con otra figura alta, y bastante corpulenta. Era su hermano mayor, Kael. Jiren creía que Kael era muy similar físicamente a Pyke, aquel matón de la escuela quien siempre la atormentaba. Eso si, en cuanto a la personalidad había años luz de diferencia.
Kael estaba sentado en la mesa del comedor, muy pensativo. Así que Jiren se sentó a su lado, se saludaron, e inmediatamente comenzaron a charlar.
Dime, ¿qué tal estuvo el paseo? Preguntó Kael. Ambos salían de la escuela a la misma hora, por lo que ya sabia que su hermana se había tardado en llegar por alguna razón.
Estuvo bien, creo - respondió Jiren mientras bebía un poco de su café - Di una vuelta con una amiga, y vi un bonito atardecer.
Es bueno que te distraigas un poco - dijo Kael sonriendo - Te hace bien salir de vez en cuando.
Jiren sonrió ligeramente y asintió con la cabeza.
Luego decidió preguntar sobre el comportamiento del tío Theron.
Sabes que le pasa al tío hoy, lo noto más molesto que de costumbre - pregunto Jiren.
Kael levanto la cabeza con una expresión de preocupación - Pues... Verás, es que ocurrió algo. De hecho tú también deberías verlo.
¿Qué es? - Jiren levantó la mirada hacia su hermano con curiosidad.
Esto llegó hoy. Es mi notificación de enlistamiento. Se adelantó dos meses - Kael sacó una carta del bolsillo de su chaqueta y se la entregó.
Era un sobre blanco brillante, y tenía aquel símbolo característico de Sythara como sello. Jiren abrió el sobre y leyó la carta:
"Estimado Kael Nakamura, de 17 años, de nacionalidad Sythariana, con residencia en el nro. 26 de la avenida Blue Temple, Provincia de Runna.
Por medio de la presente, el Santo Conclave le notifica que su fecha de enlistamiento ha sido adelantada. La fecha y hora pasarán a ser: 05 de mayo del corriente año a las 08:00 horas. A dichas horas deberá presentarse en la estación general de Runna con esta carta como autorización junto con sus pertenencias.
Le recordamos que el servicio militar es una responsabilidad sagrada que todo ciudadano de Sythara debe cumplir en nombre de nuestro amado dios Rohnan. Le pedimos que se prepare para su servicio con diligencia y honor, y que muestre la misma valentía y sacrificio que ha caracterizado a nuestros soldados a lo largo de los siglos.
Deseamos que tenga éxito en su servicio, y confiamos en que se convertirá en un miembro valioso de nuestras fuerzas armadas.
Atentamente,
El Santo Conclave de Sythara "
Jiren quedo impactada mientras leía los detalles - Pero eso es un mes Kael. ¿Qué vas a hacer?
No hay nada que pueda hacer. Tengo que irme en un mes - Respondió Kael mientras se encogía de hombros.
Eso es injusto. ¿Por qué te tienen que adelantaron la fecha? Deberían dar al menos alguna explicación - Exclamo Jiren con el ceño fruncido.
Lo sé. Al parecer están muy necesitados de nuevos soldados, pero es extraño que no den ninguna explicación. Dijo Kael, también extrañado.
En Sythara, el servicio militar obligatorio es para todos los jóvenes entre las edades de 15 y 20 años. A los 15 años, cada joven debe registrarse en el sistema militar y proporcionar su información personal, incluyendo su nivel de educación, habilidades y preferencias. Todas las escuelas de cada provincia de Sythara se encargaban de proporcionar estos datos al Santo Conclave sobre cada alumno. El nivel de las calificaciones escolares determinaba a qué edad debía enlistarse cada alumno. Si las notas eran demasiado bajas, pues el enlistamiento se aplazaba unos años hasta que el Santo Conclave considerase que el alumno tuviera el nivel adecuado. Todo esto sumado a las fuertes propagandas que mostraban constantemente en todos lados, hacían que los jóvenes se esforzaran en lograr enlistarse lo más rápido posible.
Kael tenía 17 años, es decir, era dos años mayor que Jiren. Pero aun así, Jiren tenía designado su servicio antes que su hermano mayor. Esto era debido a que las notas de Kael habían disminuido demasiado durante sus últimos años escolares. Por ello, su servicio se había pospuesto durante dos años. Sin embargo, gracias a algún suceso inesperado, habían decidido adelantar su fecha.
Más tarde, esa noche, había llegado la hora de la cena. Jiren, como siempre, se encargó de cocinar, pero como en aquel momento no se encontraba muy entusiasmada gracias a todo lo que había ocurrido en el día, preparó un simple plato de pasta. Kael se sentó rápidamente en la mesa y, luego de agradecerle a su hermana, comenzó a comer. Luego de un largo rato, finalmente, el tío Theron por fin apagó la televisión y se sentó con ellos.
Mientras cenaban, Kael habló intentando mostrarse entusiasmado sobre lo que le esperaba en el ejército. Estaba intentando mostrarse positivo ante la inesperada noticia. Él intentaba recordar todas las propagandas que había visto en la escuela y en la televisión, para así tratar de pensar que sería real y que no. Pero Theron, que había servido en Sythara muchos años atrás, tenía un tono sombrío en su voz.
Así que de esta manera les lavan el cerebro ahora. Justicia, honor, qué buena manera de vender tanta basura. Les quitan sus vidas a los jóvenes, su futuro, y todo eso solo para desecharlos cuando ya no les sirvan como si fueran herramientas. La verdad es que esos hijos de perra sí que son inteligentes - dijo el tío Theron con una sonrisa irónica.
Por favor, tío, deja de hablar así - interrumpió Jiren, pero Theron parecía estar en otra parte.
Recuerdo cuando mi amigo Bennett y yo nos enlistamos. Cuando llegamos a aquel cuartel, estábamos tan emocionados como todos los idiotas que estaban allí.
Jiren bajó la cabeza y se quedó en silencio. Kael también se quedó con una expresión seria en su rostro. Él podía presentir que su tío estaba por contar algo muy desagradable.
Es mejor no hablar de esas cosas, tío - dijo Kael finalmente. Además, seguro que no todo es tan malo como crees. Seguro que aprenderemos mucho sobre el compañerismo, y además seguramente podremos viajar por toda Atherea. Siempre tuve curiosidad de saber cómo es la tierra de abajo.
Conocer la tierra de abajo. Así también nos lo vendieron a nosotros - Tío Theron dejó sus cubiertos en la mesa y bajó la mirada - Fue durante una misión en la tierra de abajo - comenzó a contar en voz baja - No sabíamos dónde íbamos ni qué haríamos allí. No nos dejaron observar nada del viaje. Solo nos subieron a una aeronave y cubrieron todas las vistas cuidadosamente. Cuando nos bajamos estábamos en tierra firme, no nos dejaron hacer preguntas, solamente nos subimos en unos vehículos y continuamos la marcha. Lo único que nos dijeron era que teníamos que cumplir con la misión, sin importar las consecuencias.
Jiren y Kael se miraron en silencio, sabiendo que su tío estaba a punto de contar algo doloroso.
Fuimos emboscados en un campo lleno de minas explosivas. Escuchábamos las explosiones, los gritos de los hombres... Bennett... no lo vi morir, pero lo escuché. Traté de correr en dirección de su voz, pero entonces, se dejó de escuchar. Entonces lo vi. Cada explosión fue un pedazo de él que volaba en mil pedazos. Para cuando me di cuenta la mitad de su torso estaba casi partida al medio, sus brazos estaban como a diez metros, y sus piernas, ni siquiera alcancé a verlas. Ahí estábamos, hace unas horas charlábamos tranquilos como siempre, hablábamos sobre nuestros sueños y nuestras metas, y luego de unas horas estaba partido por la mitad, y sus extremidades por doquier - mientras tío Theron contaba su historia, su sonrisa irónica poco a poco se desvanecía.
Jiren y Kael quedaron en silencio durante un largo rato. Sobre todo Jiren, quien pasaba prácticamente todos los días atormentada por cuanto le aterraba tener que enlistarse, para que encima su tío le contara aquella clase de historias.
Cuando Kael levantó la mirada, vio el rostro de Jiren lleno de lágrimas. Estaba llorando como nunca antes la había visto.
Jiren estaba siendo consumida por la angustia de tan solo imaginarse qué pasaría si lo que contó el tío Theron le ocurriera a ella. ¿Qué pasaría si de un día para otro Sarah apareciera descuartizada en un campo de minas? ¿Cómo se suponía que podría conseguir el valor para afrontar algo así?
Jiren se levantó de la mesa sin terminar de comer y se dirigió corriendo a su cuarto entre lágrimas. Las palabras de su tío seguían resonando en su cabeza, pero no quería decir nada. Sabía que por más que tratara de hacerles entender su punto de vista, no iba a lograr nada. Así que, una vez en su cuarto, se quitó la ropa de la escuela y se puso unos pantalones de chándal y una camiseta.
Luego, se sentó en su cama y tomó una caja de fotos que guardaba en el armario. Abrió la caja y empezó a sacar las fotos una por una. Eran fotos de él y su hermano pequeño, Ren, que había fallecido hacía ya 6 años. En algunas estaban jugando juntos, en otras simplemente posaban sonriendo frente a la cámara. Jiren se detuvo en una foto en particular, donde su hermano estaba haciendo una mueca divertida mientras ella lo miraba con una sonrisa en el rostro. En aquella foto se podía ver a Jiren tan alegre, que si alguien no la conociera, ni de chiste pensaría que eran la misma persona.
"Ren, no sé qué hacer. Te necesito, ahora más que nunca. Todo es tan difícil sin ti", dijo mientras sostenía la foto, y esta vez, explotó en llanto. Se sentó en el suelo y enterró su cabeza entre sus piernas.
Mientras Jiren lidiaba con su tristeza, desde fuera de su cuarto estaba el tío Theron, escuchando cada una de las palabras que Jiren le gritaba al aire. Parecía que muy en el fondo, sí sentía un poco de lástima por Jiren y Karl, sobre todo cuando recordaba su pasado y cómo habían quedado a su cuidado.
Finalmente, Jiren cerró los ojos y quedó dormida luego de tanto llorar. En sus sueños, recordaba a su hermanito Ren, con quien solía pasar horas jugando y riendo en el jardín trasero de su casa. Ren era el único que la entendía, el único que la hacía sentir completa. Kael, por su parte, siempre estaba allí, pero en comparación con sus hermanitos, él era más solitario.
Pero las cosas cambiaron cuando su padre, Víctor Nakamura, empezó a actuar de forma extraña, siempre ocultando sus cosas del trabajo y hablando en voz baja por teléfono. Jiren no entendía lo que sucedía, pero sabía que algo no estaba bien. Y entonces, un día, todo se derrumbó.
Un día Ren llegó a casa junto con su padre. Jiren salió a recibirlo con emoción como siempre, pero algo no estaba bien. La mirada de Ren había cambiado drásticamente. Tenía la mirada perdida y la cara pálida, como si hubiera visto algo que le hubiera producido un fuerte trauma.
"Tengo que salir de la provincia, cariño", dijo Víctor a su esposa, Eleonora Chase, quien por supuesto, era la madre de Jiren, Ren y Kael.
"Ren, ¿qué te ocurre, cariño?" preguntó Eleonora a su hijo.
"Ah, no te preocupes por él, Ren vendrá conmigo en este viaje", respondió Víctor.
Eleonora no estaba muy convencida al principio, pero Víctor se las arregló para convencerla.
Esa tarde, estaba lloviendo a cántaros. Kael pasaba por la escuela de Jiren para irse juntos a casa. Ambos siempre hacían una parada en una pequeña heladería que estaba cerca de la escuela. Jiren y Kael disfrutaron de su helado, pero solo por un momento, al menos hasta que vieron las noticias.
"Noticia de última hora, un terrible accidente acaba de ocurrir en un tren que salía de Runna e iba de camino a la provincia de Hardwood (provincia al sur de Sythara). Según dicen las informaciones, el tren presentó una grave fuga de combustible. Los vecinos más cercanos a la zona aseguran haber escuchado una gran explosión. Hasta el momento, no se han notificado sobrevivientes. Repetimos hasta el momento, se cree que todos los pasajeros resultaron víctimas fatales. Entre los pasajeros logramos identificar los siguientes nombres..."
Jiren y Kael se estremecieron. Por un momento tuvieron esperanzas de que no fuera el mismo tren en el que iban su hermano y su padre. Pero las esperanzas duraron poco. Mientras pasaban en la televisión la lista de nombres, se alcanzó a escuchar claramente: "Ren Nakamura de 10 años, Víctor Nakamura de 39 años".
Por más que trataba de hacerlo, Jiren no lograba recordar cómo reaccionó en aquel momento. Nada más recordaba que Kael la tomó del brazo y se la llevó de la heladería inmediatamente. Caminaron bajo la lluvia rápidamente hasta llegar a casa. Pero cuando llegaron, ambos serían testigos de un infierno aún peor. Su madre aparentemente no estaba en la casa, o al menos no dijo nada cuando Jiren y Kael entraron, cosa que era muy extraña en ella, ya que siempre era muy cariñosa con ellos. La buscaron por toda la casa sin éxito. Pero justo fue la pequeña Jiren quien decidió buscar en el baño. Cuando se asomó a la puerta del baño, lo primero que captó su atención fue un enorme charco rojo por debajo de la puerta. Jiren llamó desesperada a Kael. Cuando este vio el charco, decidió armarse de valor para abrir la puerta. La abrió únicamente para ver el cuerpo de su madre, desangrándose con las muñecas cortadas. Eleonora se había quitado la vida.
La policía Sythariana apareció en la casa al poco tiempo. Nadie podía explicar exactamente lo que había ocurrido. Los suicidios en Sythara no eran para nada comunes. La única explicación lógica fue que al enterarse de la muerte de su marido y de uno de sus hijos, Eleonora decidió quitarse la vida, pero realmente no parecía una explicación muy convincente.
Finalmente, su tío Theron apareció y se hizo cargo de ellos, pero no era un hombre amistoso ni cariñoso. Theron Chase era primo de Eleonora. Él solo había tenido contacto con los hijos de Eleonora una o dos veces. Sin embargo, ahora debía cuidar de dos de ellos.
Luego de este largo sueño en el que recordó todo su pasado, Jiren abrió los ojos y suspiró. Era otra mañana nublada en Runna. La nostalgia y la tristeza inundaron a Jiren, pero esta vez fue solamente un momento. Al levantarse de su cama, se sintió un poco mejor. Sabía que tenía que seguir adelante, así que se predispuso a encarar su día con la mejor actitud posible, esperando que este día fuera tan solo un poco mejor que el anterior.
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Comments
marta margarita keppes
muy interesante, espero con espectativa los siguientes capítulos
2023-04-29
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