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Sumergido en la nostalgia, Noah quiso obedecer las palabras de nana y se dispuso a cambiar su ropa, tal como la mujer había ordenado; es solo que su cuerpo se sentía demasiado incómodo y sudoroso, por lo que antes se vio en la necesidad de tomar un baño. Mientras caminaba hacia este, el pelinegro advirtió en lo que podría estar pasando con su cuerpo, y no pudo evitar sentirse ansioso ante lo que había en sus pensamientos.

Él no era un tonto ni negaba las cosas, sabía que ese calor que nacía en su cuello y se extendía al resto de su cuerpo, era algo que ya había conocido en otro tiempo. Y con todo eso, nuevas dudas se sumaron a las pasadas.

—¿Por qué sucede tan pronto? En mi primer vida, no tuve ningún problema durante este momento…fue después —meditó, abriendo la puerta del baño.

Lo único que podía agradecer el chico era que el calor no fuera tan intenso ni arrollador como la primera vez. Si tuviera que calcular y compararlo, lo de ahora sería apenas un 20% de la intensidad pasada, pero no dejaba de hacerlo sentir incómodo. Además, ya sabía que esto apenas era el inicio de todo.

El sudor escurría por su frente, cuello y espalda. Lo obligaba a pasarse la manga cada pocos minutos por la piel, e incluso a abanicar su pecho con la misma camisa, intentando combatir el bochorno.

Con la mente aún despejada, abrió las llaves de la regadera y se quitó la ropa, lanzándola al suelo sin darle un segundo vistazo. Sin esperar a que saliera agua caliente, se internó y se empapó de pies a cabeza.

Si, ese calor extraño disminuyó con el chorro frío del agua…pero no de una manera tan efectiva como él esperaba.

Luego de diez minutos sin ningún cambio significativo en su temperatura corporal, Noah supo que esa no era la forma de tratar lo que le sucedía.

Resignado aunque no reconciliado, cerró la llave del agua y envolvió su cuerpo en una toalla.

Sin más opción que volver a la cama, Noah regresó y enterró el rostro en la almohada. Fue ahí, en medio de la incomodidad del bochorno, que él se dispuso a recordar el porqué de su cambio anterior, en un intento por distraerse y encontrar respuestas que antes no pudo.

En aquel momento, todo lo que habían dicho los doctores fue que desde su nacimiento era un omega recesivo probablemente, solo que debido a la inestabilidad de sus feromonas y a su poca —casi nula— actividad, fue catalogado como un beta en su adolescencia. Y en cierto sentido, su esencia no era distinta a la de un beta, puesto que nunca tuvo algo parecido al celo, tampoco percibió las feromonas. Al menos hasta que su cambio comenzó.

Y los doctores tenían un par de teorías para eso.

La primera: debió haberse encontrado con alguien cuyas feromonas fueran afines a las suyas en al menos un 99%. Pero no bastaba tropezar con una persona así por la calle; era imperativo haber sido expuesto a dichas feromonas de manera agresiva. Eso habría provocado una reacción en cadena. Lo que en sí mismo era algo casi imposible, ya que en los últimos cincuenta años, la mayor compatibilidad registrada entre dos personas, era de tan solo 84%.

Y la mera suposición de provocar un cambio físico a ese nivel solo por la noción de “encontrar a tu destinado”, era risible. Así que los doctores y un casto Noah, descartaron esta posibilidad, y en su lugar optaron por la segunda, la cual sonaba más incomprensible y aún así, con requisitos fáciles de cumplir.

Los doctores creían que debido a su inestabilidad emocional durante ese momento en su vida —con identidades falsas, infidelidades descubiertas, muertes prematuras y dolorosas, abandono familiar—, sus feromonas fueron despertadas por sus altos niveles de estrés, como un mecanismo de autodefensa. Por supuesto, su cuerpo se vio severamente afectado, provocando un cambio irreversible en su género secundario.

No había una relación entre ambas cuestiones, pero esa era su mejor opción. Y al final, el grupo médico solo tenía teorías y nunca pudieron dar una respuesta clara a su situación.

Acostado en la cama y recordando todo por lo que había pasado, Noah quiso llorar. En especial al recordar el infierno del cambio físico.

Fue una experiencia tortuosa, pues no contaba con feromonas alfa que lo ayudaran a soportar el calor. Y se rehusó a aceptar la ayuda de Víctor, pues para ese momento ya sabía que el alfa había sido infiel durante un par de meses —aunque no desde cuando había comenzado todo, eso lo supo hace apenas una hora—. Y sin algún otro alfa allegado, fue incapaz de encontrar algún desfogue.

Además, los supresores eran adictivos y solo alguien en una situación de vida o muerte los usaría, así que tampoco fueron una opción para él.

Ante la mala situación, lo mejor que pudieron hacer sus médicos por él, fue extraer feromonas directamente de las glándulas de algunos colegas alfa en el hospital. Pero esto sucedió tan solo en dos ocasiones, ya que tan pronto como fue inyectado con ellas, se sintió peor y cada centímetro de su cuerpo dolía, rechazando las feromonas invasoras.

La intoxicación en cada ocasión duró aproximadamente unas cinco horas.

¿Conclusión? Posible alergia a las feromonas alfa.

Sin más opciones, fue obligado a soportar dicha tortura durante medio año. Y cada día sentía que su cuerpo era quemado desde el interior.

Lo único que podía agradecer era que cuando el calor se volvía excesivamente intenso, nublaba su razonamiento y llegaba a perder la cordura durante varios días seguidos. Así, aunque seguía pasando en carne propia por la conversión, no lo hacía de manera consciente, lo que de cierto modo se volvía un alivio.

Y un problema que nunca había considerado, surgió. Todos se olvidaron de él, un hijo falso, encerrado y soportando una transformación que le hacía perder la razón; y se concentraron en el hijo verdadero.

En el transcurso de ese momento oscuro —el cual tuvo que pasar prácticamente encerrado como un animal, para no ser atacado “por accidente” por un alfa—, Víctor tomó el control de la familia, y Ángel fue aceptado como su pareja “medio oficial”, pues la maravillosa familia Ballestero pareció olvidar convenientemente, que ese omega era aún el prometido sí oficial de Jerome Barlovento. Ya que para ellos fue más viable velar por la felicidad del hijo perdido, que por el buen nombre familiar.

Y sin el conocimiento de que había sido olvidado por la familia con la que se crió, un día, después de meses de tortura, despertó y su conciencia regresó poco a poco.

Aunque para su sorpresa, luego de un rato, se percató de que no estaba solo en la cama. A lado de él y aún durmiendo, estaba el alfa al que todos temían, Jerome Barlovento.

Su primer instinto fue huir y negar todo, pero tan pronto como movió un músculo, Jerome se despertó.

Noah no sabía en dónde estaba, ni porque el alfa estaba ahí. Aunque eso no impidió que el hombre estuviera furioso y se fuera sin decir nada.

Más tarde comprendió por qué la molestia del otro. En su percepción, Noah había alterado su bebida y más tarde se internó en su habitación a escondidas. El resultado al final fue en ellos dos acostándose. De esta manera él había intentado subirse a la prestigiosa familia Barlovento.

El pelinegro negó las acusaciones, pero ¿quién estaba dispuesto a creerle?

Pues había pruebas contundentes en su contra, una serie de videos que lo mostraban a él como el principal autor intelectual de un acto tan despreciable.

En los videos se podía apreciar la recepción de un banquete; como se acercaba a un mesero y lo sobornaba para darle una bebida adulterada al alfa; a dicho alfa tomando dicha bebida sin sospechar nada; como después de unos minutos era llevado a su habitación y pedía quedarse solo; y al final, como el chico se internaba a la habitación a escondidas. Lo que había pasado adentro no se podía saber, pero todos lo podían imaginar.

Hasta la fecha, él tenía la certeza de no haber hecho eso, pero no tenía un gemelo malvado para excusar la situación. Y todos lo acusaron de ser el responsable, incluso él mismo llegó a dudar de su inocencia. ¿Y si había hecho algo durante esos momentos en que perdía la conciencia?

Fue así que Noah dejó de negar su culpa y sólo dio un consentimiento silencioso.

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Queridas criaturas de la creación, les presento al adorable Noah que vive en mi mente :3

Espero que les guste, y mañana –creo–, la subiré a instagram. Me ayudarían si se dan una vuelta por allá y le dan amor ૮ ˶ᵔ ᵕ ᵔ˶ ა

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