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...

Noah vio a Hugo, vestido con su característico traje gris hecho a la medida, el cabello castaño peinado de tal manera que parecía esconder su frente, y las gafas gruesas ocultando casi por completo la mitad superior de su rostro. Él sabía gracias a su experiencia previa que el beta en realidad era bastante guapo, aunque por alguna razón desconocida siempre ocultaba su rostro detrás de unas gafas enormes y peinados anticuados. Era por esto que, la mayoría de los que le conocían creían que su apariencia era ordinaria, y aquellos que no sabían su identidad o para quién trabajaba, lo ignoraban con facilidad. Ninguno podía imaginarse de la buena apariencia que se estaba perdiendo. Se podía decir que era una joya en bruto.

El pelinegro vio como el beta daba instrucciones a los camareros sobre como proseguir con la limpieza del arreglo destruido, casi daba la impresión de que Hugo era el verdadero organizador del evento. Se desenvolvía tan bien, que nadie pensaría que fue él quién provocó el accidente para empezar.

Las instrucciones eran precisas y nadie se atrevió a intervenir o a alzar la voz. Aunque no tanto por el beta, sino por las personas que venían con él.

En total eran un grupo de cuatro, incluyéndolo por supuesto.

Había dos hombres altos y fornidos rodeando a quién estaba en la silla de ruedas. Uno de pie a un lado, con la cabeza calva y rasgos duros, sus músculos resaltaban aún con el traje puesto. Y el otro detrás de la silla, con ambas manos en los mangos de empuje, su cabello casi rapado, aunque lo que más llamaba la atención de él era la cicatriz que iba desde su ceja derecha hasta el mentón. A simple vista lucía aterrador.

Y a pesar de la imponente presencia de estos dos hombres, quién más llamaba la atención era aquel que estaba sentado en la silla de ruedas.

Noah le miró con precaución, casi temiendo ser atrapado en el acto. Por un instante, se sintió como un niño que hacía trampa en el examen, y miraba al profesor a hurtadillas para no ser descubierto.

Pronto se encontró con el rostro que había visto hace no mucho, aunque en circunstancias menos desagradables. El hombre iba vestido con un traje impecable de color negro, el cabello largo cayendo descuidadamente sobre su hombro izquierdo, su rostro similar al de sus recuerdos pero varios años más joven. Todo en él gritaba lujo y sofisticación, y por extraño que sonara también con un par de toques de pereza por aquí y por allá.

En general, el hombre lucía demasiado cómodo consigo mismo, tanto que Noah se sentía irritado por alguna razón.

Su último recuerdo de Jerome era algo totalmente opuesto. Un hombre desaliñado y sucio, que se había visto obligado a arrastrarse por el suelo. Incluso con unos toques de locura. Nada que ver con el rey perezoso que tenía delante.

El hombre pareció sentir su mirada y sin que el chico lo esperara, al instante se encontró con los ojos negros.

Por poco salta en su lugar. Lo mejor que pudo hacer fue fingir un ataque de tos. Luego de un asentimiento rápido giró la cabeza, centrando su atención en cualquier cosa, menos en el hombre.

“Maldición, ¿por qué le evité la mirada? ¡No tengo nada que esconder!”, gimoteó. “Siento que perdí una batalla…”

Todo el mundo —ajeno al fugas cruce de miradas— sabía que al hombre en silla de ruedas no le agradaba el desorden o la ineficiencia, por lo que nadie obstruyó el camino de Hugo cuando dio instrucciones, ni se acercó para “ayudar” intentando quedar bien, pues también era conocido su corto temperamento tolerante. Muchos querían complacerlo, pero temían perder la vida o peor, sus fortunas, en el intento.

Ni siquiera Aleida, que se caracterizaba por ser una excelente anfitriona, rechistó algo. La omega, contrario a su imagen habitual, había estado callada durante mucho tiempo. Parecía haber olvidado que era ella quién organizó el banquete.

Pero nadie notó la anormalidad, o quizás a nadie le importó.

Cada uno de los invitados se concentró en Hugo y el pequeño grupo a su alrededor. Lo más cómico de la situación, era que en algún momento y sin que nadie lo notara, una barrera invisible pareció formarse en torno a los cuatro. Había al menos medio metro de distancia entre el cuarteto y el resto de los invitados, inclusive los meseros evitaron acercarse demasiado.

Ninguno se acercó a saludar, intimidados por esos cuatro, pero no por eso dejaban de mirarlos. Tampoco faltaban los valientes —o tontos—, que se sintieran libres de susurrar unos con otros. Más bien parecían bebés que no dimensionaban el peligro mortal.

—No sabía que la bestia Barlovento fue invitada… —susurró un joven cerca de Noah. Su voz era baja, así que el mencionado no podría oírle. Es solo que estaba demasiado cerca del chico, por lo que pudo ser escuchado a la perfección por él.

—Sabes que es casi rutina enviarle una invitación a los Barlovento, no importa quién seas o qué celebres —expuso alguien. Sus palabras estaban cargadas con una nota de presunción.

—No enviarla sería una falta de respeto —dijo otro.

—Y una invitación extra no significa mucho —confirmó alguien más. —Por el contrario, podría hacer que la realeza se digne a visitarte.

—¡Exacto! De todos modos nunca asisten a nada que no organicen ellos, o sus principales socios comerciales. Enviar una invitación no es nada.

—Pero la bestia vino a este pequeño banquete —recordó alguien, haciendo que varios lanzaran miradas furtivas a la persona detrás de Hugo, y a Noah, alternando entre uno y otro.

El chico podía sentir la intensidad de esas miradas chismosas y se sintió cansado. Literalmente, acababa de darles un excelente festín a los perros, ¡pero aún estaban hambrientos y pedían más! Él no tenía la energía para seguir entreteniendo a los invitados.

—Es un banquete de los Ballestero. Si bien no son socios, al menos deberían mostrarse un aparente respeto superficial, ¿no? —susurró un chico beta, poco faltaba para que pasara desapercibido en el grupo. Ninguno le puso atención, y siguieron cotilleando.

—¿Cómo puede ser algo tan simple con dos familias tan influyentes?

—Exacto! Estoy segur que hay algo mucho más interesante detrás.

—¿Cómo qué?

—Alianza entre familias —insinuó una voz, ligeramente cínica.

—¡No, no, no! ¿Doble B en un matrimonio?

—¿Eres idiota? Recuerda que la bestia Barlovento ya estuvo casada una vez. Que su omega se muriera solo significa que puede volver a casarse.

—¿Entonces está aquí para cortejar a Noah?

—¿Por qué no?

—¡Oh! ¡Imagina la escena cuando la bestia se entere que la joya reluciente que codicia, es falsa!

—¿Otro espectáculo?

—No sabía que Noah y la bestia tenían alguna relación.

—Si no la tienen, ¿por qué está aquí?

—¡Si! Alguien como él jamás vendría a un banquete de cumpleaños.

—¿Eso significa qué Noah engañó al Ballestero real?

—¡Oh! Los dos se engañaron. Que mal gusto.

—¡Si tú engañas a todas tus novias! —Se burló uno de los chicos.

—Lo hago, pero ninguna se ha enterado hasta ahora. —Se defendió el otro.

Sin que nadie los limitara, comenzaron a balbucear cada vez más alto. Algunos cuchicheos subidos de tono incluso llegaron a los oídos de cierto alfa sentado en una silla de ruedas que no se encontraba tan cerca de ellos; pero contrario a su mala reputación intolerante y cruel, el hombre se quedó en su lugar, como si el mundo no tuviera nada que ver con él. Escuchó mucho, sin tomarlo en cuenta. Para el hombre fue como si las hormigas se estuvieran comunicando entre ellas. Era algo que no necesitaba su esfuerzo o consideración.

Sin embargo, quién si se vio incomodado por los susurros, fue cierto joven Noah. El pelinegro recordó que algunas personas sin cerebro solían burlarse de Jerome con todo tipo de apodos ridículos. Lo peor es que al final de sus absurdas suposiciones, habían llegado a la conclusión de que él tampoco era honesto en su relación.

...

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Comments

(@®|t0💖💖😁

(@®|t0💖💖😁

mugre gente.... solo hablan por hablar y ni saben nada..... solo están suponiendo y ya están embarrando con sus mierdas a Noah que nada que ver.... que feo que sean así deveras y eso que según son gente "fina" pinshes chismosos que son.... 😤🤦😒

2024-04-04

5

🤗Finita💖💫

🤗Finita💖💫

La gente es tan malvada.

2024-03-04

3

Faty Kaneki

Faty Kaneki

hahahahahahaha hahahaha si !!
malditas hormigas solo saben fastidiar !!
hahaha su solo presencia te acelera el corazón !!
Quiero más cap !

2023-04-22

12

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