004;;Hal my reflection

Me desperté temprano esa mañana y estaba disfrutando del silencio de mi habitación cuando escuché un ruido fuerte que provenía del comedor. Me levanté de inmediato de la cama y bajé rápidamente las escaleras para averiguar qué estaba sucediendo.

Al llegar al comedor, me encontré con la anfitriona. Le pregunté sobre el ruido que había escuchado y ella trató de persuadirme para que lo ignorara.

—Probablemente solo fue uno de los gatos de la casa—, dijo con una sonrisa.

Sin embargo, mi curiosidad no me dejaba en paz y fue en ese momento cuando salió de una esquina Leon. Tenía una sonrisa burlona en su rostro mientras me saludaba con un cordial "buenos días".

—¿Qué está pasando aquí?—, le pregunté a Leon, todavía desconcertado por el ruido que había escuchado.

—Oh, nada importante—, respondió con una risa. —Solo estamos preparando el desayuno, ocurrió un pequeño accidente. Pero no te preocupes, todo está bajo control—.

No pude evitar sentir curiosidad por lo que estaba sucediendo, pero decidí no preguntar más. Después de todo, estaba de visita en la casa y no quería causar problemas.

Mientras hablaba con Leon, noté que estaba completamente sucio de lo que parecía ser tierra. Además, me percaté de que en un momento dado, cubrió su estómago, lo que me pareció un poco sospechoso. Antes de poder preguntarle qué le sucedía, fui interrumpido por la llegada del pequeño Oliver, el hijo de la anfitriona.

El niño me abrazó por detrás y me saludó amablemente, lo que me hizo sentir un poco más relajado. —¡Hola Hal!—, exclamó. —¿Cómo has dormido?—

—¡Muy bien, gracias!—, respondí, devolviéndole el abrazo. —¿Y tú?—

—Genial—, dijo Oliver con una sonrisa. —Mamá me dejó ir al jardín esta mañana y encontré un montón de flores nuevas. ¡Ven a verlas!—

Antes de que pudiera responder, el niño me tomó de la mano y me arrastró hacia el jardín, dejando atrás a Leon y la anfitriona en el comedor. Mientras caminábamos hacia el jardín, no pude evitar preguntarme qué estaba pasando en la casa y si Leon estaba involucrado en algo sospechoso.

A medida que caminábamos, me di cuenta de que todavía estaba un poco adormilado por mi repentino despertar. Sin embargo, escuché atentamente a Oliver mientras me mostraba las diferentes variedades de rosas que había en el jardín.

Mientras hablábamos sobre los tipos de rosas, decidí aprovechar la oportunidad para preguntarle sobre lo que había pasado la noche anterior.

—Oye Oliver, ¿qué estabas enterrando anoche en el jardín?—, pregunté.

El pequeño soltó una risa dulce pero burlona, lo que me hizo sentir un pequeño escalofrío. —

¿Yo? Nada en particular—, respondió. —Solo estaba jugando con mamá —.

A pesar de su respuesta, sentí que había algo más detrás de sus palabras. Sin embargo, antes de que pudiera seguir preguntando, Oliver se giró y corrió lejos de mí, dejándome con la duda sobre lo que realmente estaba pasando en la casa.

De repente comencé a sentirme observado. Miré a mi alrededor de una manera casi paranoica, pero no logré encontrar nada que pudiera explicar mi extraña sensación.

Decidí regresar adentro de la mansión hacia el comedor, en donde me senté para finalmente comenzar a desayunar. Sin embargo, pronto me di cuenta de que ni Leon ni la anfitriona estaban en el lugar. Decidí desayunar en silencio mientras miraba videos en mi teléfono, tratando de ignorar la extraña sensación que me había invadido en el jardín.

Mientras desayunaba, seguía pensando en todo lo que había pasado desde que había llegado a la mansión. Me pregunté si realmente había algo extraño sucediendo allí o si todo era producto de mi imaginación.

De repente, escuché un ruido detrás de mí y me di la vuelta rápidamente. Sin embargo, no había nadie allí. Comencé a sentirme cada vez más incómodo pero no me fui sin antes terminar con mi ahora almuerzo.

Después de terminar mi desayuno, decidí volver a mi habitación para darme una ducha y prepararme para el día. Pero justo antes de entrar, me encontré con una chica de aspecto groupie de los 70s que me miraba fijamente. Era hermosa, con su cabello castaño y ondulado y sus ojos verdes brillantes, pero algo en su mirada me hizo sentir raro.

Le dirigí una mirada y la saludé amablemente, pero al mismo tiempo me comporté de manera taciturna, ya que todavía estaba tratando de procesar todo lo que había estado sucediendo en la mansión.

Decidí ignorar a la chica, entré a mi habitación para darme una ducha y prepararme para el día. Pero no pude evitar sentir que algo no estaba bien en esa casa, y que todas las personas extrañas que había estado encontrando no eran simples coincidencias.

Cómo sea me calme por unos instantes y no pensé en nada más que disfrutar mi estancia.

Salí de la mansión y caminé hacia el pueblo cercano, disfrutando del aire fresco en mi rostro y la tranquilidad de la tarde. Pero de repente, me crucé con aquella chica de antes. Su atuendo era diferente y su aspecto había cambiado, ahora parecía una mezcla entre una gótica y la modernidad. Me miró de arriba abajo y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Se alejó y yo respiré aliviado.

Finalmente llegué a la biblioteca, un lugar tranquilo y acogedor en el que me sentía cómodo. Me acerqué al mostrador y conocí a un hombre alto, amable, educado y bien parecido. Se presentó como Bruce y me ofreció su ayuda para encontrar algún libro que pudiera interesarme.

Estuvimos hablando un rato sobre literatura y sobre el pueblo en general, y me di cuenta de que Bruce era un tipo muy interesante y amable. Me sentí cómodo en su compañía y disfruté de nuestra conversación.

Con cierta preocupación, le pregunté a Bruce sobre la familia que habitaba en la mansión cercana y su respuesta me dejó un tanto perplejo.

—Bueno, la verdad es que no sé mucho sobre ellos. Son bastante reservados y suelen mantenerse alejados del resto del pueblo—, me explicó Bruce con una ligera expresión de nerviosismo en su rostro.

Le conté a Bruce que me encontraba alojado en esa misma mansión de vacaciones, y su reacción fue sorprendente.

—¿De verdad? No tenía idea. ¿Está todo bien por allá?—, preguntó Bruce con un tono de voz preocupado.

Intrigado por su respuesta, le pregunté si todo estaba bien. Bruce suspiró y comenzó a contarme sobre la familia, aunque sus palabras eran vagas y su tono denotaba cierto temor al hablar de ellos.

—Bueno, he escuchado que son muy influyentes en la región. Tienen negocios importantes, pero no se sabe mucho más que eso. Algunos dicen que son un poco extraños, pero no sabría decirte exactamente por qué—.

La actitud de Bruce me hizo sentir un poco inquieto, así que decidí cambiar de tema y agradecerle su ayuda. Después de todo, no quería ahondar más en un tema que claramente le incomodaba.

Después de un tiempo, me despedí de Bruce y salí de la biblioteca, sintiéndome relajado y contento por haber conocido a alguien tan agradable en este pueblo extraño. Pero aún sentía la mirada de aquella chica en mi mente, y no pude evitar preguntarme quién era y por qué me vigilaba.

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