mi escondite favorito

el señor Raúl, padre de René, se adelantó, con pistola y lámpara en mano, su corazón latía más fuerte, era su hijo, necesitaba saber si era su hijo, detrás de aquellos muros en ruinas, había un joven tirado con la ropa sucia, ensangrentada, lleno de tierra; las lámparas molestaban sus ojos, el señor Raúl, entrego su pistola y su lámpara y camino hacia el para levantarlo, mientras los demás iluminaban el espacio, el señor Raúl hablaba con su hijo pero René apenas si abría los ojos para contestar

Raul_ ¿hijo, cómo estás?¿que te paso? ¿porque estás aquí?

Rene_ quiero irme a casa papá, el moustro quería matarme

Raul_ ¿de que moustro hablas hijo?

Rene_ el me atacó, me trajo aquí

El señor Raúl pensó que estaba delirante, trataron de levantarlo para caminar con el, pero un brazo lo tenía roto y no podía apoyar una pierna, caminaron con el por horas, hasta el amanecer, llegaron al hospital y recibió atención médica, el personal policiaco, querían hacer preguntas, pero el no contesto y se quedó dormido; Roberto regreso al lago conmigo, ya había recuperado la conciencia, pero aún no podía recuperar la movilidad de mis extremidades afectadas, me sentía muy feliz en ese lugar, no estaba sola, había animales que hacían grata mi estancia en ese lugar

Roberto _ ¿cómo estás, mi amor?

Renata_ muy bien, ya puedo mover mi brazo, mis piernas han recuperado su color, puedo moverlas pero aún no me puedo poner de pie

pasaba momentos muy agradables, en ese lugar, pero mi inquietud eran mis padres, mamá había aceptado la idea de que yo había muerto, pues el médico antes de que desapareciera, les había asegurado que solo con las máquinas podría seguir viviendo, es decir, tendría una vida vegetal, papá por su parte, lo había aceptado, pero solo para calmar el dolor de mamá pero el pensaba, ¿porque razón, sustrajeron mi cuerpo casi muerto?, René, recuperaba la salud en el hospital, pero, nadie creía su versión de los hechos, ¿un moustro? ¿un lagarto de 3 metros? ¿una venganza? no coincidían sus recuerdos

Investigador_ dígame, ¿cuál es su nombre?

Rene_ René Vasconcelos

Investigador _ ¿que hacia en ese lugar, junto a las ruinas?¿porque no estaba en la escuela ese día?

Rene_ un moustro vino por mi, a mi casa, me llevo a caminar

investigador _ ¿algún amigo suyo? ¿alguien que vio antes?

Rene_ no es mi amigo, nos veíamos en la escuela, no deje que venga, viene por mi novia

investigador_ ¿usted tiene novia?

Rene_ no

investigador _ ¿a qué novia se refiere?

Rene_ el está enojado porque yo la mate

investigador_ ¿a quien mato?

Rene_ yo le voy a quitar a su novia

Investigador_¿ peleó por alguna mujer?

Rene_ ella es una salamandra y es mía el me la quiere quitar, por favor no dejen que el venga por mi

nadie entendía lo que el quería decir, su mirada perdida inestable lo acompañaba siempre, se recuperó y lo llevaron a casa, pero no cordina sus ideas, hablaba de un moustro de tres metros, nadie comprendía que quería decir, su padre sufría por el estado en que lo había encontrado, pero peor aún era la familia Rangel, pues su hija herida casi muerta había desaparecido; por su parte mi padre a escondidas de mamá hacia averiguaciones en hospitales vecinos, decía que si alguien me había sacado quizá estaría recibiendo atención hospitalaria en otro lugar, el no estaba conforme con la lógica de mamá; yo me recuperaba poco a poco en ese lugar, Roberto bajaba y se quedaba conmigo luego subía durante el día, algunas horas por si lo buscaban, me sentía mucho mejor, pero no podía mover las piernas, Roberto me hablaba de la posibilidad de volver a casa, pero yo tenía miedo, René había vuelto a su casa, no quería que me lastimara nuevamente, Roberto me pedía perdón, por no haber estado junto a mi cuando sucedió el ataque, comenzó a sacarme de ese lugar, me enseñó a nadar y salir a la superficie, decía que ejercitaba mis piernas y podría volver a caminar, por ahora, salía a la superficie, lo acompañaba pero me quedaba en la orilla del lago, sentada en una piedra mientras el entraba a su casa, permanecía ahí por unas horas o caminaba al pueblo, me traía comida, quizá para que probará y extrañará mi mundo y deseara regresar a el, pero yo, disfrutaba la comida, el paseo al exterior, ver la luz del día, su compañía, pero, luego regresaba a mi escondite favorito, allá me sentía segura, me sentía enamorada y acompañada, papá y mamá casi no estaban en casa, mis hermanos tampoco, no lo sabía hasta ese momento pero, me sentía profundamente sola y ahora llena de temores; Roberto una noche fue a mi casa y entro por la ventana, tomo algunas cosas que me recordarán mi vida, algunas prendas, un cepillo, mi mochila de escuela y una muñeca, se acercó a la puerta que comunicaba al interior de mi casa, mamá hablaba con papá

Esther_ ¡pero porque insistes en buscarla! ella está muerta, ¡entiéndelo!

Alvaro_ por favor mujer, solo quiero saber dónde está, su cuerpo, siento que ella está por ahí, necesito saber que fue de ella

Esther_ que no sabes que con su búsqueda, me lastimas, haces que tenga una esperanza, que ya no debe existir

Alvaro_ entiéndeme, Raúl encontró a su hijo, yo quiero encontrar a mi hija también

Esther_ pero en ninguno de los hospitales a dónde has preguntado te han dado ninguna información positiva, ¿porque seguir sufriendo?

Roberto escucho la conversación y me trajo las cosas que tomo de mi recamara, me platico lo que escucho con mis padres, pero yo tenía miedo regresar a casa, había formado en ese lugar un entorno de ensueño, no quería volver, ni a casa ni a esa escuela, quería quedarme ahí, quería seguir soñando, me había recuperado por completo, pero aún no podía ponerme en pie, nadaba a la perfección, eso me daba la libertad que necesitaba, fuera del lago quizá sería una discapacitada

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