Capitulo 19

Divertidas por el humor de Lola, todas sus preocupaciones se habían esfumado por el momento, hasta que por un momento se le cruzó por la mente su abuelita.

- Señora Lola ¿Puede hacerme un favor? - mira en silencio a su alrededor.

- ¿Qué pasa hija? No me asustes - se incorpora de inmediato al ver su cara tan seria.

- ¿Podría marcarle a mi abuela? - le coloca las manos en súplica.

- Por su puesto cariño, puedes hacerlo libremente - toma el teléfono inalámbrico y se lo da. No tengas miedo, esta es tu casa y nadie se molestará por usar el teléfono.

- Gracias, no se lo digas por favor - le da una mirada suplicante.

- No se lo diré - Ríe moviendo la cabeza.

Desde el balcón de la mini sala en el segundo piso Andrew observa como realiza la llamada, sabiendo que aún desconfía de él, su mirada se vuelve complicada y también despierta su curiosidad, ya que un pensamiento fugaz se le cruzó por su mente. Tomando con cuidado el teléfono y en silencio escucha la conversación de las dos mujeres.

- ¿Cómo estás, abuelita? Te extraño mucho.

- ¿Por qué me extrañas? No tienes por qué hacerlo.

- Abuela, claro que te extraño, eres mi única familia.

- Ahora tienes a tu esposo, aférrate a él.

- Mmmm ese hombre es un demonio ufff

- ¿Cómo puedes hablar así? El joven Andrew es muy bueno, se parece mucho a su padre, deberías conocerlo mejor.

- ¿Por qué todo el mundo habla bien de él? Abuela, no quiero conocerlo, solo quiero volver contigo y seguir recibiendo mis clases de lengua, sabes que solo así puedo trabajar como traductora en la empresa A&A y puedo darte una buena vida.

- Mi niña tonta ¿No sabes que posición tienes ahora? Puedes trabajar en esa empresa si lo pidieras.

- Abuela, no voy a usar el apellido de ese demonio para conseguir un trabajo, quiero hacerlo por mis propios medios y cuando gane lo suficiente, te llevaré lejos de todo este triángulo conflictivo.

- Mi niña, no seas testaruda, ya estoy vieja, además ya lo tengo todo aquí, no me hace falta nada.

- Abuela, esa casa no es digna para alguien tan valioso como tú, te prometo que te daré todo lo que un día nos faltó, ahora debo colgar, antes de que ese demonio venga y me regañe.

- Tontita, deberías darle una oportunidad y conocerlo mejor, ahora vete y no provoques molestias, te conozco.

- Adiós abuelita te quiero..

- Adiós mi niña hermosa.

Después de que las dos mujeres cuelgan, vuelve a colocar el teléfono en su lugar.

"¿Demonio? ¿De verdad me ve como un demonio? - se mira en el espejo por un largo rato. ¿Yo un demonio?" Los recuerdos de cómo la había tratado le vuelven a su memoria y solo entonces se dio cuenta del porqué su esposa lo habían nombrado así. Suspirando sus propios actos, baja a buscarla.

- Ven hija mía, come algo - Lola trataba de darle la comida.

- ¿Qué pasa? - Interrumpe

- Nada hijo, solo pensé en alimentar a Bianca, ya que aún su brazo no ha sanado. - lamenta en silencio.

- A ver, yo lo haré - agarra el cuenco de avena.

- Puedo hacerlo sola, no se molesten demasiado - Intenta agarrar el cuenco.

- Permíteme hacerlo, por favor - pone una mirada suplicante.

Mirándole a los ojos asienta e inmediatamente baja la mirada.

- Después de la comida, te llevaré a tu habitación y podrás descansar mejor - intenta entablar una conversación.

- Gracias - solo eso vuelve a decir.

- Mmmm Pienso que debería enseñarte a decir más palabras, el día de hoy, escuchado un gracias muchas veces - detiene la cuchara a medio camino. ¿Tienes algún jovi? O ¿algún pasatiempo? Puedes decirme y haré que te traigan todo lo que necesites - le propone.

- Me gusta aprender ............- se queda pensativa. Cualquier cosa estará bien - asiente.

- ¿Alguna vez has deseado aprender a hablar varios idiomas? - casualmente le pregunta disimulando.

- Se algunos idio...... - vuelve a quedarse callada. ¿Puedo ir a mi habitación? - Cambia de tema.

- Por su puesto - deja el cuenco y la toma en brazos.

- Puedo caminar - se sonroja.

- No hasta que te recuperes - sonríe en su corazón.

La lleva directamente hasta la habitación principal y la deposita en la gran cama con mucha delicadeza.

- Gra... gracias - agacha la cabeza sonrojada.

- Descansa, volveré más tarde - dándole una última mirada, sale de la habitación.

Dejando escapar un gran suspiro, pone su mano en el pecho sintiendo alivio de al fin estar sola.

"Su mirada es tan aterradora, pero al mismo tiempo es adorable" - por un momento se le cruzó por su mente. "Pero que diablos, si es un demonio disfrazado de cordero, debería tener mucho cuidado, no debo involucrarme con personas de su clase, debo hacer que se divorcie de mí lo antes posible, solo así podre realizar mis sueños."- Moviendo su cabeza de arriba hacia abajo se incorporaba en la cama.

Con muchas ideas en mente, decide ejecutar su primer plan, pero antes debe asegurarse de que su adorable esposo esté a la vista.

Por otro lado, Andrew había partido

hasta la empresa y había solicitado la presencia del director del departamento de recursos humanos.

- Señor me ha enviado a llamar - entra Rodríguez muy temeroso de recibir algún sermón de su jefe.

- Rodríguez cuénteme ¿Cómo van las cosas en su departamento? - pregunta debido al último incidente que había ocurrido.

- Muy bien señor, tengo todo bajo control - responde nerviosamente, ya que tuvieron que despedir a la mejor traductora de la empresa por liarse en una pelea con otra empleada.

- Me parece perfecto - lo mira seriamente. Quiero toda la información del nuevo traductor del departamento de traducción, espero que no hayas tenido problemas para encontrar una persona adecuada - Por implementar tanta fuerza en su mano quiebra el lápiz, lo que hace que su empleado salte nervioso.

- Se.... señor aún no hemos encontrado una persona adecuada para el puesto, si me da más tiempo, puedo..... - no se atreve a levantar la cabeza completamente.

- ¿Tan difícil es encontrar una persona que sepa manejar dos idiomas? - se recuesta en su silla. Te di una semana para hacerlo y ya son quince días ¿aun así te atreves a pedir más tiempo? - lo ve tan despreocupado. ¡Ahora te atreves a pedirme tiempo!

Como todo nerviosismo que siente, se queda callado en busca de las palabras adecuadas, ya que no sabe que contestar.

- Dado que no puedes encontrar a alguien competente yo te ahorraré el trabajo - le lanza una carpeta donde se muestran los datos de una persona.

- Señor ¿Qué quiere decir? - piensa que quizá lo va a despedir.

- Prepara el contrato ahora mismo y le pides que venga dentro de una semana a la entrevista y sin importar que, la contratas. - con esa orden se acomoda a teclear en su computadora.

- Señor....

- Limítate a hacer preguntas y has tu trabajo - le interrumpe sabiendo de la curiosidad de su empleado.

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