Capitulo 12

Dicen que las mentiras tiene patas cortas, pero ¿que pasa si nunca las cortan a las patas?

- No sé si creer todo a mi abuela - sus ojos se vuelven oscuros. Sus acciones hablan por sí solas.

- Tu padre es un buen hombre y estoy seguro de que saldrá libre y ahora que lo encontramos debemos mantenerlo bien cuidado. - estas palabras hacen que Andrew tenga una idea.

- Mi padre y esa mujer son la clave de todo, debemos protegerlos y sobre todo no levantar sospechas - Su mirada es algo confusa. Además, buscaremos al mejor doctor para tratar su enfermedad.

- Tengo una idea mucho mejor, pero antes quiero estar seguro si tu abuela a mantenido contacto con tu padre - Toma su móvil.

- No estoy seguro. - ante la mención, su mirada se vuelve algo preocupada, ya que en realidad él sospecha de su abuela y su tío Joaquín. Vamos a mi oficina.

Una vez en su oficina que es la más segura, le comenta todo lo que su asistente ha investigado.

- Es muy sospechoso - recuerda unas escenas anteriores. Me pregunto si de nuevo se involucró en algún delito y pidió la ayuda de tu abuela, eso sería algo típico de él.

- No lo sé, pero no confío en ese hombre. - Hace bien en no confiar. Bien ¿cómo vas con el contrato en Cevallos?

- Más que listo, solo se requiere de tu firma y mañana mismo podemos viajar hasta el puerto marítimo. - No hay mejor distracción que el trabajo.

- Perfecto, firmemos y consigamos esas planchas, es de suma importancia que nuestra empresa se quede con todas las planchas de cobre - Empiezan a tratar temas de trabajo y así se olvidan por completo de lo que sucede a su alrededor.

La condición de Bianca era estable y no había necesidad de seguir en el hospital, por lo que estuvieron de vuelta en la mansión en menos de una hora.

- Descansa un poco mi niña, nosotras cuidaremos de ti - la acomoda en la cama.

- Así es cuñada, tú no te preocupes de nada, ahora descansa. - le sonríe cálidamente.

Las dos mujeres salen en total silencio, apenas cierran la puerta, Bianca abre los ojos y deja caer unas lágrimas.

"Abuelita ¿Qué fue lo que les hiciste? No entiendo" - llora preguntándose una y otra vez, pero sus respuestas eran vacías, lentamente va cerrando sus ojos y cae en un profundo sueño.

Ya caída la noche la puerta se abre lentamente y una figura alta e imponente entra. Observándola dormida se acerca muy despacio y se sienta junto a ella. Extendiendo su mano toca unos cuantos mechones de cabello que están sobre su cara. Tocando su mejilla suave como la nieve y tan delicada. "Un ángel como tú no merece sufrir, te prometo que descubriré la verdad, solo entonces podrás caminar libremente y si la verdad sigue siendo la misma, no me importaría, aun así te devolveré tu libertad, mi madre no querría que albergue odio en mi corazón, no te odio ten la seguridad... me hubiese gustado conocerte en otras circunstancias, eres muy hermosa" - sus dedos se posan en sus labios y los repasa suavemente, acto seguido se agacha y le da un cálido beso. Sintiendo un latir fuertemente en su corazón se levanta de golpe y se toca el pecho, cerrando los ojos intenta reprimir los sentimientos que ya se han pasado en él.

Después de una larga ducha, sale listo para viajar 5 horas hasta el puerto, pero antes de irse le deja una nota a su esposa. (Descansa bien, volveré pronto) Simples palabras que nunca fueron leídas.

Después de asegurarse de que su nieto no estuviera en casa subió hasta la habitación de él y de un solo grito despertó a Bianca, quien se le había subido la fiebre.

- Te gusta dormí como reina ¿no? Culebra asesina, esta vez nadie te salvará de tu castigo - la arrastra del cabello y la baja hasta la parte de atrás de la mansión.

- Señora ¿Qué hace? No puede tocarla, aún sigue enferma - intenta detenerla pero no puede.

- Lola no te metas que la próxima eres tú y seguirá quien se interponga en mi camino - la amenaza con severidad.

- Abuela, suéltala, no puedes tocar a la esposa de mi hermano - Sofía también va en defensa de la joven.

- No te atrevas a ponerte de su parte, porque te envío a encerrar - igualmente la amenaza.

Sin poder hacer nada ante la autoridad de su abuela se quedan aún lado viendo como es arrastrada y más aún sin escuchar una sola protesta por parte de Bianca.

Llevándola hasta el baldío la tira con fuerza.

- Hoy no hay quien te defienda, ¡Lucía! - Grita a su empleada. Ya sabes por donde empezar.

Las órdenes habían sido bien claras y Lucía con unos ojos sonrientes hace cumplir.

- Señorita por favor entrégueme su móvil - con carita de pena extiende la bandeja donde ya algunos móviles habían sido retirados, obviamente ya todos los guardaespaldas de la mansión estaban sobre avisados y amenazados por la gran señora.

- Tú... ¿Cómo te atreves sirvienta de quita? - la insulta suavemente. No te atrevas a ponerme un dedo encima porque te arrepentirás - La señala.

- Quítenselo - Ordena a los hombres detrás de ella.

Después de quitar a cada uno sus móviles y muy satisfecha con su trabajo, regresa donde está su jefa.

- Escúchenme bien, aquí soy su patrona, sin mí, ustedes estarían en la calle mendigando, si alguien se atreve a abrir la boca de lo sucedido el día de hoy, me encargaré de que nunca más vuelva a pisar esta ciudad. - Amenaza a todos los presentes.

- Abuela, no puedes hacer eso - interviene su nieta.

- Llévensela - Acto seguido se la llevan a la mala y su nana trata de impedir que lo hagan, pero es en vano.

- Ahora solo estamos nosotras dos - le lanza una bofetada y luego otra. Podre morir en paz después de ver tu sangre correr así como la de mi nuera.

- Abuela, no dejes que esa mirada te engañe, seguro es igual que su abuela - hace su intervención triunfal la menos invitada.

- No te preocupes hija, hoy pondré fin a nuestro sufrimiento. - Con un gran látigo en mano azota a la joven que grita de dolor.

- Noooo, no le pegue - la nana grita desesperada.

- Llévensela y enciérrenla - vuelve a ordenar a su hombre quien así lo hace, llevándola a la fuerza.

- Aún no termino contigo. - Vuelve a darle otro latigazo y así fue hasta que la joven quedó inconsciente.

- Es suficiente abuela, dejémosla, no pasará de esta noche - en sus ojos destellaba de alegría y al mismo tipo miedo del temperamento cruel de la señora Adela.

Dejándola tirada en el gran baldío, todos regresan a la mansión como si nada pasara. Las empleadas se miraban unas a otras con miedo de la crueldad de la señora..

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Comments

Nancy Scheherezada Perez Perez

Nancy Scheherezada Perez Perez

Esa vieja no tiene ♥ ni sentimientos De seguro cuando a ella le hicieron perder la memoria, el que se hizo pasar por su padre es el tío de Andrew en confabulación con la vieja Adela

2025-01-21

0

Ana Elena Jiménez

Ana Elena Jiménez

maldita vieja

2025-02-09

0

Sandra Mejia

Sandra Mejia

El sabe los alcance de su abuela ,la deja sin protección hay esa chica sufrió mucho.
Y ese miserable q se hizo 😡 pasar x el papá la estaba también explotando .

2024-09-10

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