Capitulo 9

Con una sonrisa que se le desborda hasta por los ojos obtiene la atención de todos los presentes.

- Buenas noches querida familia, quiero hacer un brindis por el regreso exitoso de Andrew - Alza si copa en dirección hacia el demonio. Les invito a beber esta copa.

- ¿Familia? ¿Esa mujer nos llamó familia, pronto será una Arslan?

- ¿Es la prometida de Andrew?

Los murmullos empezaron a hacer eco en toda la sala, los ojos brillantes de astucia de esa mujer estaban puestos en la mirada severa de Andrew.

- Eres muy inteligente al tomar la iniciativa, sin duda eres digna de ser mi nieta - los halagos de complacencia de la abuela le daban esperanzas. Pronto toma la palabra. Ya que estamos toda la familia reunida, pasemos a degustar del arte culinario de Lorenita, quien se ha encargado de la cena de esta noche - los invita extendiendo la mano.

En murmullos de uno a uno pasan a la mesa y toman asiento en el lugar que les ha sido designado.

- ¿Pero qué es esto hermana? ¿Desde cuándo tenemos designados nuestros sitios? - Joaquín hace su reclamo recogiendo al papel donde está escrito su nombre.

- Siéntate y disfruta de la vela - es lo único que responde la abuela, puesto que está complacida de Lorena.

El único que seguía de pie viendo todo el arreglo teatral de Lorena era Andrew, con una sola mirada a su nana daba su orden.

- ¿Por qué te sientas junto a mí? - levanta una ceja preguntando a Lorena por verla sentada en su derecha.

- Hijo, es normal que Lorenita se siente junto a ti, espero que pronto puedas colocar ese anillo en el dedo de tu futura prometida - Responde la abuela con una sonrisa de satisfecha.

Las dudas de algunos eran resueltas, si la abuela lo decía, pues así sería.

- Todos estamos presentes ¿no? - Observa por todo el ancho y largo de la mesa. Han olvidado el puesto de alguien más, si me permites - le extiende la mano a Lorena quien sin dudarlo la toma felizmente. Este lugar le corresponde a una sola persona y esa persona lamentablemente no eres tú - la sonrisa y rojez se le borra de la cara. Este sitio le corresponde a mi esposa. Al pensar que quizá ya la tomaba como esposa, vuelve a sonreír y se ruboriza.

- No pensé que hoy..... - Es interrumpida.

- Como lo dije, no eres tú quien deba estar aquí, sino mi esposa. - Los pasos de unos taquillos hicieron eco en el comedor llaman la atención de todos, volviendo su mirada hacia la dirección de donde proviene el sonido.

Dejando ver a una mujer alta y hermosa, la sonrisa y el color de la cara desaparecen.

- Querida abuela y todos los allegados - pues no los consideraba familia, sino unos aprovechadores. Les presento a mi esposa, Bianca Arslan. - Camina hacia ella y le toma de la mano, simulando que la da un beso en la mejilla, le había en el oído.

- Si deseas pronto tu libertad, coopera un poco. Por primera vez le mostraba una débil sonrisa.

- Pero qué disparates son estos Andrew - grita su abuela furiosa. Esa mujer es... - golpea la mesa con fuerza y se pone de pie. Ninguna embaucadora asesina se mezcla con mi familia, no se le permite unas nuestro apellido - espeta furiosa.

Unos consternados por el gran alboroto empiezan con los murmullos, otros, en cambio, solo disfrutan del acontecimiento.

- Esa víbora y su familia deben morir por haber matado a mi hija, no la aceptaré en esta casa - golpea el bastón contra el piso muy fuerte. Solo viendo su sangre correr, me sentiré satisfecha al vengar la muerte de mi única hija - Su furia brota por sus venas y por sus ojos se reflejan el inmenso odio hacia la muchacha.

- Abuela, la decisión ha sido tomada, no voy a derramar más sangre de la que ya se ha derramado - pone su mirada en su abuela y no sé inmuta a sus ojos punzantes.

- Esta mujer tiene que morir, he dicho - Se va dejando a todos en el comedor y Lorena la sigue atrás.

- ¡El espectáculo se acabó! Pueden volver a sus casas y pensar muy bien si desean difundir los chismes - Sabiendo que esas palabras eran una amenaza indirecta, todos salieron corriendo de la mansión, menos una persona.

- Ya puedes volver a la habitación - Se da la vuelta y se va.

- Ven pequeña, come algo primero y después vuelves - se la lleva a comer.

Las empleadas solo la miraban de arriba a abajo, pero una de ellas solo la mira con odio, quien está más que celosa por poner los ojos en su conquista.

- Ve hija mía, no hagas que se enfade más - La guía de regreso a la habitación donde se encierra a llorar recordando esos ojos de odio por parte de la abuela y viendo su mano que se había vuelto roja por el fuerte apretón que le dio su esposo.

Rasgando su hermoso vestido se lo quita y lo tira a la basura, el dolor que la enmarca la llena de tristeza.

Después de tanto llanto por fin había podido conciliar el sueño, hasta que...

- ¿Qué haces en mi cama? - furiosamente ebrio.

Poniéndose de pie y agachando su cabeza se coloca aún lado.

- Si, así muy obediente - la toma por la barbilla y la observa a los ojos por un largo momento, sus ojos entrelazos profundamente, pronto hicieron un clip. "No me odies por favor" Son sus pensamientos e inmediatamente la suelta. Vuelve a la cama. - Dejándola asustada se mete al baño.

"Eres un demonio, ni pienses que voy a volver a esa cama" - Piensa dejándose caer en el piso y cierra los ojos.

Una hora después, sale de la ducha y la vuelve a ver dormida en el piso.

"Mujer testaruda, parece que te encanta dormir en el suelo, debería dejarte ahí" - la toma en brazos y la acomoda en la cama. "No tienes derecho a mi amabilidad, pero no puedo resistirme, no soy de corazón frío, solo tú puedes hacer que te perdone por mi madre" - Aún piensa que su familia es la culpable, pero sus dudas ya habían sido sembradas.

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