Capitulo 5

¿Dónde está la chica? - pregunta a sus guardaespaldas.

- Adentro señor - obtiene su respuesta.

Le abren la puerta y entra con una mirada afilada.

- Levántate - Le exige, pero no obtiene respuesta. Dije que te levantes - Grita y tampoco obtiene respuesta por lo que se acerca a verla.

Retirando su cabello de la cara puede ver que sus rasgos faciales eran delicados, su piel blanca como la nueve, suave como la seda, la toca y de inmediato se estremece, una corriente eléctrica pasó por su cuerpo y se albergó en su corazón.

Dejando sus emociones aún lado, nota que las mejillas de la joven estaban tan rojas como el carmesí y su cuerpo ardía, la mira de arriba abajo, notando que en sus piernas se había formado un color rojo, de inmediato la toma entre sus brazos y la sube en el coche, los guardaespaldas no podían creer lo que sus ojos veían, su asistente personal atónito por lo visto, no podía salir de su asombro, volviendo a la realidad corre hacia el coche.

- ¡Al hospital! - ordenó con voz preocupada, en sus ojos se podía ver la compasión.

Después de una largo tiempo el doctor informaba la condición de la joven.

- Señor Arslan su esposa se encuentra estable, gracias a Dios la trajo a tiempo, será mejor que por esta noche se quede en observación, así podemos controlar si algo así vuelve a suceder. - informa el médico.

- ¿Qué tiene? - esa fue la pregunta que se hacía y le daba curiosidad.

- Es común en las mujeres presentar un periodo con abundante flujo, pero en el caso de su esposa, estaba con una hemorragia severa, lo que provocó la fiebre y el desmayo, pero no se preocupe con el tratamiento adecuado pronto mejorará - Le palmea el brazo. En estos días debe prestar más atención a las cosas que ingiera sobre todo comida picante y lo más importante, no preocuparla - con eso se va.

Sin palabras se queda pensando, pues no era su intención saber por los problemas íntimos de una mujer, pero dada la situación no pudo evitarlo, pensando en que hacer se sienta en la silla hasta que una enfermera le interrumpe.

- Señor, por favor acompáñeme a llenar la información de la paciente y después ayude a su esposa a ponerse ropa cómoda - le puso en una situación incómoda, aun así asiente y se levanta para seguirla, de inmediato llama a su nana a pedirle ayuda.

- Por favor compra algo de ropa para la chica y unas... unas... algo para su periodo y ven de inmediato al hospital - Le corta la llamada antes de escuchar la risita de su nana.

- Ayúdeme con el nombre de su esposa - pregunta la joven enfermera ruborizada.

- Mmmmm.... - saca su teléfono y lo ojea, luego lo guarda. - Bianca Arslan - fue su sola respuesta y ordena a su asistente que se encargue.

Su asistente no sabía el motivo del por qué la había hecho pasar por su esposa, aun así se hizo cargo de todos los trámites en el hospital.

Caminando hacia la habitación donde se encontraba la joven, abre la puerta y la ve acostada y dormida, acercándose la observa, "es una mujer frágil e inocente" - piensa, pero su ira vuelve al pensar que su familia fue la causante de la muerte de su madre, por lo que reprimiendo la ira se contiene, la observa y sale a toda prisa.

- Señor perdón que me entrometa, pero ¿por qué la hizo pasar por su esposa? - pregunta temiendo ser severamente castigado.

- Es la única solución - Le responde. De ahora en adelante te encargarás de la seguridad de ella, no permitas que escape, mantenla vigilada sin que note tu presencia.

- Si señor - sin entender las intenciones de su jefe, solo puede asistir y hacer lo que le ordenan.

Una hora después fuera del hospital la nana sale del taxi apresurada.

- Hijo mío he traído lo que me has pedido - Le entrega las bolsas.

- Nana - le hace señas que entre a la habitación. Ayúdala a vestirse.

- Pero si es....... - Sorprendida solo sonríe al ver a su querido Andrew. No te preocupes mi niño, yo me encargo.

Entra a la habitación y se encuentra con la joven despierta, quien de inmediato se reincorpora en la cama asustada al ver quien está parado en la puerta.

- Tranquila mi niña, no te asustes, déjame ayudarte - la trata con cariño. Mi niño ya puedes dejarnos solas. - al verlo que seguía parado hace ruido con su garganta trayéndolo de vuelta a la realidad, ya que no había apartado la vista de la joven.

- No te preocupes querida, mi niño es un hombre de buen corazón, está molesto, pero pronto se le pasará, ten un poco de paciencia que las cosas se arreglaran y volver con tu familia. - la consuela sin obtener respuesta.

Después de ayudarla a vestirse, sale de la habitación y ve a su querido Andrew sentado en la silla cerrado los ojos, pero su expresión aun así era muy molesta.

- Querido - le toca el hombro. Ya es tarde, ve a casa a descansar, si gustas puedo quedarme esta noche - le dice con voz suave.

- No nana, ve a casa, la abuela se preocupará si no te ve, me quedaré esta noche, cualquier cosa te llamo - La envía de vuelta a la mansión.

Aunque su mente lo lleve a pensar en la muerte de su madre, no puede evitar que su corazón lo lleva hasta esa joven que dormía.

Como de costumbre cada mañana en la ronda de la visita médica, las enfermeras debían dar su informe al médico, pero al entrar suspiraron al ver la hermosa escena, envidiando a la joven por tener un esposo guapo que se preocupaba por ella.

Al sentir que le tocan el hombro, Andrew se despierta dándose cuenta de que se había quedado dormido y tenía agarrado la mano de la chica, por lo que de inmediato se levanta y sale de la habitación.

Confundido piensa en el motivo que lo llevo a hacer esas cosas, ya que a él no le gusta el tacto de las mujeres y más aún el de ella que era la causante de la muerte de su madre, con ese en mente la ira se vuelve a apoderar de él.

- Señor Arslan, su esposa fue dada de alta y recuerde que debe vigilar su dieta a partir de hoy - Le extiende una receta. Estas son las indicaciones, por favor seguir al pie de la letra.

El asistente recibe la receta mientras que él ingresa a la habitación y sin importarle nada más, la saca del hospital llevándola de vuelta a la mansión, donde sus días serán miserables.

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