INTENTO DE ROBO

DANIEL

Odio está parte de mi donde tengo que pasar de una situacion a otra. Es como que no nací con la estrella de la suerte. ¿Cómo me siento? Siento que no merezco a Lao pero la amo. Amo su sonrisa, su voluntad, su cuerpo y su honestidad. Amo a nuestro hijo que viene en camino. Llevo seis meses en rehabilitación para la motora y el avance ha sido muy poco. Lo único que falta es que pase toda mi vida en una silla de ruedas. ¿Por qué la vida me ha castigado de esta forma?

Lao pasaba todo el tiempo conmigo. Ya no parece mi esposa sino mi enfermera. Su embarazo se nota como también su cansancio.

— Daniel te gustaría salir a dar un paseo. Seria como una cita.

— Un paseo, ¿dónde?

— Vamos al parque. Tomemos aire fresco.

— Lao. No te sentirías mal que las personas que estén ahí empiecen a sentir pesar porque estás embarazada y tu marido es un inválido.

Ella se acercó, se agachó y tomó mis manos.

— ¿Por qué crees tú que yo me debería de avergonzar por salir contigo? Esto es momentáneo porque tú te levantaras de esa silla muy pronto. Yo tengo la fe en ti. Creo en ti.

Le sonreí.

— Tienes razón. Vamos.

El chófer nos llevó al parque. Lao empezó a empujar la silla de rueda. Llegamos a una banqueta que estaba bajo un árbol.

— Daniel no te he preguntado pero qué pasó con Nancy.

— Mi padre es tremendo. Lo sabes. Con sus abogados pusieron la denuncia y el intento de asesinato, le dieron 2 años de cárcel. Así que ella sale en 1 año 10 meses. El proceso le llevó 4 meses para que hubiera un veredicto.

— Mmm... Bueno. Muy poco tiempo le dieron a esa loca.

— En tres meses nace nuestro hijo o hija. Yo me muero por saber qué es y tú lo mantienes en secreto.

— No es secreto. Ni yo sé si es niña o niño.

— Ya es hora de irnos preparando con el cuarto y todo lo que vaya a necesitar. Yo sí quiero saber si voy a ser padre de una niña o de un niño.

— Está bien. Cuando desees podemos hacer una cita para un ultrasonido.

Toqué la barriga de Lao.

— Creo que pronto dejaré de usar la silla de rueda. Las voy a cambiar por un andarivel. Este bebe me necesita entero y en forma.

— Así es. Vamos por unos helados. Ya me antojé.

— Okey. Una cosa más. Cuando me recupere iremos a pasar unos días a las cabañas.

— Eso me gusta. Solo que esta vez no haremos más bebé. Cuando tenga a nuestro hijo voy a empezar a cuidarme. Aunque no lo creas me traumatiza el parto.

Iba conversando con Lao cuando dos hombres se pusieron en frente de nosotros.

— No le haremos ningún daño si nos dan todas las cosas de valor que anden. Se nota que tienen dinero.

— No tengo nada— le dije.

Unos de ellos se puso detrás de la silla de rueda y el otro tomó de la mano a Lao.

— No la toquen. Si quieren tomen mi reloj que es lo único que tengo.

Traté de levantarme pero el hombre no lo permitió.

El chófer vio la situación y venía en nuestra ayuda. Los hombres notaron que se acercaba y terminaron empujando a Lao contra el piso y ellos salieron corriendo.

Cayó de frente. Ella empezó a llorar. Qué tan inservible soy que no pude ayudar a mi esposa.

— Señora se encuentra bien—El chófer le ayudó a levantarla.

— Me duele el abdomen. Daniel. Vamos a la clínica.

El chófer nos llevó a la clínica. El doctor la revisó.

— El susto más el golpe. Tiene que tranquilizarse. Lo único que puedo darle es Paracetamol. Si me gustaría realizarle un ultrasonido solo para verificar que todo está bien.

— Doctor usted haga lo que considere correcto.

Lao no paraba de quejarse del dolor.

— Siento algo que no se si son contracciones. Son dolorosas.

Llevaron a Lao a radiología. Yo entré con ella.

La doctora especialista empieza revisando.

—Tiene 26 semana 3 días exactamente. Evidentemente el bebé se mueve mucho pero todo está bien. No corre peligro. Ya saben que es un niño.

— Es un varón— Mi primogénito es varón lo pensé.

— Doctora es que siento contracciones.

— Tranquilízate. Ahora puede ir con él doctor, yo le envio la imagen del ultrasonido al correo.

Llegamos al consultorio.

— Todo está bien. Debe ser el susto. Necesitas relajarte. Lo único que vas a provocar con el estrés es que se adelante el parto. Y eso no es lo que querremos. Reposo absoluto, solo te queda como 12 semanas para el parto.

Regresamos a la casa.

— Reposo absoluto dijo el doctor. Asi que va para la cama.

— Pero.

— Pero nada. Es momento de tomar la rehabilitación muy en serio. Necesito caminar lo antes posible.

Me acosté con Lao. Ella puso su cabeza en mi brazo y se quedó dormida.

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