BEBE ABORDO

LAO

Somos marido y mujer bajo las leyes divinas y humanas. La luna de miel la estamos viviendo en las cabaña The Wren’s Nest, es un lugar natural, perfecto para apreciar los sonidos de la naturaleza.

Dejé de tomar los anticonceptivos hace un par de días. Daniel lo sabe. Tenemos sexo cada vez que podemos sin importar la hora o el lugar.

He notado a Daniel un poco más relajado, aunque por las noches lo noto muy pensativo.

— Ya mañana partimos a casa. El doctor tenía razón, necesitaba descansar.

— Ese descansar no ha sido tan literal. Me tienes molida las caderas— me puse a reír— en otra vida fuiste un conejo.

— Te estás quejando por todo el amor que te he dado en estos ocho días. Simplemente he querido crear recuerdos en ti, disfrutar tu cuerpo y tu del mío. Tal ves acá en las cabaña The Wren’s Nest se engendra nuestro bebé.

— Tenelo por seguro que si. ¿Cómo saber a los cuantos días se puede uno enterar que está embarazada?

— Podemos buscar en internet o mañana que regresemos podemos pasar por la clínica y te haces unos exámenes de sangre. ¿Hace cuanto dejaste de tomar los anticonceptivos?

— 10 días creo.

La verdad el tema de ser madre aún me produce dudas e inquietudes pero quiero que antes que entre al quirófano el se lleve esa buena noticia. Solo faltan tres días más y es su cirugía. Mientras más se acerca ese día más tensa me pongo.

La noche como las demás noches fue intensa, ya no solo se conformaba con una vez, lo hacíamos dos o tres veces en la noche, amanecimos desvelados. De no tener sexo durante años, pasamos a ser casi atletas sexuales.

Me levanté temprano y alisté la maleta. Daniel se levantó una hora después. Se duchó y salió a preparar el auto.

— Lao ya estás lista.

— Ya. Vámonos.

— Pasamos por la clínica.

— Si no estás cansado podemos ir. Solo que estoy segura que si diez u once días pueda salir algo.

— Vamos a pasar.

Llegamos a la clínica.

— Daniel hasta mañana es el chequeo previo a la cirugía.

— Yo se. Mañana vengo para eso. Ahorita tenemos una pregunta ¿a los cuantos días se puede saber si una mujer está embarazada?

— En un examen de sangre se puede saber. ¿Cuando fue tu última menstruación?

— Doctor dejé de tomar las pastillas hace unos once días más o menos.

— Daniel es muy pronto. Esperemos una dos semanas más.

— Doctor.

— Pase señora Lao al laboratorio. Aunque es muy posible que salga negativo.

Pasé al laboratorio, me tomaron la muestra de sangre. Esperamos un rato.

— Como es posible, el examen en sangre te detecta con pocos días de la implantación. Es positivo. Lo consiguió Daniel. Felicidades a ambos.

— Voy a hacer padre— Daniel me abrazó— Gracias, gracias, gracias Lao.

Yo tenía una cara que no podía creerlo o mis pastillas habían fallado desde hace rato o bastaron solo esos días para quedar embarazada tan rápido.

— Bueno doctor. Nos vamos entonces. Mañana regreso— le dijo Daniel al doctor.

Salimos de la clínica.

— Pasemos rápidito por la empresa.

Después de aquel espectáculo no he ido a la empresa. Llegamos a la empresa. Daniel bajó del auto. Yo me quedé adentro. Él abrió la puerta.

— Vamos.

Lo quedé viendo y le hice de seña con la cabeza que no.

— Tanto que peleaste por ser reconocida y ahora no quieres.

— Está bien.

Daniel me tomó de la mano y entramos a la empresa. Todos los empleados nos quedaban viendo. Nadie sabía que nos habíamos casado. Mariam y Soni guardaron el secreto.

— Daniel, ¿hay personal nuevo? Nos conozco muchas caras.

— Mi papá quería cambiar al personal por chismosos. Le había dicho que no pero cuando se le mete una idea no hay quién se la quite.

— Me quedo aquí con Mariam. Quiero hablar con ella y tú ve con tu papá. Aquí te espero.

Saludé a Soni.

— Sabias que hubo reunión. Y tú suegro despidió a varios.

— Eso comentaba con Daniel. ¿Y Mariam?

— En su oficina.

— Voy rapidito a saludarla.

Entré en la oficina de Mariam.

— Lao, estás de regreso. Entonces ya pronto regresan los dos al trabajo. Me haces falta.

— Aún no. Nos falta unos dias más.

— Sabes que hace poco vino Nancy a aplicar en su antiguo puesto cuando le dijeron que era tu suegro quien estaba de CEO, igual vino la mustia de la Arlen. Son unas sinvergüenzas.

— No me digas que ellas están aquí.

— Una de ellas.

— ¿Cómo es posible eso? ¿Nancy o Arlen?

— Nancy. Arlen era como que el papá de Daniel sabía quién era. Así que por ahí te la encontrarás.

— Su estadía durará poco. Voy a ir ver al suegro. De paso voy al área de finanzas.

— Te acompaño. Esto no me lo pierdo.

Fui al área de finanzas junto con Mariam. Evidentemente ahí estaba Nancy. Me detuve frente al área y la miré sin más. Una mirada directa

— Evidentemente su estadía no durará mucho. Voy donde mi suegro.

— Hasta aquí te acompaño. Las reuniones familiares no tienen nada que ver conmigo. Si ya no logro despedirme de ti Lao, chaíto.

Nancy salió de su oficina.

— ¿Qué me miras? No me gusta tu mirada. Vienes a suplicar por tu trabajo.

— ¿Qué truco usaste para que te contratarán?

— Ninguno. Mi despido fue injusto. Me obligaron a renunciar. Si hubiese sabido que el ex CEO era homosexual no hubiese hecho nada.

— Cállate. No vuelvas a decir eso o te cortaré la lengua.

— Pues lo vuelvo a decir, es una gay reprimido— Le di un puñetazo en la boca.

Ella se tocó la boca. Miró sus dedos y tenían sangre.

— Eres una maldita perra. Esto lo sabrá el jefe inmediatamente para que no te contrate.

Nancy salió casi corriendo a la oficina del Daniel. Yo iba caminando tras ella.

Daniel venía con su papá.

— ¿Tú que haces aquí?— le preguntó Daniel a Nancy muy enojado.

— Señor CEO, ella me golpeó, miré me sacó hasta sangre.

— Papá que hace Nancy aquí.

—Ella vino por una vacante y me pareció justa para el puesto. ¿Pasa algo aquí que no se? Vamos a mi oficina y me explican.

— No hay necesidad papá. Yo estoy cansado del viaje. Que ella te cuente. Yo me voy con mi esposa.

— ¿Esposa? ¿Quién es tu esposa? A ti no te gustan las mujeres.

— Nancy— levanté mi mano derecha— Yo soy su esposa— sonreí.

— Tiene que ser una broma Daniel. Tú eres gay. Yo te toqué y no se te paró.

Mí papá y los empleados de ese piso miraban con asombro todo lo que estaba ocurriendo.

— Tan poca cosa sos que no excitas a nadie. Te lo voy a repetir una vez más, si vuelves a decir que Daniel el gay, homosexual, en ese tiempo le dijiste eunuco, te acuerdas, seré yo quien te corte esa maldita lengua.

— Hijo, cometí un grave error al contratar a esa mujer pero también creo que debe pagar por levantar falsos contra tu persona.

Nancy pegó un gritó, tenía sus ojos desorbitados, su rostro desfigurado de tanta rabia. Se fue corriendo a su oficina.

Daniel y yo nos despedimos de su padre. Él nos dijo que la iba a despedir y que pondría la denuncia. Mi suegro en ese instante llamó a uno de sus abogados para comentarles lo que había sucedido.

Caminamos a los ascensores. Nancy corrió hasta donde estábamos, traía algo en sus manos que no pude distinguir. Iba en dirección de Daniel. Me crucé para bloquearla. Lo único que pensé es que nada puede lastimar a Daniel. En dos días es su cirugía. Sentí algo caliente cruzar la piel de mi abdomen. Tomé de las manos a Nancy y le embestí contra la pared. Algunos de los empleados tomaron a Nancy hasta doblegarla en el piso, era como que si el diablo se le hubiese metido.

Llegó seguridad y le puso esposas. Llamaron a la policía.

— Amor, Lao. Vamos a la clínica.

Me puse frente a él, mi vista se nubló.

Daniel me cargó en sus brazos y bajó por las escaleras, el ascensor seguía ocupado.

— Daniel. No te preocupes, estoy bien.

Sentía como mis párpados pesaban hasta que se cerraron.

DANIEL

Solo vi cuando Lao embistió a Nancy haciéndola chocar contra la pared. Esta mujer si que es insistente.

Vi una mancha de sangre en la camisa de Lao. Le dije que fuéramos a la clínica. La cargué en mi brazos, el ascensor seguía ocupado. Así que, tuve que bajar por las escaleras con ella. Sentía mi rotula quebrarse, el dolor era insoportable. Lao cerró los ojos y su cuerpo se puso totalmente aguado. Se había desmayado. Llegué al primer piso. Mariam y Soni al verme con Lao en los brazos corrieron queriendo a tratar de ayudarme. Llegué al auto. No les dije nada y arranqué a la clínica. Estaba por entrar en pánico, no es el momento de un cuadro de ansiedad.

En camino llamé al doctor para que cuando llegara estuvieran afuera esperando. Fueron los cinco minutos más largo de mi vida.

Llegamos a la clínica, estaban afuera esperando con la camilla. Le quitaron la camisa aún traía el cúter en su abdomen. Cómo no me fijé.

Entró a cirugía.

No puede ser. Cómo se llegaron a invertir los papeles. Solo espero que Lao y el bebé esten bien.

Mariam me llamó. Le dije en que clínica estaba.

Llegó Mariam y Soni. Nos sentamos los tres en silencio. Salió el doctor.

— Lao ya está descansado en la habitación. Gracias a Dios el cúter no tocó ningún órgano importante. Todo está bien.

—¿El bebé?

— Ambos están fuera de peligro. Tranquilízate no te hace bien el estrés.

— ¿Lao está embarazada?— preguntó Mariam.

— Si.

— Esa mujer tiene que pagarla caro. ¿Cómo se atrevió? Es que está loca.

— Creo que era para mi a quien quería apuñalar Nancy. Seguramente se sintió humillada. Lao se interpuso. Qué chica más tonta. Voy a ver a Lao.

— ¿Podemos acompañarte?

— Solo denme unos minutos a sola con ella.

Entré a la habitación. Lao estaba aún anestesiada.

— Perdóname. No pude protegerte.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***