Capítulo 20

Tatiana había estado vagando por toda la playa en todo el día, no quería regresar, pero ya tenía mucha hambre, su cabeza dolía y estaba muy enojada, para colmo, los hombres de Leon la habían perseguido todo el día sin darle ni la más mínima oportunidad de perderlos o al menos eso creían ellos.

Era más de medio día cuando Tatiana comenzó a correr de repente, los hombres estaban cansados y tenían sed, pero aun así decidieron correr tras Tatiana, sin embargo, no la encontraron, tampoco lo harían, puesto que, Tatiana había subido a un árbol y los observaba mientas la buscaban.

Esta tenía una sonrisa al ver que pudo burlar la seguridad de Leon, por lo que decidió quedarse sobre el árbol un rato y pasar la tarde tranquila, era muy entrenado ver como aquellos hombres estaban sumamente desesperados.

Aquellos hombres estaban tan asustados por la ausencia de Tatiana que se separaron, uno de ellos fue hasta donde estaba Leon para avisarle, en el fondo no quería contarle nada, pues, sabía que tipo de reacción tendría.

—¿¡Cómo pudieron perder a una chica de dieciocho años!? –Grito totalmente enojado– más les vale encontrarla o yo mismo les voy a arrancar la piel.

—Señor no sabemos como, pero ella simplemente desapareció de nuestra vista de un momento a otro, la hemos buscado por toda la isla.

—Te daré el permiso de llevar más hombres –Leon suspiro frustrado– No, iremos por ella, estoy seguro de que ella no dejará que ustedes la encuentren.

Leon camino junto a sus hombres y su búsqueda fue casi en vano, estuvieron dos horas buscando a Tatiana sin encontrar siquiera rastro de ella, Leon estaba frustrado, estaba jugando a las escondidas con una niña astuta.

Por cuestiones casi estúpidas miró hacia los árboles, había muchos en ciertas partes, por la obviedad de ser una isla, luego de media hora más se sorprendió al ver a Tatiana dormir sobre una gran rama, esta estaba tranquila mientras mantenía su cuerpo en equilibrio sobre el árbol.

—¿Qué hacemos señor?.

Los hombres de Leon estaban temerosos, pues, Leon estaba muy enojado y de por sí él tenía un temperamento fuerte, no sabían como intentar no hacerlo enojar más.

—Simplemente, esperemos a que despierte, no creo que soporte el hambre.

Y así fue, varios hombres de Leon se quedaron a su alrededor mientras esté estaba sentado bajo el árbol donde descansaba Tatiana, pasó más de una hora cuando al fin Tatiana despertó y se asustó al ver a Leon.

—Baja en este instante de ese árbol.

—No quiero, prefiero pasar aquí la luna de miel que volver a dormir contigo.

—¡Por Favor Tatiana! No seas infantil y baja, no te irá nada bien si me haces enojar más, no has comido, falta poco para las cinco y te auguro que no te querrás morir de hambre o frío aquí afuera, ya que en las noches el frío es insoportable.

Tatiana chasqueó la lengua y tras lanzarle una mirada llena de desagrado a Leon se dispuso a bajar del árbol.

—No tenemos mucho tiempo conviviendo y ya no te soporto –Dijo Tatiana mientras bajaba del árbol– no sé ni siquiera para qué me buscas, no nos toleramos el uno al otro y solo estás molestando a cada rato.

—Tatiana deja de actuar como niña, cada vez que hago algo tienes una opinión, deberías darme las gracias de no tomar medidas más drásticas para reprimirte.

Tatiana bajo del árbol y se paró frente a frente de Leon, alzó su mirada para verlo directamente a los ojos con un aura retadora.

—Me dan igual tus métodos, te recuerdo que es un trato igualitario, no tienes ninguna ventaja sobre mí, ya que hasta donde yo recuerdo el trato que hicimos le va a dar beneficios a ambos, no solo a mí.

Leon casi Muerde su lengua al escuchar las palabras de Tatiana, lo peor de todo es que tenía razón, él la busco porque necesitaba un hijo y ella cumplía con los requisitos para ello, además de que él se aprovechó de la necesidad de ella.

—No te hagas la inteligente, camina a casa.

Leon camino frente a todos y se alejó rápidamente, sus hombres estaban sorprendidos, era la primera vez que alguien hacía que se quedará callado, era increíble ver que estaba enojada, pero no podía hacer nada.

—¡Espérame!.

Tatiana siguió a Leon hasta la casa y los hombres corrieron tras ella, intentarían no volver a perderla de vista jamás, no querían pagar con sus vidas por un error.

Al entrar a la casa una empleada recibió a Tatiana con un plato de comida, Leon había comido, pero Tatiana no había consumido casi nada en todo el día, se había enfadado de tal forma que ni siquiera recordaba que no había comido.

Tatiana era rencorosa cuando se enojaba, pero tenía demasiada hambre como para rechazar la comida que tenía enfrente, se sentó y comenzó a comer como si su vida dependiera de ello.

—Deberías ser más consciente de ti misma –Dijo Leon el cual se sentó frente a esta con una taza de té– al menos deberías preocuparte más por tu salud, te recuerdo que a penas regresemos iremos directamente al hospital para tus controles.

—No te preocupes, mi cuerpo está en perfecto estado y aunque tenía hambre no quería estar en el mismo lugar que tú al igual que ahora.

—Mira Tatiana… te he tenido mucha paciencia y ya me estoy cansando de contenerme.

—¿Te estás conteniendo? –Dijo Tatiana con ironía– estás actuando como un miserable, no te contengas más, de todos modos no te soporto, entiendo perfectamente la razón por la que Natalia te abandono.

Leon se levantó como un resorte y le dio una fuerte bofetada a Tatiana, él podía tolerar cualquier cosa, menos eso, ni siquiera su hermano tenía permitido hablar sobre eso.

—¿¡Quién te contó sobre ella!? –Grito furioso– ¿¡Dónde Escuchaste ese nombre!? ¡NO TIENES NINGÚN DERECHO DE HABLAR SOBRE ELLA!.

Tatiana le dedico a Leon una mirada llena de odio mientras acariciaba su mejilla, esta se levantó de su asiento y sujeto el plato que tenía su comida, primero le pidió perdón a Dios por lo que iba a hacer.

Leon creyó que esta volvería a irse indignada, pero fue todo lo contrario, Tatiana sujeto el plato en sus manos con fuerza y le arrojo toda la comida a Leon en la cara, seguido de eso y sin estar satisfecha, Tatiana le partió el plato a Leon en la cabeza.

Este perdió el equilibrio y se sostuvo de la mesa, no reacciono siquiera cuando Tatiana le proporciono una bofetada.

—¡No te atrevas a ponerme un dedo jamás! –Grito está enojada– ¡Puedo defenderme a la perfección! ¡LA PRÓXIMA VEZ NO TE IRÁ TAN BIEN!.

Leon estaba enojado, iba a gritar, sin embargo, Tatiana estaba llorando, intento acercarse a ella, pero esta no permitió que la tocará y le dio un puñetazo en la cara, Tatiana corrió a una habitación y se encerró a llorar, ¿Por qué Leon se atrevió a golpearla? Mucho más cuando él fue el primero en iniciar su mala convivencia.

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