Capítulo 14

Con todos los inconvenientes Leon compró una casa para Tom, pues, esta fue una de las peticiones de Tatiana para cumplir el trato, pero esto también significaba que Tatiana debía empezar a vivir con Leon, según el trato esto era lo que se debía hacer, pero Tatiana no estaba del todo convencida.

Viendo desde su punto de vista Leon quería un hijo y ella nunca había estado con otro hombre, nada tenía miedo, además de que antes tomó la decisión a la ligera, pero pensándolo bien, cargar un niño por nueve meses era algo de mucha responsabilidad.

Claramente, ella no estaba reflexionando sobre no cumplir el trato, pero eso no evitaba que el miedo y los nervios se apoderarán de ella, incluso nació otro tipo de miedo en ella, por error descubrió cuál era el oficio de Leon, con razón las personas temblaban con se mera presencia.

Pero a Leon no le interesaban los sentimientos de Tatiana, tampoco sus miedos o dudas, solo le interesaba que esta cumpliera con su parte del trato y ya estaba cansado de esperar, él no era un hombre paciente y Tatiana hacía todo lo posible para retrasar las cosas.

Aunque la forma de descubrir el oficio principal de Leon fue algo muy casual, Tatiana estaba asistiendo a diario a la casa de Leon en donde se le enseñaba todo lo relacionado con etiqueta, pero ese día en específico estaba muy cansada y no quería seguir con sus prácticas.

Leon acostumbraba a estar en la oficina de su casa toda la mañana solo para vigilar a Tatiana, por lo que ella supo que estaría ahí, aunque al estar frente a la oficina escucho la voz de Leon, sé escuchaba ciertamente enojado, Tatiana supo que hablaba por teléfono y decidió esperar para entrar.

En medio de la discusión Leon habló sobre un par de cuerpos y desaparecerlos, Tatiana estaba confundida y poco a poco mientras avanzaba la conversación y el enojo de Leon esta lo supo, no había que ser muy inteligente para notar el tema de la discusión de Leon.

Después de eso Tatiana no pudo ver a Leon de la misma manera, aunque por esa actitud, Leon noto que Tatiana ya sabía sobre la mafia, pero no se preocupó, ya que sabía que Tatiana no sería lo suficientemente estúpida como para traicionarlo.

—¿En qué piensas? –Preguntó Leon sin mirar a Tatiana– has estado mirando tu plato por cuatro minutos sin probar ni un bocado.

Leon y Tatiana estaban en un restaurante, Leon iba todos los días a primera hora en la mañana por Tatiana, desayunaba y almorzaban juntos, después Leon dejaba a Tatiana en la casa que compró para su padre, en realidad le estaba dando de forma discreta el mensaje de que su paciencia se estaba agotando.

—Nada… me incomoda un poco el pasar tanto tiempo contigo.

—Debes acostumbrarte, pronto viviremos juntos y te aseguro que nos veremos mucho más seguido, por cierto, no creas que no he notado lo mucho que has evadido esa situación, debo reconocer tu habilidad para poner todas las situaciones a tu favor, pero mañana mismo iremos a casa juntos.

—Yo…

—No habrá objeciones –Dijo Leon con un tono serio mientras interrumpía abruptamente a Tatiana– tu padre no se negará y te aseguro de que estoy harto de retrasar las cosas, he complico a la perfección con nuestro trato, incluso te he dado más de lo acordado, ahora es tu turno de hacer algo.

Las frías palabras de Leon hicieron que Tatiana que estremeciera, pero tenía razón, hasta ahora él se había esforzado en dar una buena imagen ante su padre, le dio un trabajo y una nueva casa, era momento de tomar la responsabilidad de sus decisiones y dejar de retrasar las cosas.

—Entiendo, también imagino que pronto conoceré a tu familia.

—No, solo los conocerás cuando este seguro de que sea el momento indicado.

—¿Momento indicado?.

La pregunta de Tatiana iba un poco dirigida a su propia curiosidad, aunque Leon se mantuvo en silencio por lo que Tatiana asumió que no iba a recibir una respuesta, ignoró el silencio de Leon y comenzó a comer, pero cuando se llevó el primer bocado a los labios Leon le respondió.

—No creas que no sé sobre el conocimiento que posees sobre mi entorno –Dijo este mientras miraba la copa de vino que estaba sosteniendo con su mano derecha– debo estar seguro de todo antes de que mi familia sepa sobre ti. En mi entorno no se pueden aceptar errores, pues, cada error tiene un costo alto, esta situación es similar, un simple error, significaría un final inminente.

Tatiana vio el rostro de Leon, estaba serio, aunque su voz marcara un tono tranquilo e inexpresivo, Tatiana pudo sentir la preocupación que este sentía, su cuerpo se estremeció cuando los ojos de Leon comenzaron a verla fijamente.

—¿Cómo es que supiste…? –Preguntó Tatiana sin apartar su mirada– Yo… escuché por error.

—Tatiana… sé todo lo que ocurre en mi casa, además desde ese día me ves de forma diferente –Respondió con ironía– no es como que me importe lo que pienses, pero te recomiendo ser más discreta, aunque si no me equivoco creo que me tienes miedo.

—Eso no es verdad –Dijo Tatiana con un tono muy seguro– realmente no te tengo miedo, solo estaba sorprendida, cuando trabaje en el bar llegué a ver a muchos mafiosos y comerciantes, solo me sorprendí, ya que no tienes la apariencia de un mafioso.

—¿Qué apariencia tiene un mafioso? –Dijo Leon y después soltó una breve carcajada– es una suerte que hayas abandonado ese trabajo de porquería, no es bueno que estés cerca de ese tipo de gente.

Tatiana le dio una mirada muy irónica a Leon haciendo que este riera un poco más.

—Yo soy un caso distinto, empieza a considerar que no te conviene estar cerca de ese tipo de personas en un bar, nunca sabes que tipo de problemas pueden causarte.

—Lo sé.

Tatiana comió mientras Leon simplemente bebía, este término de comer mucho antes de terminar su conversación, pues, Tatiana había tardado mucho en empezar a comer.

Después de comer Leon dejó a Tatiana en la casa de su padre y se fue directamente a la empresa, Tatiana miró el lugar, a pesar de que esa casa estuviera a su nombre no se podía acostumbrar a estar allí.

Bueno, no debía acostumbrarse, pues, iría a vivir con Leon, ni siquiera pudo deshacer sus maletas por completo, aunque su ropa no era necesaria, pues, en casa de Leon estaba toda la ropa que él mismo había escogido para ella, en pocas palabras solo faltaba que ella se fuera y ya.

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