Capítulo 12

Lothar había llegado de su viaje, se quedó satisfecho al saber sobre el avance de su hermano con Tatiana, cada vez su puesto en la mafia estaba más seguro, su tío no podría poner sus manos en el legado que su padre trazo a través de su esfuerzo por años.

Hubo muchos momentos en los que Lothar se sintió como un inútil, en muchas ocasiones llegó a colgarse de su hermano para seguir adelante, a pesar de ser el mayor y el más maduro, a veces simplemente no podía hacer nada por sí mismo, esto le causaba muchos conflictos.

Lo que más le molestaba era el hecho de que por culpa de sus gustos no podía ser normal y casarse con una mujer, en muchas ocasiones se obligó a sí mismo a ser normal, intento tener novias y no desviarse de su camino, pero simplemente se le hacía muy desagradable hacer ese tipo de cosas.

Lothar se sentía tan inepto que en ocasiones se preguntaba ¿Por qué él tuvo que ser el mayor?, ni siquiera pudo ocultar sus gustos de su hermano, pues lo descubrió al verlo besarse con otro chico, lo peor de todo fue que aquel hombre lo abandono de la forma más cobarde posible.

Para colmo tenía que soportar a su tío recordándole constantemente el hecho de que él tomaría el mando o al menos eso era lo que él creía, Lothar tampoco quería aclararle que eso no pasaría, pues, lo más probable sería que este intentará sabotear la “relación” de su hermano, ya que Lothar sospechaba que su tío había matado a su padre.

El día de su llegada notó que su hermano estaba más tranquilo de lo habitual y de repente recordó que le prohibió meterse en los temas de la mafia mientras él no estaba, pues, con su carácter era un experto en buscar problemas y en ganarse enemigos.

—¿Cómo te fue? –Preguntó Leon– imagino que bien, ya que regresaste antes de lo previsto.

—Normal, termine rápido todo lo relacionado con negocios, pero como siempre ellos buscaban una unión a través del matrimonio –Respondió Lothar con un poco de molestia– no entiendo la obsesión con el matrimonio, actualmente son pocas las personas que se casan.

—Me sorprende que todavía creas que no estamos obligados a casarnos, lo sabes bien, para ser parte activa de la familia o al menos el heredero que cumplir con ese requisito.

—Es demasiado irónico, por cierto, según me dijiste, te estás llevando bien con esa chica, me alegra saber que cedió fácilmente, solo espero que no la atormentes y le facilites las cosas, porque te recuerdo que nuestros problemas familiares no tienen absolutamente nada que ver con ella, solo tuvo la mala suerte de no tener dinero.

—Tienes una impresión muy negativa de mí.

—No es cierto, te conozco bien que es algo muy diferente.

—Lo que digas.

—Leon, necesito que vayas al bar de Andrew y te reúnas con él, según escuche encontró a un par de infiltrados que no quieren hablar, eres bueno haciendo hablar a la gente.

—Claro –Respondió sonriendo– he estado muy aburrido estos días.

—Trae buenos resultados, no quiero errores.

—¿Por quién me tomas? Ambos sabemos que esta es mi especialidad.

Leon salió con una gran sonrisa, esperaba por algo así para distraer su mente, pues, pasar el tiempo con Tatiana era muy estresante, esta se enojaba con rápidamente y tenía la tendencia de no obedecer con facilidad.

Era una mujer muy insoportable, pero Leon debía admitir que tenía una apariencia más que aceptable, labios carnosos y una silueta encantadora, si no fuese por esa horrible personalidad tal vez le agradaría un poco más.

Al llegar al bar Leon fue recibido por uno de los hombres de Andrew, como era costumbres sus guardaespaldas lo seguían, al llegar a la zona VIP, Andrew lo esperaba con una botella de whisky.

—Creí que vendría Lothar.

—¿Algún problema con mi presencia? –Dijo Leon con cierta arrogancia– de por sí soy el único que querría venir a este bar a medio día.

—No tienes que alterarte –Dijo Andrew con una sonrisa– lo decía por la simple razón de que le informe a él.

—Está bien… ahora sé breve ¿Quiénes son las ratas?.

—Simples novatos, realmente pensaron que podrían infiltrarse en las bodegas sin ser detectados.

—Tráelos.

—Bien.

Andrew miró a uno de sus hombres y este salió de la habitación, pocos minutos después varios hombres entraron mientras sostenían a dos hombres con las manos atadas y el rostro cubierto por sacos.

Ambos sujetos fueron lanzados a los pies de Leon quedando arrodillados frente a este, Leon los miró con asco y uno de los hombres de Andrew descubrió el rostro de ambos.

—¿Quién los envió? –Preguntó Leon con un tono agresivo– es mejor que hablen, ya que no me considero una persona muy paciente.

Ninguno de los hombres contesto, tampoco eran capaces de sostener la mirada con Leon, era con ver directamente al infierno sin pase de salida.

—¿Ninguno de los dos aprendió a hablar? –El rostro de Leon se veía tranquilo, pero su voz era sumamente agresiva– tengo muy buenos métodos para hacerlos hablar.

Leon se levantó y pateo el rostro de uno de los hombres, acto seguido le pateo el estómago mientras esté simplemente rogaba por piedad y gritaba que parara, el otro miraba todo totalmente horrorizado.

—¿Quién mierda los mando a meterse en mi bodega? Estoy siendo muy suave.

—No… no lo sabemos, solo recibimos un poco por infiltrarnos.

Leon observó al tipo al cual no le había hecho nada, este hablo por miedo, sin embargo, Leon no creía ni media palabra de lo que decía, ¿Cómo no saber quién te estaba pagando? Según. La información ambos hombres tenían aproximadamente cinco meses infiltrados, su mentira no tenía base.

—¡Basura! –Exclamó Leon y después le disparó en la cabeza– ¡Habla o Seguirás tú!.

Las palabras eran dirigidas al hombre que seguía en el suelo después de recibir una paliza, estaba más que horrorizado y no podía mover ni siquiera un dedo, pero tampoco podía hablar, solo le quedaba aceptar el peor destino posible, pues, estaba frente a un loco que no temía apretar un gatillo y acabar con la vida de quien sea.

—No… no puedo hablar.

—¿No puedes…?

El rostro de Leon mostraba mucho enojo, pero sus ojos no mostraban nada, era la típica actitud psicópata que tomaba antes de explotar, de por sí, ya estaba muy estresado antes de llegar y la situación no lo ayudaba mucho.

—No diré nada, prefiero morir.

—Me encantaría cumplir tu deseo… pero no soy tan bueno –Dijo Leon con mucha rabia– ¿Sabes que haré? Bueno, obvio no lo sabes, pero lo mejor será que lo descubras por ti mismo.

—Deberías calmarte Leon –Dijo Andrew mientras miraba a Leon con preocupación– yo puedo continuar.

—No es necesario –Respondió y luego miro a sus hombres–llévenlo a mi sala de juegos, denle una buena bienvenida y después enciérrenlo, déjenlo morir de hambre.

Los hombres de Leon asintieron y se llevaron a aquel hombre el cual no paraba de temblar. Andrew se quedó observando en peligro, lo mejor era dejar que Leon hiciera lo que quisiera.

—Limpien este desastre.

Tras esas palabras Andrew salió dejando a Leon a solas, era obvio que estaba enojado y lo mejor era alejarse lo más rápido que pudiera, no era conveniente molestarlo.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***