La mañana era relativamente tranquila, a excepción del fuerte olor a café que había en toda la cocina, desde muy temprano Tatiana estaba en la cafetería en la que trabajaba a medio tiempo.
Su jefa era una mujer mayor la cual tenía más de un local, sin embargo, a pesar de tener un montón de empleados estimaba mucho a Tatiana por su esfuerzo y le proporciono un horario un poco más flexible, eso sí, cuando Tatiana debía hacer horas extras los fines de semana no debía quejarse, aunque claro, estás horas extra eran pagadas por lo que no había razón para quejarse.
—Tatiana… hoy puedes irte a las diez, no es necesario que te quedes, mi esposo enfermo y voy a cuidarlo.
—Está bien –Dijo Tatiana con una voz un poco adormilada– espero que su esposo mejore.
—Ojalá, se ve muy cansado, bueno, iré a checar a los demás.
Trabajar en la cafetería era lo más tranquilo en la vida de Tatiana, el ambiente laboral era agradable y se llevaba muy bien con sus compañeros, actualmente Tatiana no estaba estudiando por lo que al salir de la cafetería a medio día se pasaba a dar clases personalizadas a varios niños, en su mayoría hijos de sus vecinos y al finalizar pasaba rápidamente por su casa, posteriormente iba al bar en que trabajaba desde la seis hasta las doce.
Su vida era ajetreada y estresante, pero ya estaba acostumbrada a tal ritmo de vida, por su parte, su padre trabajaba como un asalariado común en una oficina, tenía una paga decente, pero no era suficiente.
Tatiana siguió su agenda, pero como logró salir antes del café durmió un rato antes de ir a dictar clases, horas después al llegar al bar fue recibida por sus compañeros.
Su jornada era relativamente tranquila, ya que los borrachos hacían mucho más alboroto después de las dos de la madrugada, su padre no estaba de acuerdo con el trabajo en el bar, pero Tatiana fue insistente, conseguir el trabajo tampoco fue fácil por el hecho de que ella aún tenía diecisiete años.
Tatiana comenzó a trabajar tranquilamente hasta que casi a las once y media un hombre comenzó a ser fastidioso e insistente.
—¿Podrías darme tu número preciosa?
—No puedo señor –Dijo Tatiana sumamente fastidiada– ¿Desea algo más?
—Por favor, no te hagas la difícil, se ve que necesitas dinero, yo puedo dártelo, solo debes divertirte.
Tatiana se sintió ofendida por tal insinuación, miró al hombre frente a ella con desagrado y procedió a alejarse mientras lo ignoraba. Aquel hombre era insistente por lo que no quiso dejar ir a Tatiana y la sujeto fuertemente de la muñeca, el olor a alcohol que ese hombre emanaba hizo que Tatiana sintiera náuseas y repulsión. Aquel hombre buscaba pegar más a Tatiana y con su otra mano intento acariciar la espalda baja de esta.
—¡Suélteme!
Tatiana forcejeó hasta soltarse, aquel hombre se lavan yo y sujeto la mano de Tatiana con más fuerza, este la miró de forma amenazante, Tatiana sostuvo la mirada y volvió a soltarse, con la charola vacía que llevaba en su otra mano golpeó el rostro de aquel hombre.
Cuando aquel hombre quiso regresarle el golpe a Tatiana esta tomó la charola aluminio con ambas manos y golpeó a aquel desagradable desconocido varias veces hasta dejarlo en el suelo, se subió sobre él y siguió golpeándolo, las personas la miraban y no se atrevían a acercarse.
Cuando Billy, uno de sus compañeros la vio se alarmó y fue a separarla de aquel hombre, casi recibe un golpe al momento de cargar a Tatiana.
—¡Espera! –Gritó mientras forcejeaba en un intento de retener a Tatiana– ¡Basta!
—¡No! –Grito Tatiana totalmente agresiva y enojada– ¡Él empezó!
Varias personas se acercaron al hombre el cual tenía sangre en su rostro y parte de su camisa, Tatiana le había roto la nariz, también tenía una que otra herida, pero no tan resaltante como la de su nariz.
Todos estaban alarmados y un chico grito “Llamen a una ambulancia”, Billy suspiró cansado y se dedicó únicamente a sostener con fuerza a Tatiana, minutos después no solo se llevaron al hombre, sino que también a Tatiana, aún estaban en horas laborales, razón por la cual nadie pudo acompañarla.
Tatiana no estaba ni un poco preocupada, razón por la cual estaba relativamente tranquila, al llegar a la comisaría esta fue recibía por Gerardo un policía de 25 años el cual era su vecino, este no se veía nada sorprendido de verla, es más, la miraba con reproche.
—No me mires así, él se lo busco, estaba jalando mi mano y también estaba molestándome.
—Tatiana, casi le desfiguras el rostro, ambos sabemos como funcionan las cosas contigo, no puedes seguir de esta manera, piensa más en tu padre, con dos golpes y un grito todo estaría bien, pero sus familiares quieres presentar cargos.
—Estás exagerando ¿Qué hará la esposa de ese tipo cuando sepa lo que hacía? Ese tipo me tocó de forma inapropiada.
—Te dije que dejaras ese trabajo, puedo ayudarte a conseguir un trabajo mejor.
—En ese bar me pagan bien por medio horario, en ningún otro lugar cobraré tan bien, además, tú conoces mi situación, simplemente procesa el cargo y yo voy a cargar con las consecuencias de esto.
Gerardo suspiró con fuerza y miró un poco frustrado a Tatiana, no era la primera vez que tenía que lidiar con algo así, Tatiana por lo general era amable y tranquila, pero no le gustaba ser intimidada, era difícil controlarla cuando estaba furiosa y era ciertamente común que terminará yendo a la estación de policía, aunque esta vez si se le pasó la mano.
Casi dos horas después Tatiana salió de la estación, aunque Gerardo se había ofrecido a llevarla, Tatiana confiaba en Gerardo, pero no le gustaba recibir favores o confiar demás, gracias a la mala situación que vivía junto a su padre, Tatiana sabía que incluso las buenas personas podían llegar a ser malas o simplemente a veces no se le podía dar confianza demás a las personas.
En el fondo Tatiana si se arrepentía un poco por no haber aceptado la oferta de Gerardo, ya que las calles estaban vacías y oscuras, Tatiana era muy cuidadosa y rápida para caminar, pero se sentía un poco insegura, razón por la cual tomó un camino un poco más largo, pero con alumbrado y más seguro.
Al parecer fue cuestión del destino tomar esa ruta, pues, Tatiana escucho a lo lejos una discusión y disparos, eran gritos entre hombres, por instinto, Tatiana corrió a un callejón y se escondió, por un momento hubo silencio, Tatiana se asomó y vio a un hombre correr mientras sostenía su abdomen bajo, al parecer le habían disparado.
Aquel hombre no tenía un rumbo fijo, una luz de bondad brillo en el corazón de Tatiana y salió de su escondite pata sujetar la mano de aquel extraño, este reacciono de forma arisca e intento empujar a Tatiana.
—Te ayudaré a esconderte, estás herido y esos tipos te encontrarán.
—No confío en ti ¡Suéltame!
Tatiana no soltó a aquel hombre, el desconocido no podía hacer mucho tampoco, pues, estaba presionando con fuerza su herida, la cual estaba liberando sangre de forma excesiva.
Mientras corrían, el corazón de Tatiana latía rápidamente, la adrenalina y el miedo le daban fuerzas para ir más rápido, Tatiana comenzó a ir por callejones hasta el barrio dónde vivía, por momentos tuvo que ocultarse y no hacer ruido.
Estaban en un callejón hasta que escucharon gritos y voces, Tatiana se escondió detrás de la basura y aquel desconocido la miró.
—Esto es sucio, ¿Dónde estamos? Este lugar es horrible, incluso huele mal y las calles dan pena.
Tatiana miró mal a aquel hombre y le tapo la boca, lo estaba salvando y todavía tenía el coraje para ser un quisquilloso, aquel hombre se enojó, pero no movió la mano de Tatiana, cuando no hubo más voces Tatiana quito la mano de la boca del desconocido.
—Déjame decirte que yo vivo en este horrible barrio de calles lamentables, te salve y lo peor de todo es que te llevaré a mi pocilga, así que lo mejor será que cierres la boca o te lanzaré a los pies de los imbéciles que te están buscando.
—Al parecer tienes una personalidad fuerte, está bien, dejaré de hablar.
Después de caminar de forma cuidadosa durante unos minutos Tatiana llego a su casa, miró el rostro del desconocido y vio el rostro lleno de desagrado que este puso.
—Ya entendí, eres una persona acomodada, pero no mires con asco el lugar donde estarás seguro, ni siquiera sé que tipo de persona eres, agradece que te salve, ya que de por sí, yo jamás ayudaría a un posible delincuente herido.
—Entiendo tu punto, pero este sitio se está cayendo a pedazos, aunque tienes razón, no me quejo.
Tatiana giró sus ojos y subió hasta su habitación, el hombre junto a ella subió con su ayuda y tambaleando un poco, cuando Tatiana lo recostó sobre su cama, pudo notar claramente la herida de este.
—Rápido –Dijo este con voz seria– dame hilo, aguja, una pinza y alcohol, con eso podré soportar hasta mañana.
Tatiana le paso todo rápido y vio como aquel hombre sacaba la bala por sí mismo, con cuidado y mientas mordía su propia camisa, el desconocido limpio su herida con alcohol, cuando el líquido tocó la zona afectada por la bala, aquel hombre movió su cabeza hacia atrás y contuvo un grito de dolor mientras mordía aquella camisa.
Era un hombre de buen físico y apariencia en general, también era bueno con heridas de bala, cosa que preocupo mucho a Tatiana ¿A qué clase de persona había metido en su casa?
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Updated 57 Episodes
Comments
Fedra Paublott
se ve interesante
2023-10-11
2
sonya martz
/CoolGuy/
2023-10-02
0
Maris Benitez
conociendo su futuro , ojalá no sea malo 😃
2023-08-31
3