Capítulo 6

Contrario a la reacción esperada, el padre de Tatiana se alegró al recibir el dinero, él sabía que su hija se había esforzado trabajando para obtenerlo, aunque Tatiana nunca dijo de donde vino todo el dinero, su padre tampoco preguntó.

Casi una semana había pasado desde el encuentro con aquel desconocido y también desde que renunció al bar, Tatiana no podía mentir, desde que dejó de trabajar en el bar todo era más tranquilo y tenía mucho menos estrés, aunque la falta de estrés y el techo de pasar más tiempo en casa la hizo notar algo muy agobiante.

El estado de salud de su padre no parecía ser el más adecuado, no lo notó simplemente por el hecho de ver que su padre no tenía horarios de siesta regulares o porque saltará sus comidas, la razón por la que Tatiana notó la decadente salud de su padre, fue porque ese se veía pálido y tenía una tos muy irregular.

Aunque esté no hablaba sobre el tema, Tatiana sabía que estaba un poco enfermo, aunque tal vez ella estaba pensando demás y solo era una leve tos causada por el cansancio.

Tatiana estaba en la cafetería como de costumbre, aunque las deudas de su padre habían desaparecido, no en su totalidad según le informó su padre, debía seguir trabajando para aportar a la casa.

La tranquilidad de la cafetería calmaba el corazón de Tatiana, aunque el trabajo en el bar le gustaba y la paga era mejor, estar en la cafetería le daba más aires de calma.

Su jefa estaba feliz, ya que su esposo ya tenía un mejor estado de salud, razón por la cual el ambiente era más agradable de lo normal.

Como ya era costumbre, Gerardo llegó a las diez de la mañana por su típico café, iba tan seguido por el mismo café que ya no era necesario ordenar.

—Buenos días –Dijo Tatiana con una gran sonrisa– ¿Lo mismo de siempre?

—Buenos días –Respondió Gerardo sin apartar la mirada de Tatiana– sí, también ponle una porción de pastel.

—Claro.

Tatiana comenzó a preparar el café, movía sus manos de un lado a otro de forma minuciosa, aunque su relación con Gerardo era de vecinos, no podía decir que no se llevaban bien, a veces sus personalidades chocaban, pero era porque él era una persona muy correcta y ella, bueno, ella intentaba sobrevivir.

—Pronto será tu cumpleaños ¿Cómo lo vas a celebrar?

—No tengo muchos amigos y probablemente papá trabaje ese día, no me gusta mucho celebrar mi cumpleaños por lo que decidí no hacer nada especial.

—¿En serio?

—Sí –Dijo Tatiana mientras le entregaba la orden a Gerardo– espero disfrutes tu pedido.

Gerardo pagó y se despidió, Tatiana estuvo tranquila, pues, ya en esas horas muy pocas personas iban por café, cuando terminó su turno siguió su día con normalidad, como no tenía nada que hacer y su padre llegaría tarde decidió ir a ver una película.

Cuando regreso a casa a penas era las ocho de la noche, por lo que no le quedó más que ir a dormir temprano.

Al entrar en su habitación notó que la luz estaba apagada y su ventana estaba abierta, no presto mucha atención y encendió la luz, al hacerlo casi muere de un infarto, sobre su cama estaba Leon tranquilo mirándola fijamente.

—¿¡Qué haces aquí!? –Preguntó Tatiana totalmente asustada e intentando calmarse– mejor dicho, ¿Cómo entraste?.

—Entre por la ventana –Dijo Leon con un tono algo arrogante– ¿Importa?, el punto es que hoy llegaste más tarde lo normal y tuve que esperarte, por cierto, tu ventana es muy pequeña, sin contar que tu cama es muy vieja y sus resortes incomodan.

Por alguna razón, la forma de hablar de Leon irritó de sobremanera a Tatiana, sin embargo, terminó de calmarse y lo vio fijamente, si habitación estaba en el segundo piso y, incluso a ella se le dificultaba a veces entrar, ya que la ventana estaba lejos de los árboles.

—¿Qué quieres? –Preguntó Tatiana con un tono arisco– si viniste hasta aquí, tomándote la molestia de entrar por mi ventana, lo más lógico es que haya una razón de por medio.

—Bueno, te tengo un trato que nos beneficiará a ambos.

Tatiana miró un poco desconcertada a aquel hombre el cual tenía una actitud demasiado arrogante para su gusto.

—¿Qué trato podría ser? –Dijo Tatiana con ironía mientras se cruzaba de brazos– te recuerdo que no nos conocemos, te ayude y recibí un pago innecesario por eso, pero no más, entrar de esta forma a la casa de cualquier persona se considera como un acto ilegal.

—No sabes que tipo de persona soy –Respondió Leon con una sonrisa a medio lado destacando cada vez más su lado arrogante– te diré algo por experiencia, el dinero es el motor del mundo y las mujeres se las ingenian para tenerlo, claro, tú trabajas como un burro y aun así no te alcanza.

—¿Qué tiene que ver eso con lo que te dije?

—Liliana…

—Tatiana… –Dijo esta interrumpiendo a Leon– mi nombre es Tatiana.

—Como sea, deja que termine de decirte todo, seré directo, ya que odio perder el tiempo.

—Simplemente dilo.

—Bien, necesito que te cases conmigo.

—¿¡QUÉ!? ¡NO!. ESTÁS LOCO… –Tatiana hizo una pausa y soltó un largo suspiro para calmarse y dejar de gritar– no puedo casarme contigo, me tomaste por sorpresa, además ¿Para qué quieres casarte conmigo? Ni siquiera te conozco.

—Ese es el punto, no nos conocemos.

Tatiana seguía sin entender que era lo que quería Leon, esta simplemente guardo silencio en espera de la explicación que este tenía para ella.

—Te lo explicaré bien, no te mentiré, tengo una buena cantidad de amantes, pero ninguna podría ser mi esposa, esas mujeres desean estatus o simplemente me desean a mí, tú no, tú necesitas dinero, tu padre enfermo y…

—Mi padre no está enfermo.

—¿No lo sabes?

—Espera –Tatiana estaba confundida ¿Qué sabía Leon o como lo sabía?– ¿Por qué sabrías tú que mi padre estaba enfermo?

—Tatiana… sé todo sobre ustedes, en el historial médico de tu padre claramente dice que tiene una enfermedad pulmonar, revisa entre sus cosas y lo más probable es que encuentres algo relacionado con eso.

Tatiana no quiso creer las palabras de Leon, rápidamente fue a la habitación de su padre y comenzó a buscar entre las cosas de este con desesperación, Leon se recargó en el marco de la puerta mientras veía a Tatiana.

Fue cuestión de unos minutos para que esta encontrará las pruebas del punto de Leon, su padre estaba enfermo y al parecer sus citas médicas tenían elevados costos, incluso había medicamentos los cuales también eran realmente caros.

—¿Por qué me lo oculto?

—Al parecer realmente no lo sabías –La voz fría de Leon no servía mucho como consuelo– lamento haber sido el que te lo contará.

—¿Me pagarás por casarme contigo?

—¿Por qué el repentino cambió de parecer?

—Lo estás viendo, jamás seré capaz de pagar las deudas que adquiere mi padre cada mes, ya me preguntaba la razón por la cual las deudas aumentaban en vez de bajar, pagué varias deudas y no sirvió de nada.

—Mira, quiero casarme para tener un hijo, no más, si estás de acuerdo con eso, prometo pagar todas tus deudas y también pagaré todos los tratamientos de tu padre.

Un hijo, traer un niño al mundo solo por dinero, pero era eso o su padre, y, Tatiana no estaba dispuesta a perder a la única persona que le quedaba, tal vez esta sería su única oportunidad.

—¿Podré seguir trabajando?

—No, serás mi esposa y mientras eso pase tendrás dinero siempre, después de que el niño o niña nazca podrás estar al menos un año más junto a nosotros y después desaparecerá ¿Es un trato?

Tatiana sentía ganas de llorar y tenía mucha impotencia, sin embargo, soporto sus sentimientos y desvío su mirada.

—Acepto.

—Perfecto, mañana verás el contrato.

—¿Contrato? –Preguntó confundida– necesitamos uno.

—No confío en la palabra de nadie, por eso un contrato es la mejor opción.

—Está bien…

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