...|Un sábado por la noche|...
De verdad me comportaba de una forma tan infantil cuando estaba con ella, parecía un niño mimado, odiaba ponerme así, pero para nada odiaba estar con ella... aunque solo era un año mayor que yo era muy inteligente eso fue lo que más me atrajo de ella, por eso la elegí como la tesorera creo que es la segunda persona más inteligente de la escuela incluso más que la vicepresidenta del consejo estudiantil, pero su único problema era uno muy grande el mismo; ser demasiado juguetona lo cual la hacía perder el tiempo algo crítico para una vicepresidenta por lo que tesorera fue la mejor opción sabiendo lo mucho que ama el dinero.
Soltó un gemido mientras despertaba cubriendo su cuerpo desnudo con solo una sábana a mi espalda cuando me ponía mis gafas listo para irme, ella dijo. –¿Ya se va señor presidente del consejo estudiantil?. —solo sonreí ante su pregunta con voz seductora y dejé salir—. sabia que si podías hablar sin hacer "asssi" Soe
–ahh, que tonto. —se dejo caer a la cama sin llevarse la sábana quedando desnuda—. ¿Dije algo que te ofendió?. —me lanzó una almohada—. claro que si, tienes que seguirme el juego en lugar de cambiar el tema ¿Qué más da si puedo hablar sin hacer "asssí"
Me puse la mano en la cabeza. –vamos eres mayor que yo no te comportes como una niña pequeña. —hizo un berrinche golpeando sus pies contra la cama, hasta que sonrió, su sonrisa malévola intimidaba.
–yo actuar como ¿Niña dijiste? Hace rato yo opinaba lo mismo de ti, jeje.
No sabía porque... pero... realmente durante el sexo era igual que ella y ella era como yo solo en pequeños instante, quizá eso nos provocó este amor odio que sentimos mutuamente.
–ahh, por favor, no me vengas con eso ahora Soe. —solo se me quedó viendo—. Adam, ven a la cama aún es muy temprano. —extendió sus manos hacia mí y yo... yo nuevamente me convertí en la peor versión de mi que nadie más que está chica conoce.
Volvimos a la situación de antes, pero unas horas más tarde. –¿Ya te vas Señor presidente de consejo estudiantil?. —sabía que repetiríamos la misma rutina en bucle Así que en esta ocasión si le seguí su tontería—. sé que es difícil despedirse de mí, pero no puedo pasar la noche en la casa de mi tesorera. —su rostro demostró satisfacción nuevamente ella sobre todas las personas... había conseguido derrotarme... realmente esa chica era de lo peor... si tan solo no la amara...
Me dirigí a la puerta principal sin miedo a que sus progenitores me descubrieran ya que... sus padres no eran buenas personas en lo más mínimo, solo les importaba una cosa "ellos mismos " les daba completamente igual si su hija metía a un chico a su habitación por la noche, mientras al día siguiente pudieran tener el refrigerador lleno de comida... realmente eran personas patéticas, ellos siempre pensaron que ella se vendía, pero no está Chica realmente se las arreglaba con tan poco dinero quizá por eso ahora... es así dé juguetona a menos que se trate de dinero.
Una vez me encontré fuera del departamento el cual tenía el número 29, cerré la puerta y me dirigí a la entrada principal la cual estaba señalada por un cartel que decía [por aquí la salida] siempre me pareció una estupidez dicho letrero después de todo este lugar era tan pequeño que podía ver la salida desde la puerta de Soe, pero... mi opinión de este lugar no se limitaba a ese estúpido letrero y mucho menos a los números altos a pesar de solo ser 8 departamentos, sino que también incluía el que esto en cualquier momento se iba a caer en pedazos... ella no merecía vivir en un lugar tan repulsivo, por desgracia yo no tenía el dinero de mi padre y mucho menos su poder.
Siempre que venía a hasta su casa me decía las mismas cosas (cuando sea un digno sucesor para mí padre amarte a esos que se hacen llamar su familia y la llevaré a una vida llena de lujos como se merecía) pero estaba lejos de lograrlo ya que el ni siquiera me dirigía la palabra. Recibí una llamada sorpresa de un número desconocido. –¿Hola?.—conteste confuso.
–¿Tu eres Adam Amsorind? —la voz del otro lado era la de un chico, se escuchaba joven quizá de secundaria, pero eso no era lo importante, lo que más me intrigaba era como sabía ese apellido que solo sabían 3 personas fuera de mi familia—. si ¿Quién habla? —escuche cómo estaba corriendo mientras hablábamos—. no me conoces, pero Tina Back me dijo que tú podías conseguir armas a un precio ridículo. —suspire enfadado esa idiota de Tina había dicho algo tan peligroso como eso a un chico cualquiera... por algo dejamos de ser amigos ella y yo—. te equivocas, yo no tengo idea de dónde conseguir armas. —estaba listo para colgar hasta que soltó esas palabras que tanto se quedaron bailando en mi cabeza después—. quiero matar a alguien por el honor de mi padre. –por un segundo dude, pero después entendí que debía ayudarlo recordé que después de todo yo también quiero ser alguien que pueda preservar el honor de mi padre.
(Eres muy lista Tina)
después de regalarle ese halago que nunca le daría a la cara acepte. –de acuerdo, te conseguiré lo que buscas.
–le agradezco tanto. —en seguida de decir eso cortó la llamada.
...•••...
Mi hijo había salido corriendo, al parecer estuvo un largo tiempo en contacto con una tal Tina Back, quien le aseguro poderle conseguir una arma a un precio ridículo...
no tenía idea de porque mi hijo quería una arma, pero solo nos quedaba una opción a mi y a mi esposa y eso era seguirlo hasta detenerlo, ambos nos subimos a la camioneta, le Pregunté a mi mujer de prisa. –¿Puedes oírlo? —pero lamentablemente con un expresión desanimada respondió—. ni siquiera lo sé, hay demasiado ruido... Y no logro distinguir su voz de todas estas, uno pensaría que una madre sabría distinguir la voz de su hijo entre la de otros chicos... pero es muy difícil... cuando tienes un rango de escucha de 50 kilómetros —le tome del hombro y le dije—. tu solo concéntrate cielo, lo vamos a encontrar. —sonrío.
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