Volví a casa a penas salí de la escuela, hoy fue un día tan normal como cualquier otro, el líder del consejo estudiantil me invitó a salir con sus amigos al karaoke como cada viernes, pero luego de haber ido una vez no me quedaron ganas... Antes de conocerlos creí que serían unos cerebritos, nada más alejado de la realidad ya que ellos se comportan como chicos "cool", lo cual por si necesito decirlo no pega nada conmigo. lamentablemente para mi por presión social había terminado aceptado ayudarles en una recaudación de fondos.
Ya estando en casa ayude a mi hermana pequeña a comer su Gerber de durazno sin duda la mejor fruta y nadie puede negarlo, está vez mi hermanita fue obediente y no ensucio nada, eso no me hizo sentir orgulloso. acaricie su cabecita.
Luego de eso fui a comer y una vez termine subí a mi habitación donde volví a mis típicas actividades diarias, pero una vez sonó el reloj anunciado las 9:00 una chispa se prendió en mi interior, tome mi mochila y me prepare con mi disfraz. deje mi celular en el escritorio y tome la lista pegada con cinta adhesiva debajo del mismo, la abrí y leí el primer nombre.
(Adolf Hioki, edad 27 años. es un acosador de menores, nada más que un degenerado vive en...*****)
[En esta novela respetamos la privacidad de nuestros involucrados, por lo cual no desvelaremos su dirección]
salí por la ventana de mi habitación vistiendo una capa, antifaz, guantes y botas todo esto de color negro.
[Cualquier parecido con cierto héroe de DC es mera coincidencia, por favor no me demanden]
En mi espalda como siempre llevaba el palo de golf que alguna vez perteneció de mi padre.
Por fin me encontraba fuera de la casa del acosador, suspiré, tome impulso para escalar la pared alambrada frente a mi, una vez lo conseguí y ya estando dentro escuché ladridos... Por suerte y gracias a un accidente que tuve en el pasado siempre me preparaba para estos momentos, saque una bolsita de comida para perro y lo alimenté.
–ulula. —se esucho el sonido de un búho a lo lejos lo que me pareció un poco extraño, ya que nunca antes había visto uno en esta ciudad, solo por TV. pero en este momento había cosas más importantes que pensar en eso.
Ayudándome con un árbol escale hasta la altura de la ventana de su habitación, ya estando ahí no tuve ningún tipo de cuidado, usando mi palo rompí el cristal de la ventana...
El ruido lo hizo despertar, pero en cuanto abrió los ojos no dude en lanzar dentro una lata de gas pimienta, le había pegado una cinta al botón por lo cual pronto lleno el lugar como si de una bomba de humo se tratará, me cubrí la boca con mi capa y entre.
Adolf salió de la cama tosiendo sin parar mientras las lágrimas que brotaban de sus ojos le impedían poder ver, sentía que se ahogaba por eso corrió hasta la puerta intentando escapar de la habitación, lo cual fue en vano debido a que se tropezó con un jueguetes para perro.
tirado en el suelo y sin saber que hacer, se limitó únicamente a recibir cada uno de mis golpes mientras suplicaba: –Para… ¡por favor detente!. —hice caso omiso y continúe golpeando hasta que me agoté entonces le dije—. esto es para que no vuelvas a acostar niños. Cerdo. —sali del lugar listo para continuar mis labores.
–bravo. —tras a ver cruzado la pared alambrada, ya estando a fuera escuché una voz femenina decir eso mientras aplaudía.
Mire en todas las direcciones, pero no logre encontrarla
–estoy aquí. —seguí la voz y por fin la encontré, vestia ropa deportiva de la marca Nike y llevaba consigo una máscara de búho, pero lo que más llamo mi atención fue que estaba en el tejado de una casa—. Lo haces muy bien. —dijo—. ¿Hacer bien que cosa? —respondí confundido—. Ya sabes, tu trabajo de vigilante, para serte honesta llevo siguiéndote 3 días. —ella bajo del tejado, no hacia esto por
reconocimientos, pero el que una chica me alargará me parecía algo genial. entonces ese positivismo que estaba llegando a mi mente se desvaneció... cuando recordé que me había estado siguiendo, entonces me moleste no fue por el "acaso" fue porque nunca me percate de su presencia—. ¿Cómo que 3 días?—pregunte ofendido—. Si, así es desde que golpeaste a ese violador.—hizo una pausa—. Realmente estoy interesada en ti. —desvíe la mirada sonrojado. ella estiro sus brazos hacia atrás—. Aún recuerdo ese día... Fue una misión dura...
–lo se, estuve ahí, pero no ayude porque me di cuenta de que lo tenías todo bajo control. —comenzo a caminar en círculos a mi alrededor—. Oye... se que te diviertes cuando sales a las calles y haces de vigilante, pero... ¿No sientes que puedes ir más haya Kick-Ass. —se rio tras hacer la comparativa.
Sus palabras cambiaron mi sonrojo de vergüenza, por uno de coraje: –¡¿Cómo que Kick-Ass?!
–Ya sabes por el tema de que eres un vigilante y usas un palo de golf como arma.
—Vaya comparaciones, realmente nunca leí los cómics de Kick-Ass, pero Recordaba perfectamente una cosa—. El… ¡El ni siquiera usa un palo de golf¡
–jajaja, en verdad, eres todo un friki.
—puso su mano derecha en su vientre mientras reía de forma exagerada y golpeaba su pierna con la mano izquierda.
(Que risa más falsa)
–¿Volviendo al tema a que te refieres con ir más haya? —le seguí la conversación, no podía soportar más esa risa tan falsa.
Ella paro de reír: –bueno, a los que te enfrentas día con día, por muy malos que sean son de poca monta… creo que tú deberías venir junto a mi a las grandes ligas. —No entendía ni un poco a qué se refería, pero no quería quedar cómo un estúpido, no tenía una idea de que decir ante dicha propuesta… por más que me rehusé mi boca dejo salir—. ¿Qué quieres decir?
Me miró y se acercó a mi, nunca tuve una chica tan cerca, pero no era momento para ponerse nervioso.
–iré al grano. —a pesar de su máscara puede notar la desbordante determinación en su mirada—. quiero… que me ayudes a eliminar la mafia del Sur.
(… ¿Qué acaba… De decir…?)
Ciertamente salía a la ciudad como vigilante para ayudar a las personas, pero… ¿Enfrentar a la mafia del Sur?, aunque quisiera no podría luchar contra una organización tan grande, si atacará a su subdivisión más que de seguro tarde o temprano la mafia del noreste haría algo con nosotros eso si pensamos muy positivamente ya que era evidente que podríamos morir sin eliminar la mafia del Sur.
–¿Pasa algo?. —se cruzo de brazos—. Debo pensarlo. —sudé a chorros antes de poder responder eso, ella dió un paso hacia atrás.
(Lo arruine…)
Sentí que había perdido la oportunidad de ayudar a muchas personas, por miedo… ¿Un héroe puede ser tan cobarde? Mejor… ¿un vigilante Puede llamarse héroe?
–esta bien, te daré el resto de la noche para pensarlo. —no vi su rostro, pero era evidente que había sonreído, el que dijera eso me hizo sentir mejor está vez no iba a desperdiciar está oportunidad, después de todo… siempre quise salvar a la gente.
–me parece bien.
–en ese caso ¿Por quién vas a hora?
—pregunto curiosa acercándose otra vez—. hmm, ¿a quien sería bueno?. —saqué mi lista y comencé a revisar, ella leyó sin permiso—. ladrón de bicicletas.—pegue la lista a mi pecho para que no pudiera leer—. oye estaba leyendo. —se quejó mientras miraba a otro lado cruzando sus brazos nuevamente, supongo que trataba de verse tierna—. ¿Cómo puedes quejarte? Estas leyendo mi lista sin permiso. —dije todo eso sin pensar, me sentí muy avergonzado… nunca había hablado tanto sin detenerme a analizar todas las Posibles reacciones de a quien me dirigía—. tienes una letra muy bonita. —eso me avergonzó demasiado, la verdadera razón por la cuál odiaba que vieran lo que escribía era Porque siempre se habían burlado de mi caligrafía siempre usaban el termino “escribes como chica” y ahora está chica me decía esto, me pare a pensar en si realmente valía la pena trabajar con ella—. Lo sé parece de chica, no es necesario que te burles. —me di la vuelta para seguir leyendo mi lista—. no me estoy burlando, hmm, y te aseguro que e conocido a chica que escriben mucho peor. —me tomo de los hombros y dijo—. vamos por el ladrón. —cuando sentí sus manos en mis hombros, me alejé de un saltó—. esta bien, iremos con el ladrón, solo no hagas eso de nuevo. —le apunte con mi palo de golf—. vamos tranquilízate, ni te hice nada jejeje.
–un momento… ¿Cómo que vamos?
–si, vamos. —al decir eso se dirigió hacia el parque donde se decía estaba el dichoso ladrón, para los 3 segundos que vio mi lista era casi imposible que recordará la dirección, tuve la oportunidad de cambiar a quien ir a darle una lección, Pero por alguna razón yo… no pude hacerlo y me dirigí al parque esperando que ella se hubiera perdido. No paso.
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Updated 30 Episodes
Comments
NathalyGood
está entretenida la historia, se me hace a los comienzos de héroes en pijamas, pero te felicito está ligera la trama y muy divertida hasta ahora
2024-01-18
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