Capitulo 1: –No seas tan patético.

...[Un domingo al mediodía] ...

Me encontraba en la plaza de un centro comercial, para ser más específicos en una de más cafetería que se podían encontrar por el lugar, esas típicas cafeterías que ni siquiera se dignan en llamar la atención con un súper nombre.

“Sofi Café” eso era lo que deja leer el cartel en la entrada, tome un sorbo del café mirando hacia el gran árbol que había sido plantado en el primer piso, pero se colaba hasta lo más alto del centro comercial siendo muy fácil verlo desde el segundo piso.

–¿Pasa algo?. —me pregunto mi acompañante Isabela o como más la llamaban Iko—. te veo algo distraído. —insistió en mostrar sus intenciones al preguntar eso.

–no, solo estaba pensando en algo.

–¿En qué?. —miro hacia otro lado al darse cuenta que concentre mi mirada sobre ella—. no tienes que responder si es algo privado. —se sonrojo.

–¿Ah?. —caí en cuenta de una cosa, se había arreglado mucho para esta salida, lo digo así ya que repitió hasta el agotamiento que no era una cita. –no es nada raro. —solté antes de crear un silencio incómodo.

–bien. —exhalo aliviada—. ¿Y entonces Cris?. —lo recalcó, sabía que no tenía interés en mis pensamientos sino más bien en sacarme conversación, por eso no dude en responder—. pues, estaba pensando en porque me invitaste a mi.

–es obvio, ambos tanto tu cómo yo, para cuando nos percatamos ya pertenecemos a la mesa de los populares… aunque yo sé que al igual que yo tu tampoco querías estar ahí ¿Me equivoco?. —respondí más rápido de lo apropiado, pero no era necesario que dijera más, ya lo había entendido—. es justo como dices… lo que significa que… ninguno de nosotros tuvimos tiempo para hacer amigos, por lo cual si no querías estar con ese grupo, pero tampoco salir sola yo era tu única opción. —tome un trago de mi café mientras escuchaba su respuesta ante mi afirmación.

–pero no lo digas así, no quiero que la gente piense que eres algo así como un sebo. —no entendí la analogía, pero era un desperdicio tratar de entender—. tranquila Iko, que vean a una chica linda como tú conmigo, ya me da suficiente reputación, el que piensen lo que piensen no quita que me invitaste al Cine…  la razón no es tan importante por ahora. —le sonreí.

–Cris, no seas tan patético. —eso fue lo último que me dijo antes de dejar la cafetería.

Ya estando en el área de cine, dentro de la misma plaza la desafíe. –¿Cómo que patético?. —sonrío—. es que apresar de que dije eso tú pagaste la cuenta de nuestros cafés. —me confundió su declaración—. por tu mirada veo que no tienes idea de lo que habló, pero la película comienza en 4 minutos y ya no nos queda tiempo ni para las palomitas. —se dirigió a la sala de Cine número 8, corrí de tras de ella y antes de llegar a la revisión de boletos le pregunte. –¿Ya tenemos los boletos?. —ella se rio—. jaja, claro  los compré de ante mano, por suerte ¿No?

–si, claro, sería una pena que nos la perdiéramos. —me miro extrañada, mientras negaba con la cabeza—. no lo entiendes Cris, lo bueno de comprar los boletos antes es que… no me podrás ante la sociedad como una interesada, para ser menos patético y que te lleven a más salidas debes entender que no todo corre por tu cuenta ¿capichi? —me pereció un poco engreído el italiano, pero al realmente a ver comprendido lo que ella me había dicho respondí—. si, si ya lo tengo anotado. 

Por fin entramos a la sala y no salimos hasta el anochecer de ahí, claro sin contar las veces que fuimos a dulcería o al baño, el motivo de estar ahí dentro tanto tiempo era Un maratón de todas las películas de Rocky.

–¿Te divertiste?. —me preguntó mostrándome una sonrisa mágica, de niña pequeña con muñeca nueva, quizá fue su energía la que me contagio, pero respondí enérgicamente—. Muchísimo Iko.

—termine la soda que llevaba en mi mano y la tire a la basura—. Cris... –Iko...  —nuestras voces se cruzaron y ambos reímos— gracias por hoy.

—esas fueron las últimas palabras que ambos dijimos antes de salir del centro comercial.

Luego de aquello mientras nos encontramos caminando hacía a la parada de los taxis un chico con una maleta de golf a su espalda nos cortó el paso poniéndose enfrente de nosotros, dijo sin quitarse la capucha de su sudadera color negro  ni la extraña máscara blanca que llevaba. –escucha bien Cris Blufet e vendido a cobrar mi venganza.

—suspire tomándolo por loco, ya que estaba seguro de que nunca había golpeado a nadie tan raro ni de su estatura, ya que era unos 5 centímetros más bajo que yo talvez tenía una edad similar a la mía.

Por su parte Iko si se mostró inquieta ante la situación poniéndose tras de mi, eso me reconfortó ya que mi compañera Micaela hasta ahora no había hecho otra cosa que dar la cara por mi,  por fin me sentía alguien de confianza y no un estorbo.

–Cris… de que habla ese chico. —me susurró al oído tan cerca que pude sentir su aliento… me erizó la piel.

Agite la cabeza en negación para volver en mi y respondí aprovechando lo que hice antes. –no tengo idea… la verdad.

No pude ver expresión por la máscara, pero por su voz pareció haberse molestado por lo que dije, volviendo al hecho de la máscara parecía que eso de cubrirse el rostro se estaba poniendo de moda.

–¿Cómo te atreves a decir que no sabes a qué me refiero? ¡Idiota!.

—de la maleta en su espalda saco dos palos de golf y lanzó uno frente a mis pies.

Al ver eso de inmediato di por hecho que se refería a mis labores de vigilante, pero aún así… de verdad estaba seguro de que nunca lo había golpeado antes… aunque… cabía la posibilidad de que fuese otro de los matones a los que Micaela enfrentó la otra vez, no… eso es imposible… aún si sabían que estaría solo no se arriesgarían a atacarme así sin más, además de que este tipo me dio un palo de golf ¿Para que pueda defenderme?

Mientras divagaba por mis en mis pensamientos escuché un chillido proveniente de la chica a mi espalda, sin dudarlo un segundo la empuje hacia atrás y me protegí de lo que fuese a suceder con mi brazo izquierdo…

–¡no pierdas tiempo, ni te distraigas la batalla ya comenzó! —mientras gritaba eso su palo de golf golpeaba mi brazo con fuerza el dolor tal .. que por un momento pensé que lo tenía roto…

–¡Cris!. —mi acompañante, que ya hacía tirado en el suelo luego de que la empuje intentando protegerla está más preocupada por mí que por ella misma… yo no quiero ser así de patético… quiero ser como Micaela… así de genial… usando mi otra mano golpe su máscara logrando agrietarla; mi puño dolió, pero eso no me importo.

El chico de la máscara dio un paso para atrás dándome la oportunidad de levantar el palo de golf a mis pies y de ponerme en guardia.

–oye tu… —le apunte con el palo—. no sé quién eres, y mucho menos se de que venganza hablas, pero… ya nada de eso importa… lo único importante justo ahora… es que te arrepentirás de arruinarle un día tan especial a mi acompañante.  —el tipo inclino su cabeza confundido y Iko se sonrojo un poco.

El sujeto apretó con fuerza su palo y me grito enfurecido. –deja de…  decir que no sabes quién soy… estúpido. —tomo el palo de golfo cuál si fuera una espada y se lanzó hacia mi a gran velocidad. 

Me puse en guardia esperando su ataque, para bloquearlo, pero antes de eso Iko dejo salir. –¡Tu puedes Cris! —eso me hizo muy feliz y me dio aún más motivación. finalmente  nuestras armas se chocaron, pero ninguno retrocedió, con esfuerzo logré desviar su ataque hacia la derecha dándome la oportunidad de golpear su máscara una vez más, pero en esta ocasión fue con el palo de golf… por fin la rompí, aunque no sirvió de nada ya que ni así reconocí su cara.

Puede ver odio irradiando de sus ojos, y sus pupilas Se volvieron flamas al darse cuenta que no lo reconocí al verlo a la cara… el apoyo de su mano derecha para lanzarle una patada con su pierna izquierda directo a las costillas, por suerte logré detenerlo usando mi mano izquierda. era algo claro mi siguiente movimiento inclusive mi contrincante cerro los ojos antes del impacto, con todas mis fuerzas golpea su pierna usando el palo de golf justo en su rodilla.

–¡¡¡Ahhh!!! —su grito desgarrador fue tan fuerte qué tanto Iko como yo nos quedamos paralizados.

Aprovechando eso y a pesar de sufrir un gran dolor en su pierna logró ponerse de pie nuevamente. Me grito. –¿Realmente no tienes idea de quién soy?. —negué con la cabeza, mientras el continuaba su palabrería—. bueno, igual de nada te sirve saber quién soy si ya estás muerto… —mientras decía esas últimas palabras saco un revólver… quizás influya mí  falta de conocimiento acerca de armas y de un dato equivoco, pero con lo poco que sabía parecía un revolver svg.

puede ver los ojos aterrorizados de Iko quien ya se había cubierto tras un árbol, eso me dejó un poco más tranquilo… eso diría un héroe claro, pero a penas podría estar tranquilo cuando mi vida estaba en peligro, solo estaba feliz de que al menos ella no corrí peligro ya que este tipo solo iba contra mi aunque eso último me quitaba la felicidad… 

–¡Bang! —salió de su boca, y de la boca del arma una bala directa hacia mi, el estaba tan decidido a matarme que su mano ni siquiera tembló… si algo tendría que alabarle sería su gran determinación.

Y lo que sucedió después, fue algo tan rápido, que ni siquiera yo puedo recordar con completa claridad.

...•••...

“Lo sé, es difícil de creer, pero los super héroes existen” eso me decía mi abuela cada que preguntaba si realmente mi abuelo murió enfrentando a un súper villano.

La primera parte era verdad incluso ella trabajaba como la cocinera de la asociación de eres con sus poderes curativos, pero lo segundo… eso era una mentira… mi abuelo murió por un ladrón, no por el tipo de ladrón que la asociación de héroes quiere eliminar, sino por un simple carterista con una navaja de afeitar… así la vida de mi abuela llegó a su fin.

En ninguna otra circunstancia esa historia sería relevante, pero… además de mi abuela nunca conocí un súper humano hasta ahora, en este preciso momento, Si tuviera que explicar cómo lo sé, sería fácil después de todo que m-más aparte de un súper humano aparecería justo en frente de Cris para recibir un disparo como está ocurriendo… si, estoy segura de que mis ojos están bien abiertos y esto no es una alucinación.

El súper humano desconocido, cayó al suelo dejando un charco de sangre.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play