capitulo 4: –karaoke.

–Carol ignora al deportisssta y sssigue contando tu idea. —Soe tenía una nueva presa, la vicepresidenta del consejo—. Soe tiene razón, continúa. —Adam se acomodo las gafas y se cruzo de piernas mirándola, parecía que de verdad estaba muy interesado en lo que tuviera que decir—. Gracias. —miro a Otoko con furia y continuo—. Lo que se me ocurre para solucionar ese problema es poner televisores en el área del comedor, los mismos estarían reproduciendo la última clase en video para aquellos que se pudieran perder, de este modo podrían comprender mucho mejor lo enseñado por los profesores.

–suena a una idea asombrosa, sin duda, pero tengo una duda ¿no será confusión que las clases de primero, segundo y tercero se reproduzcan en simultáneo? —la miro, cómo dando por hecho que sabría cómo responder—. Bueno, cómo es evidente no todos los estudiantes se perderán durante la clase, sacrificaremos algo tan importante como es la interacción social a fin de ser más prácticos. asignaremos tres espacios para cada año, por ahora eso es lo que tengo pensado. —hizo una reverencia, como un vendedor después de mostrar su producto a los inversionistas—. Esss una idea excelente, pero... Entrando al tema del dinero ¿de cuánto essstamosss hablando? —la tesorera saco su libreta; entonces comenzó a revisar los gastos y el presupuesto restante—. Si es por el bien de los estudiantes, no debes preocuparte por el dinero Soe. —lo miro—. Acaso planea pedirle... —la tesorera serpiente no pudo terminar de hablar al ser interrumpida por Adam—. Déjame ver eso.

–claro. —el presidente se levantó y camino hasta ella para ver el presupuesto, entonces opinó—. Podemos hacer una recaudación. —nos sonrió a todos los que estábamos en la mesa asumiendo que aceptaríamos ayudar con la recaudación y así fue, nadie se negó. —despues de lo que pareció ser eterno, la campana sonó y por fin me libre de esos chicos populares.

Más tarde me encontré con Iko en una clase, pero no me molestó en lo más mínimo ya que eso era mucho mejor que encontrarme a cualquiera de los amigos de Adam, con ella al menos si podía mantén una conversación sin ningún problema.

Las clases terminaron, esperé a que la mayoría de mis compañeros se fueran y entonces camine hasta la puerta, sin querer escuché: –Iko ¿Vienes al karaoke? —reduje la velocidad no porque quisiera ser invitado, sino más bien por curiosidad, al instante aprendí que la curiosidad mato al gato.

Adam apareció frente a mi junto a Otoko, quien me abrazo con un solo brazo, ambos dijieron al tiempo: –ven al karaoke. —me sentí como en aquellas películas de mafia, dónde algún capo se ensaña con alguien en un bar y se lo llevan a un lado para matarlo, intenté resistirme, pero por más que lo intenté no pude negarme—. v-vale.

¡Eso es genial!. —tras decir eso esperamos a las chicas y finalmente nos dirigimos al karaoke.

Lo que ocurrido ahí no fue nada fuera de lo común, pero después de que Otoko cantará We Are The Champions y la vicepresidenta it's My life decidí marcharme en silencio, Iko me miró como pidiendo que la sacará de ese lugar, pero a penas pude sacarme a mi mismo.

Mientras caminaba hacia mi casa, revise los mensajes de mi madre en respuesta a mi aviso: "saldré con los chicos de mi escuela, llegaré tarde"

eran 7 mensajes de texto los que mi madre mando

"¿Waaa?"

"me alegro mucho"

"hmm"

"¿No será una chiquilla?"

"bueno, por favor cuídate mucho"

"te quiero hijo"

Al encontrarme de frente con la puerta la golpee.

Espere unos 2 minutos hasta que mi madre abrió.

–¡bienvenido Cris. —me recibió con una enorme sonrisa, en mi memoria no había una sonrisa de mi madre tan grande como está. —. Hola, mamá. —entre a la casa a su señal.

Ya estando dentro mi madre Me hizo la entrevista más exhaustiva posible, por un momento creí que había cometido un crimen... hablo sobre beber alcohol o drogas y el uso de condones, cosas que ignore por completo tratando de acabar con ese interrogatorio. Por fin lo conseguí y subí a mi habitación.

–descansa. —dijo mi madre antes de que me perdiera por las escaleras, ya estaba demasiado lejos como para que me escuchara, pero aún así respondí—. igualmente.

Entre a mi habitación solo para hacer mi rutina de siempre, me percate que en mi nota bajo la mesa ya no quedaban nombres, así que busque en internet hasta que encontré algo que llamo mi atención, entonces apunte la información, en una nota nueva.

(Hombre adinerado cuyo nombre en clave es Gorrión fue acusado por tres asesinatos, pero al tener abogados tan buenos y pagar unos cuantos sobornos se libro. Si de algo estamos seguros es de que es culpable, no sabemos su dirección, pero se suele juntar con sus amigos en el bar ******* qué está ubicado en *******)

Me apresure al bar donde siempre se le veía, cuando ya estuve ahí me las arregle para entrar por la puerta de servicio, ya que al ser menor de edad no podía entrar, y al llevar un traje tan llamativo seguramente me impediría el paso. Claramente no tenía la fuerza para eliminar a los guardias ni a todas las personas que estaban ahí adentro, por eso decidí irme a lo seguro.

Espere a ese hombre en los baños durante

1 hora y media, mientras estaba de frente al urinal lo golpee en las piernas, cayó de rodillas, entonces tome su cabeza y azote directo dónde estaba su orina.

–¿Eres un asesino no es así...? Te haré pagar por tus malos actos... ¡Criminal!.

No pude ver su rostro, solo seguí golpeando y golpeando mientras el gritaba: –¡para idiota! ¡No sabes con quién te metes!. —se cubrió la cabeza con sus manos, pero aún así... no me detuve hasta que vi un charco de sangre... posterior a eso me marche del bar

...[Más tarde en algún lugar desconocido]...

–jajaja. ¿Qué te golpeó un mocoso?. —Jack alis Halcón. se rio a carcajadas mientras golpeaba la mesa con su puño.

–¡que tiene de gracioso idiota!. —me levanté de mi asiento y le apunte con mi pistola, pero la baje al instante una vez me percate que todos sus esbirros me estaban apuntando con sus armas.

Al ver que baje mi arma el hombre de esmoquin alto y de cabello canoso cuyo nombre era Jack dio la orden de dejar de apuntar levantando su mano y pregunto: –¿Qué necesitas Dony? —Me senté y rebelde mis intenciones—. quiero que... mandes a uno de tus matones a darle una lección al chico... Tío Jack.

–jajaja, mi sobrino es un idiota, pero sigue siendo mi sobrino por ello y por el honor de nuestra familia, mandaré a alguien para golpear al chico. —tomo su copa de vino y se fue del comedor.

al igual que el también me marche, pero antes de que desapareciera de mi vista se me escapó un: –gracias Tío Jack. —El sonrió.

Salí de la mansión por la puerta de la cocina mientras Jack caminaba a su despacho.

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