capítulo 2: –el ladrón de bicicletas.

[Minutos después]

–es el no hay duda. —dijo a mi lado mientras estábamos escondidos en un arbusto—. ¿Cómo puedes estar tan segura? —la mire.

Ella sin quitar la mirada del objetivo respondió: –gorra verde, lentes negros y está sentado justo en esa banca, es imposible que no sea el.

Hice un quejido con mi boca, ella tenía razón no cabía duda que era el, eso fue lo que me molesto. pudo descubrirlo mucho más rápido que yo: –vamos, date prisa. —ella se quito la máscara y volteo hacia mi, al ver su cara por primera vez y de tan cerca...  salte fuera del arbusto con un tomate en dónde estaba mi cabeza.

(¡Es tan hermosa!)

Sin querer había hecho mucho ruido, lo cual alertó al ladrón haciéndolo ponerse de pie y salir corriendo.

–¡mierda!, está escapando. —deje salir antes de comenzar una persecución.

•••

Dentro del arbusto me resultaba muy difícil ver con mi máscara así que decidí quitarmela para luego darme la vuelta y mirarlo, aunque por alguna extraña razón que no logro entender el se sonrojo y salió del escondite asiendo un escándalo

(Que arriesgado)

Me percate de que el ladrón estaba escapando, entonces unas fuertes ganas de perseguirlo me invadieron, pero está era la misión de ese chico por lo que solo me límite a gritar para mostrarle mi apoyo en cuanto empiezo la persecución: –¡Vamos, tu puedes chico vigilante!

Eso último me hizo recordar que no sabía su nombre, pensé en que si mi plan era trabajar juntos debería al menos preguntárselo.

Sea como fuere debía seguirlo para averiguar cómo se desempeñaba en estás circunstancias, durante 3 días lo ví pelear con ventaja, pero está vez no era el caso. eso me resultaba emocionante e intrigante a partes iguales.

•••

[A unos metros de ahí]

Ya nos habíamos alejado demasiado, el parque se había quedado atrás hacia muchas calles, para este punto estaba completamente seguro de que no podría alcanzarlo, pero aún así no me podría rendir. entonces como si el universo me dijera "tu puedes" el semáforo se puso verde haciendo que los autos tomarán el rol de pared bloqueandole el camino, trató de girar y seguir corriendo, pero arroje mi palo de golf como si fuera una lanza consiguiendo así golpear su espalda.

Al momento del impacto mi objetivo se desplomó, lo cual me sorprendió mucho ya que nunca creí tener la fuerza para derribar a un hombre, me apresuré hasta el. no podía desaprovechar esta oportunidad esperando a que se levantará.

Cuando por fin llegué a dónde estaba el ladrón, levanté mi palo de golf del suelo, pero en ese momento sentí una patada que me derribó...

(M-mierda...)

Sentí un fuerte golpe en la cabeza y muy caliente ¿Era sangre..?, sin darme cuenta el pie del ladrón estaba en mi cara: –que niño tan idiota, ¿Cómo se puedo creer que me había logrado derribar?. —me piso la cabeza.

(Diablos... Estoy jodido...)

–¿Porque me miras con esa cara tan molesta?. —me arrebato el palo de golf y golpeó me golpeó costillas usándolo, solo pude soltar un grito de dolor—. Ahh...

–te contaré algo que no te va a gustar. —ignore lo que me estaba diciendo, solo quería quitar su zapato de mi cara por lo que tome su pierna con fuerza, tratando de moverla aunque no lo conseguí.

Siguió con su monólogo. –en realidad no soy un ladrón de bicicletas, soy algo así como un mercenario. —la última parte atrapó mi atención y el lo notó—. te preguntarás ¿Por qué un mercenario me está golpeado? Y yo diré porque golpeaste a alguien a quien no debiste, estúpido vigilante. —quito el pie de la cara y me pateó, rodé un poco hasta que me detuve.

El hombre tomo su celular y camino hacia mi mientras decía. –ahora te quitaré ese antifaz de mierda y subiré una foto de ti a internet, todos a los que golpeaste sabrán tras quien ir.

•••

Por fin los alcancé, pero cuando llegue al sitio de la pelea el vigilante estaba en el suelo, aparentemente ya había perdido.

era evidente que si le quitaban el antifaz tendría que intervenir para que no le tomaran fotos, pero... cancelería mi invitación, ya que errores así contra la mafia del sur significaría morir.

(Por favor... levántate... no pierdas...)

El mercenario se inclinó hasta el, extendió sus manos para remover el antifaz... Apreté mi puño y me prepare para defender su identidad.

(Vamos... no me hagas creer que me equivoqué al elegirte... ¿Eres fuerte verdad?)

El joven vigilante aprovecho la corta distancia entre los 2 para sacar un pequeño rociador y lanzo el líquido a los ojos del hombre, mientras le decía: –la última vez que alguien... me dió una paliza... Pase horas tirado en el suelo pensando en como podía evitar que eso volviera a suceder, entonces tuve una idea y comencé a mezclar productos de baño muy fuertes, de esa forma podía escapar en caso de emergencia. —su contrincante se tiró al suelo gritando de dolor, al parecer realmente era una mezcla muy potente.

(Nunca decepcionas pequeño vigilante, jeja.)

•••

Aprovechando que el estaba en el suelo retorciéndose de dolor, me pude de pie, tome el pelo de golf y lo empecé a golpear sin parar: –¡escucha bien, basura! ¡Yo solo golpeo a malas personas! Así que... ¡No digas estupideces, yo nunca me meto con la persona equivocada! —aumente la fuerza de los golpes.

Pare unos minutos más tarde.

–¡Wow! Estuviste increíble. —dijo ella mientras caminaba hacia mi, quise preguntar dónde había estado, pero me abrazo lo cual congeló todo mi sistema. en otro momento ese abrazo me hubiera sonrojado, pero al estar tan agotado y sentir mucho dolor por los golpes solo me reconfortó—. G-gracias... Solo hago lo que puedo.

–¿No te da miedo?

–¿Miedo? —sonrío y me aparto de ella al darse cuenta que mi rostro estaba en sus pechos, el dolor y el cansancio no fueron impedimento para que me sonrojara en esta situación.

Ignorando lo sucedido repitió su pregunta: –¿No te da miedo?

–mucho, para ser honesto... Me aterra. —respondí sin pensarlo ni una sola vez, decir eso me avergonzó, pero continúe—. Pero... aún con todo yo... quiero protejere a la gente...

–eres fantástico.

(Esa determinación... me recuerda tanto a el...)

–señorita búho... sobre su propuesta... de ir a las grandes ligas... —sin dejarme terminar soltó—. Mi nombre es Micaela, y por supuesto que la propuesta sigue en pie.

–en ese caso... Me gustaría aceptar... Y mi nombre es Cris por cierto.

–bueno Cris, ¡Bienvenido!

|Finalmente el equipo está formado|

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