Capítulo 16

En lo alto de la rueda, colgaba una hermosa pancarta, o mejor dicho varias, la primera tenía su nombre: Lauren, la siguiente: cásate y por último: conmigo. Ella estaba confundida, lo más probable es que ella no sea la única con ese nombre en el lugar, así que se giró para alejarse de allí.

Se quedó pasmada en el lugar, con una rodilla anclada al piso se encuentra Máximo vestido con un traje de tres piezas, claramente se cambió de ropa, aunque no sabe en qué momento lo hizo. A un lado está Santiago con un hermoso ramo de rosas rojas y al otro Nátali con otro cartel con el mensaje: ¿quieres estar a mi lado por el resto de nuestras vidas?

Máximo tiene una pequeña caja en su mano, en la cual brilla una hermosa sortija, la mira expectante, al ver que no responde ahora él hace la pregunta directamente.

- Mi diosa, ¿quieres hacerme el hombre más feliz del mundo convirtiéndome en tu esposo? _ el hombre habla con una dulce sonrisa.

Lauren aún no sale de su asombro, ella no puede tomar decisiones apresuradas, sabe perfectamente que Máximo la ama y ella siente lo mismo, pero no quiere que él esté actuando impulsivamente por el tema del embarazo.

Unos gritos la alertan de la presencia de su amiga, Pilar pide que acepte y ante el cántico de esta la siguen los presentes.

- ¡Que acepte!, ¡que acepte!, ¡que acepte! _ se escucha entonar a viva voz.

Lauren hace a un lado sus preocupaciones y le da el "sí, acepto", que Máximo espera ansiosamente. El hombre se para, la abraza y la besa apasionadamente, mientras son ovacionados con aplausos de la gente.

Máximo no logra ocultar la sonrisa de emoción de su rostro, tenía mucho miedo de que se negara, ella tiene tantos temores, así que contempló seriamente las diferentes formas de convencerla, lo de menos sería hacer el ridículo delante de por lo menos un centenar de personas, lo difícil sería sacarle esas ideas de su cabeza, pero para su buena suerte no fue necesario acudir a medidas más desesperadas.

Poco a poco la gente se fue dispersando para darle privacidad a la feliz pareja y a su familia, ninguno de los presentes era amigo o conocido de ellos, en realidad Pilar llegó temprano al parque, les contó sobre la pedida de matrimonio y estuvieron más que encantados de ser partícipes de esta historia de amor.

Más tarde todos son llevados a un restaurante para celebrar el compromiso, no solo Máximo está contento de que Lauren haya aceptado, también Pilar y los chicos están más felices que perro persiguiendo su cola.

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Hubo alguien aún más feliz al enterarse de la noticia... sí, la abuela Margarita está que no se cambia por nadie, no solamente porque para ella es muy importante el matrimonio para recibir al bebé, sino porque deseaba de todo corazón que Máximo encontrara a alguien con quien ser feliz y aunque Lauren no es la típica mujer que ella soñaba para su nieto consentido, es una excelente mujer, es hermosa, incluso ya se ha robado su corazón y sus hijos son los chicos más dulces y amables que ha conocido.

*

El fin de semana llegó pronto y una camioneta con sus ocupantes apretujados se desplaza por las carreteras lluviosas, aunque habían pensado en cancelar el viaje por el clima, saben que la abuela estaría muy triste si ellos no van a su finca. En cuanto se enteró del compromiso, propuso hacer una comida en su casa para celebrar y ellos aceptaron encantados, pero esta vez también se unieron al viaje, Pilar y Nadia.

Al llegar al pueblo, la abuela los espera en su jeep, ella debía hacer unas compras y decidió esperarlos para que todos vayan a la finca juntos, además quería estar segura de que a Lauren no le falte nada el fin de semana que estará en su casa.

La abuela Margarita se ofrece a llevar a las chicas en su jeep para que no estén tan estrechos en la camioneta, así que Nadia y Nátali se van con ella.

La camioneta de Máximo sale adelante y la abuela lo sigue, pero en la salida del pueblo recuerda que olvidó comprar unos duraznos que necesita para hacer un postre, así que se gira en dirección contraria para regresar a la tienda de abarrotes y llevarse algunos bien frescos y jugosos.

Mientras Margarita está en la caja registradora, las chicas se acercan a mirar unas artesanías que están siendo exhibidas en un pequeño puesto en el parque principal, pero un hombre desagradable se les acerca y comienza a decirles obscenidades. Las chicas se alejan rápidamente del lugar con dirección al jeep, pero el hombre las sigue con insistencia sin dejar de lanzar improperios.

Margarita acaba de notar la situación, así que se acerca al jeep y saca su rifle de caza, si ese degenerado cree que puede aprovecharse de sus nietas está muy equivocado.

El hombre se frena en seco cuando siente un tubo frío de metal contra su cabeza, no mueve un solo músculo y mucho menos cuando escucha la imponente y fiera voz de la mujer, en todo el pueblo es conocido que ella no le teme ni a la misma policía, si tiene que disparar, lo hará sin tentarse la cabeza, se acaba de dar cuenta que se metió con las chicas equivocadas.

- Bastardo infeliz, ¿qué porquerías le está diciendo a mis nietas?, atrévase a tocarles un dedo y perderá los suyos con todo y manos, es usted un degenerado acosador y esos son los seres más despreciables ante mis ojos, un asqueroso rabo verde que se aprovecha de jovencitas indefensas no debe existir, este pueblo necesita limpieza _ dice Margarita sin dejar de apuntar al hombre.

El hombre se orina cuando escucha el clic del arma indicando que el cartucho está listo para ser expulsado, pero en ese momento llega la policía. Margarita los mira con una sonrisa de burla, esos inútiles solo aparecen cuando no se necesita, si el desgraciado ese estuviera violando a las chicas así si no hubieran llegado tan oportunamente.

Sin embargo, ella baja su rifle, se acerca por la espalda del hombre para mascullar unas palabras que únicamente los dos pueden escuchar.

- Si lo vuelvo a ver merodeando por este pueblo le voy a volar ese par de pasas que tiene entre las piernas y no habrá policía que lo vuelva a salvar _ Margarita usa su tono más amenazante mientras el hombre se orina aún más, mientras asiente, esa mujer es realmente peligrosa, prefiere que lo metan por el resto de su vida a la cárcel, que volver a encontrarse con esa mujer, así que él mismo se acerca a los policías y les ofrece sus manos para que pongan las esposas.

Margarita les da una última mirada molesta a los policías y se sube a su jeep en compañía de Nadia y Nátali para dirigirse a su finca, la camioneta debe haberle tomado mucha ventaja y no quiere preocuparlos.

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