Capítulo 4

Santiago llega a su casa al rededor de las seis de la tarde, a esa hora se sirve la comida (cena) y por norma todos deben estar para comer juntos.

Las dos chicas están poniendo los platos, así que Santiago ayuda a su madre a llevar la comida al comedor. Los cuatro se sientan y comienzan a disfrutar las delicias que cocinó Lauren

- Santi, ¿cómo te fue en la práctica de fútbol? _ Nadia busca un tema de conversación.

- Muy bien, nos hicieron falta las porras de ustedes dos, pero en general todo bien _ responde Santiago restándole importancia, sin embargo, le da una cálida sonrisa.

- ¿Me extrañaste? _ pregunta Nadia entusiasmada. Había pensado que él no notaría su ausencia.

- Sí, a ti y a mi hermana, no solo yo, todos los chicos, ustedes son las que mejores porras hacen _ aunque Santiago generaliza, para Nadia es un avance que él se tomara la molestia de observar cada vez que hace porras, porque cada una va dirigida a él.

Terminan de comer, las chicas recogen los platos y continúan con su tarea, Santiago será quien los lave y Lauren se retira a su habitación, pero antes de irse, le pide a Santiago que al terminar la busque para hablar.

Santiago termina con los platos y va a la habitación de Lauren, toca y espera la autorización para entrar, una vez en la habitación, se sienta frente a su madre, ya se imagina de qué se trata todo este tema.

- Santi, mi amor, tú sabes que yo respeto tu privacidad, pero estoy preocupada de tu noviazgo con esta niña ¿Patricia?, tal vez quieras contarme _ Lauren se preocupa por el bienestar de sus hijos y aunque sabe que él un chico maduro para su edad, no está de más estar pendiente.

- Mami, sí, estoy intentando algo con Patricia, imagino que Nadia y mi hermana te contaron. Pero quiero que estés tranquila, seré cuidadoso y asumiré las consecuencias de mis actos, no tienes nada de que preocuparte _ Lauren lo escucha en silencio, él tendrá que caer algunas veces, así es la vida y de los errores se aprende, no obstante, ella quiere evitar que el daño sea grande.

- No quiero que sufras, mi amor _ dice Lauren abrazando a su hijo

- Te amo mami, te prometo que estaré bien _ Santiago besa la mejilla de su madre y sale de la habitación.

Al rededor de las ocho, Nadia debe irse a su casa, es a solo una cuadra de distancia, pero ella le pide a Santiago que la acompañe y él acepta.

Unos minutos después regresa y su hermana lo espera en la sala.

- Tato, ¿podemos hablar? _ Nátali también está preocupada por su hermanito, el y su madre son todo para ella.

- Claro que sí, pero supongo que es de Patricia y ya mamá me habló de eso _ Santiago sabe que su hermana también quiere darle su dosis de consejos y ella es más obstinada que su madre, por lo cual intenta evadir el tema.

Pero Nátali no quita su dedo del renglón, así que ambos caminan hacia la biblioteca y se sientan en el sofá.

- Tato, Patricia no te conviene, ¿acaso no ves que le presta atención a todos los chicos? _ Nátali habla con frustración.

- Tata, solo quiero pasar el rato y ya, no estoy buscando a mi futura esposa, no, solo quiero divertirme como los demás chicos, pasarla bien y ella está dispuesta a eso, me gusta y eso es todo, te juro mi Tata celosa y hermosa, que no perderé la cabeza por ella, no me voy a enamorar _ Santiago quiere tranquilizar a su hermana, que más que hermana, parece una segunda madre.

- Tú te mereces algo mejor, ella es una chica muy hermosa, debo reconocerlo, pero no se ama a si misma, así que no puede amar a nadie más. Ojalá de verdad tengas todo bajo control como dices y no se te salga de las manos. No quiero verte llorar por ella _ Nátali está demasiado preocupada con este asunto.

- ¿Alguien como quién?, ¿Nadia? _ Santiago mira fijamente a su hermana y ante su silencio continúa _ Nadia no es una chica para pasar el rato, Nadia es una mujer para pensar en un futuro, ahora no estoy buscando eso, Nati, yo quiero quemar etapas, vivir el momento, pasar el rato, Nadia debe hacer lo mismo, conocer personas, lugares, divertirse, no quiero que si algún día el destino nos tiene para estar juntos no haya disfrutado su vida, por eso quiero que lo haga ahora y no cuando ya sea tarde, ambos debemos hacer las locuras propias de nuestra edad por separado y luego miraremos a ver que pasa _ Santiago está confiado de que así deben ser las cosas.

Nátali sabía que su hermano saldría con algo extraño, siempre que deja de llamarla por su apodo de pequeños y usa su nombre, es porque está hablando muy seriamente.

- Odio cuando te pones profundo como si tuvieras 800 años. Por favor cuídate, no dejes que esa pesada te haga daño _ dice Nátali abrazando a su hermano.

- Te lo juro, ahora me voy a dormir, estoy cansado _ Santiago camina hacia la puerta.

- Tato, ¿te gusta Nadia? _ pregunta Nátali, aunque por lo que dijo su hermano, cree saber la respuesta.

- Buenas noches, Tata _ Santiago abre la puerta para marcharse, evadiendo la pregunta.

_ Santi, por favor respóndeme _ suplica Nátali.

- ¡Que descanses!, sueña con los angelitos _ Santiago se va sin responder, no le dará el gusto aún a su hermana de saber su respuesta.

Nátali se queda con una amplia sonrisa en su cara, aunque quiere escuchar que su hermano lo reconozca, sabe que así es, pero ahora más que nunca no quiere que él siga estando con Patricia; sin embargo, solo puede dejar que las cosas tomen su rumbo.

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Al día siguiente, Lauren llega a la empresa, su amiga Pilar, que a su vez es su asistente, la aborda y le pide hablar en la oficina, Lauren la sigue nerviosa, le preocupa que haya algún problema con los envíos, tiene que facturar tantos al tiempo que teme que haya metido mal el dedo en el computador.

- Lau, cuéntamelo todo, ¿ya encontraste un hombre que te sacuda hasta los malos pensamientos?, ayer estabas muy extraña y creo que la razón es un amor secreto que tienes por ahí _ Pilar en realidad no notó nada extraño, fue su hija Nadia la que le contó lo que observó y ella quiere saberlo todo con detalles.

- Pili, ¿de qué hablas?, te estás volviendo loca, solo estás imaginando cosas _ Lauren trata de mentir, pero su cara es tan expresiva que la pone en evidencia.

- Lau, sabes que no puedes mentirme, mira, te pusiste tan roja como un tomate, solo falta que te salgan corazones de los ojos _ Pilar bromea intentando hacerla hablar.

- Está bien, pero ¿en serio se me nota mucho? _ pregunta Lauren nerviosa

- La verdad no _ suelta Pilar con descaro _ pero ahora me tienes que contar todo con pelos y señales, quiero saber quién es, que hace, cuantos años tiene, descripción física detallada, desde cuando te revuelcas con él, que come, que almuerza, a que hora se levanta, toooodo, sin omitir nada _ Pilar aplaude entusiasmada.

Lauren pone sus ojos en blanco, su amiga no tiene remedio, además se da cuenta de que solita se lanzó al agua, su amiga solo se aprovechó de su nerviosismo para sacarle la información que requería. Tendrá que dejar de confiar en esa amiga tramposa.

- No me "revuelco" con nadie, solamente conocí a un hombre muy guapo e interesante, pero no va a pasar nada entre nosotros, él es mucho menor que yo, además, sabes que yo no quiero ningún tipo de relación _ ahora es Pilar la que pone los ojos en blanco, su amiga es un verdadero dolor de cabeza en el tema del amor.

Pero Pilar se encargará de hacerla entrar en razón, no puede dejar pasar esta gran oportunidad.

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