Capítulo 5

Lauren comienza a contarle lo que ha pasado desde que conoció a Máximo, obviamente omitiendo la parte donde ella se puso en evidencia delante de él, sabe que Pilar no dejaría en paz el tema.

- Él llegó hace 3 días a las clases de yoga, me pidió que le diera clases privadas, me negué, ayer me invitó a desayunar, yo acepté y eso es todo, lo único que sé de él es que es muy guapo y que se llama Máximo, de resto no sé nada más _ Lauren resume todo en pocas palabras. En realidad no conoce nada de ese hombre.

- Salieron y no sabes nada de él, picarona se fueron directo a la revolcada _ Pilar siente que hizo un gran descubrimiento.

- ¡Eres insoportable! Ya te dije que no me he revolcado con nadie, solo fuimos a de-sa-yu-nar, ¿cuál parte de esto no entiendes? _ Lauren está frustrada con esa amiga que le tocó. Entiende todo al revés o como su retorcida mente quiere entender. Pero ni modo, así la quiere.

- ¡¡¡Qué aburridos!!!, ¡guapo, pero muy pasivo!, no hablaron, no te hizo mantenimiento, ¿entonces que hicieron? _ dice Pilar indignada. Aunque sabe que Lauren no se acostaría con un hombre que acaba de conocer, un besito no hubiera sido mala idea, ¡pero ni eso!

- Desayunamos y obvio que sí hablamos, solamente que nada personal, hablamos de cosas cotidianas, me preguntó cosas de yoga, además quien te escuche pensará que tienes una vida sexual muy activa y hasta donde sé, estás bastante oxidada, hasta telarañas debes tener ahí abajo _ Lauren no va a dejar que Pilar siga despotricando de ella y Máximo, necesita desviar su foco de atención.

- Pero no es por falta de ganas, es por falta de voluntarios _ dice Pilar en su defensa.

- No seas mentirosa, muchos hombres te pretenden y tú los rechazas a todos. He visto desfilar hombres muy guapos detrás de ti y tú ni la hora les das _ Lauren ha visto a varios hombres partir con la cola entre las patas al ser despreciados por su amiga.

Ella conoció a Pilar unos meses después de la muerte de Juan Pablo, la chica llegó con su niña pequeña, Nadia, que es de la edad de los mellizos.

Pilar llegó a la ciudad de Medellín huyendo de un marido maltratador; vivían en un pueblo a varias horas de la ciudad, el hombre decía que trabajaba en fincas cafeteras, pero un día ella descubrió que en realidad trabajaba para un grupo armado que secuestraba y extorsionaba a los ganaderos y dueños de fincas de la región.

Pilar le reclamó y ahí comenzó su calvario, el príncipe azul se convirtió en sapo, siempre le había mostrado una versión surrealista de él, pero en ese momento el monstruo se dejó ver con sus garras afiladas, tres meses después ella pudo escapar, al llegar a la ciudad no conocía a nadie y solo llevaba la ropa que tenía puesta.

Un par de días después de estar pasando hambre y frío con su hija en la calle, fue que Lauren la conoció y de inmediato le ofreció su amistad, la llevó a su casa, le dio trabajo en la empresa que apenas estaba comenzando y fue así como se volvieron las mejores amigas, fueron de gran apoyo la una para la otra.

Pilar en el fondo tiene miedo de ser lastimada de nuevo, por esta razón es muy selectiva con sus parejas, solamente ha salido con un par de hombres y ella misma los termina alejando antes de que las cosas se pongan más formales.

Pilar finalmente se rinde, ya que Lauren ha tocado un punto sensible y mejor se va a seguir trabajando, como dirían "casa de herrero, cuchillo de palo", ella que tanto habla de sexo, se mantiene en una abstinencia indefinida. Incluso el tema sexual es lo de menos, ella también necesita sentirse amada y protegida por un buen hombre, solo que aún no ha llegado el indicado.

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Al día siguiente, como de costumbre, Lauren está alistando todo para dar su clase, siente pasos y su corazón se acelera al imaginar que es Máximo el que ha llegado, pero en realidad entra alguien que nunca se hubiera esperado.

- Buenos días, hoy quiero tomar tu clase _ habla la chica emocionada.

- ¿Qué haces aquí?, siempre has dicho que el yoga no te gusta, que lo tuyo son las pesas, sentadillas y demás, ¿por qué de repente quieres tomar mi clase? _ Lauren también disfruta de ir al gimnasio, pero definitivamente su favorito es yoga, pero Pilar siempre se ha negado rotundamente a asistir a sus clases y por eso se le hace demasiado extraño que esté ahí.

- Vine a conocer al hombre que hizo el milagro de que tu cuerpo vuelva a sentir _ Pilar no se molesta en ocultar sus intenciones _ has estado diez años en celibato, así que el responsable debe ser realmente impresionante _ se acomoda en una de las colchonetas, mientras Lauren la mira sin entender.

Lauren simplemente la ignora y continúa con sus cosas, los alumnos comienzan a llegar, pero Máximo no llega, incluso ella pospone unos minutos la clase, pero el hombre sigue sin aparecer. Al final, Pilar se queda frustrada por haber perdido su viaje, aunque contrario a lo que imaginaba, le gustó mucho la clase, salió más relajada lo cual le agrada mucho, al parecer tendrá que seguir asistiendo a las clases.

Lauren sale junto a su amiga, aún deben ir a sus respectivas casas a desayunar para luego ir a trabajar, los chicos están en el colegio, ese día reciben una clase extra, por esa razón deben ir más temprano, finalmente Pilar no va a su casa, disimuladamente le dice a Lauren que le invite el desayuno y obviamente ella dice que sí.

- ¿Qué le pasaría a tu querido Máximo?, esperaba conocerlo _ dice Pilar, llevando la arepa con queso a su boca.

- No lo sé, él dijo que algunos días no podría asistir, por eso quería las clases privadas _ responde Lauren sin darle mucha importancia. Aunque en el fondo está divertida porque Pilar se quedó con los crespos hechos.

- Deberías llamarlo y preguntarle, ¿tienes su teléfono? _ habla Pilar masticando la comida.

- ¡No seas cochina!, primero traga y después hablas _ Lauren le da una mala mirada a Pilar _ No y aunque lo tuviera no lo llamaría, si no asiste por algo será, parece que no solo estás oxidada ahí, sino también con tus tácticas. Tú misma has dicho que el que muestra el hambre no come, no quiero parecer que estoy desesperada _ Lauren siente absurda la sugerencia de su amiga, flamante asistente que tiene, por suerte en la empresa sí es eficiente, porque de lo contrario ya la habría hecho quebrar.

Pilar la mira molesta, aunque debe reconocer que Lauren tiene razón, llamarlo sería una medida desesperada y no hay nada peor que una mujer que muestre la necesidad. Las chicas terminan de comer en silencio, Pilar va a su casa a cambiarse de ropa y luego se van juntas a trabajar.

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